La coleta baja y las gafas de sol son el distintivo de Lagerfeld desde hace mucho tiempo. Su silueta incluso adorna el emblema de su marca de moda, “Karl Lagerfeld”. El diseñador, que este 10 de septiembre cumple 85 años, tampoco puede renunciar a una camisa de cuello levantado, corbata, chaqueta, guantes de cuero, ni a los numerosos anillos que lleva, que se cuentan por decenas.

“Todo lo que tengo desde 2002 es de Dior y Hedi Slimane”, dijo Lagerfeld una vez. Para poder vestir los trajes de Slimane, de corte ceñido, adelgazó 40 kilos. Lagerfeld comercializó con éxito su libro sobre la dieta de las tres “D” (diseño, doctor, dieta), que se basa sobre todo en alimentos ricos en proteínas. El gurú de la moda también adora la Cola light y llegó incluso a diseñar un botella.

“Simplemente no puedo parar de comprar libros. En mi casa están por todas partes. Mi cama está rodeada de montañas de libros y las paredes llenas de estantes. Apenas tengo sitio para cuadros, me parece fascinante.” La colección de Lagerfeld es de unos 300.000 ejemplares, sobre todo libros de de moda y arte, de historia y filosofía, ensayos y poesía. Últimamente leer es su actividad preferida.

Además de los libros y la moda, la tercera pasión de Lagerfeld es Choupette. La “famosa gata que se niega a comer en el suelo” (Paul Sahner: "Karl") dispone de varios sirvientes, tiene una cuenta de Facebook y de Twitter, y fue la inspiración de Karl hasta en dos colecciones de Chanel. “Tiene algo de inolvidable en sí misma (…). Inspira elegancia y prestancia”, elogia el diseñador de moda.

Está claro que Choupette no es la única musa de Lagerfeld. A partir de 1990, el diseñador promocionó a Claudia Schiffer (foto) que pasó de ser chica Chanel a "top model" internacional. Más tarde, su inspiración fue el francés Baptiste Giabiconi, al que él mismo fotografiaba, presentando después las imágenes en libros y exposiciones.

Lagerfeld llegó a la fotografía en 1987. Dado que las campañas publicitarias de Chanel nunca volvieron a cumplir sus elevadas exigencias estéticas, prefirió ser él quien manejara la cámara: lanzó diversas campañas de Chanel, retrató a estrellas como Nicole Kidman, realizó portadas de moda para Vogue y filmó cortometrajes para Fendi y Co. Para Opel puso en escena a su gata Choupette.

“Los pantalones deportivos son símbolo de derrota. Uno pierde el control sobre su vida y entonces, sale a la calle en pantalones deportivos”, según Lagerfeld. Seguro que no piensa lo mismo de su versión de la prenda que creó para Chanel (foto). “Actividad de tiempo libre, con un trasfondo profesional”: así describe Lagerfeld su quehacer. “Estar en una cadena de producción, eso es trabajo”, afirma.

Su imagen viva, su labia que a veces se torna descarada, las musas, el culto a Choupette, su gata birmana; todos estos elementos convierten a Lagerfeld en una marca, aunque lo principal es ser el alma de Chanel, casa para la que diseña colecciones de alta costura y prêt-à-porter desde hace 35 años con la ambición constante de mejorar cada día.