“Chalecos amarillos” vuelven a la calle, pero pierden fuerza
9 de marzo de 2019
Los manifestantes franceses intentaron converger con otros movimientos, pero si bien comenzaron a marchar justos, pronto se dividieron. Hubo incidentes menores en París y Nantes.
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Apenas un 10 por ciento de las personas que se congregaron la primera vez se reunieron este sábado (09.03.2019) en la jornada 17 de movilizaciones de los llamados "chalecos amarillos” en Francia. Según cifras divulgadas por el Ministerio del Interior, unos 28.600 manifestantes salieron a las calles en el país, una cifra que la semana pasada fue de 39.300 y que en noviembre, cuando comenzaron las protestas, llegó hasta las 282.000 personas.
Los manifestantes capitalinos se reunieron en el Arco del Triunfo, como ya es tradición, y esperaban conseguir una convergencia por la que lucharon en las últimas jornadas, para convertir la protesta de este sábado en la definitiva contra las políticas del presidente Emmanuel Macron. Así fue como llegaron sindicalistas con chalecos rojos, niñeras con chalecos rosas y mujeres que exigían igualdad, un día después del Día de la Mujer.
Pero esta convergencia pareció difícil de mantener, pues una parte de los manifestantes, los sindicalistas y las "chalecos rosas”, bifurcaron hacia los jardines del Luxemburgo, dejando solos a los "chalecos amarillos”. De esta forma, el objetivo de juntar una multitud que demostrara el repudio al Gran Debate Nacional organizado por el Gobierno para responder al descontento social parece no haber cumplido su objetivo.
Ya organizan nueva jornada de protestas
La jornada se desarrolló con relativa calma en París, donde la policía informó solo de diez detenciones, aunque en la tarde creció la tensión cuando las fuerzas antidisturbios se hicieron presentes en los Campos Elíseos para dispersar a quienes habían bloqueado la calle. Distinto fue el escenario en otras ciudades, como Nantes, donde se produjeron violentos altercados con las fuerzas de seguridad.
Los "chalecos amarillos” no bajarán los brazos, en todo caso, y seguirán adelante en el objetivo de dar un nuevo impulso al movimiento. Para ello, ya convocaron una nueva protesta la semana próxima, el 18º sábado de movilización, que sería al día siguiente al fin del Gran Debate. Esperan entonces reunir en París "a toda Francia" para dar un "ultimátum" al gobierno.
DZC (EFE, AFP, Europa Press)
¿Por qué protestan los "chalecos amarillos" en Francia?
Las concesiones del presidente Emmanuel Macron no han logrado disipar las protestas, marcadas por la violencia. Acá revisamos una cronología de estas manifestaciones, que se han tomado las calles francesas.
Imagen: Reuters/G. Fuentes
Caída libre de Macron
Desde que fue elegido, en mayo de 2016, la popularidad de Emmanuel Macron no ha parado de caer, no solo por sus discutidas políticas financieras sino también por su actitud, que muchos consideran arrogante. Pero fue su propuesta de subir el impuesto a los combustibles, una medida ambientalista, la que desató los problemas. Un video que se volvió viral acusó a Macron de estar "cazando conductores".
Imagen: Reuters/C. Platiau
Protestas a nivel nacional
El malestar, aireado primero en redes sociales, pasó a las calles: más de 290.000 personas protestaron, el 17 de noviembre de 2018, usando los fosforescentes chalecos amarillos que los conductores galos deben tener en sus vehículos por ley. Al menos una persona murió y más de 150 fueron detenidas. Coordinados a través de redes sociales, los "chalecos amarillos" carecen de estructura y liderazgos.
Imagen: Reuters/E. Gaillard
Choques y destrucción
El Gobierno de Macron dijo que mantendría su curso, y las marchas continuaron. El 24 de noviembre, unas 100.000 personas protestaron en todo el país, de ellas, 8.000 en París, donde se desató la violencia. La Policía se enfrentó con manifestantes en los Campos Elíseos (foto) usando gases lacrimógenos y cañones de agua. Los daños a la propiedad fueron estimados en más de un millón de euros.
Imagen: Reuters/B. Tessier
Concesiones ante la presión
Los "chalecos amarillos" se convirtieron en un problema para Macron. Si bien al comienzo se negó a ceder, luego propuso ajustar la medida según el precio del petróleo. Los manifestantes no se mostraron satisfechos y volvieron a las calles el 1 de diciembre, desatando el caos. Macron convocó un comité de crisis y el 5 de diciembre, en medio de amenazas de más protestas, descartó el impuesto.
Imagen: Getty Images/AFP/B. Guay
París bloqueado
Macron, sin embargo, se negó a restituir el impuesto a la riqueza y rechazó otros pedidos de los manifestantes, que exigen su renuncia. Es difícil clasificar a los "chalecos amarillos", toda vez que tienen apoyo de extremistas de derecha e izquierda. El 8 de diciembre hubo protestas a nivel nacional. Vehículos blindados tomaron las calles de París cuando buena parte de la ciudad quedó bloqueada.
El 10 de diciembre, Macron respondió con un discurso televisado desde el Palacio del Elíseo. Más de 21 millones de personas vieron el tono conciliatorio que adoptó el mandatario, quien aceptó su parte de la responsabilidad en la crisis. Introdujo nuevas medidas, incluyendo un alza del salario mínimo, pago de horas extraordinarias libres de impuestos y exenciones fiscales a los jubilados.
Imagen: Reuters/L. Marin
Descontento en el vecindario
Mientras tanto, las protestas de los "chalecos amarillos" traspasaron las fronteras y llegaron a Bélgica, donde los manifestantes expresaron su malestar por los altos impuestos y los precios de los alimentos, así como los bajos salarios y pensiones. Agentes antidisturbios respondieron con cañones de agua, luego de que los manifestantes lanzaran piedras contra la oficina del primer ministro.
Imagen: Reuters/Y. Herman
Calma de fin de año
Las protestas siguieron hasta fines de diciembre en Francia, aunque la masividad disminuyó visiblemente. Eso no desalentó a los líderes oficiosos del movimiento, que usaron las redes sociales para llamar a continuar con las movilizaciones. En la víspera del Año Nuevo, varias celebraciones parisinas contaron con personas que, en ánimo festivo, se unieron a la fiesta con "chalecos amarillos".
Imagen: Reuters/C. Hartmann
Prometen seguir en 2019
Cualquier esperanza de que el cambio de año calmaría las aguas se disiparon cuando, el 5 de enero, una nueva ronda de protestas congregó a unas 50.000 personas, más que las últimas de 2018, aunque menos que en los inicios del movimiento. En París, algunos manifestantes se enfrentaron con la Policía, incendiaron vehículos y atacaron edificios gubernamentales. Macron condenó la violencia.
Imagen: Reuters/G. Fuentes
También puede haber protestas pacíficas
Vistiendo chalecos amarillos, varios cientos de mujeres marcharon por París este 6 de enero, en un esfuerzo por restaurar la imagen pacífica de las protestas. En un momento de la manifestación, las mujeres se pusieron de rodillas para recordar con un minuto de silencio a las diez personas muertas y a aquellos que han resultado heridos desde que comenzó el movimiento.
Imagen: picture-alliance/dpa/C. Petit
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