La reacción oficial de Chile ante el atentado contra la revista Charlie Hebdo vino de boca de la misma presidenta Michelle Bachelet, quien durante un acto en la comuna de Recoleta, en la capital chilena, expresó su consternación y envió sus “condolencias al gobierno francés, al presidente François Hollande y a los ciudadanos franceses por el atentado contra la sede de Charlie Hebdo”. La jefa de Estado debió enfrentar en 2014 en su país problemas de seguridad relacionados con atentados de bombas.

En un dibujo que hizo circular el miércoles 7 de enero por las redes sociales, el dibujante Guillermo Galindo, conocido como malaimagen, manifestó a su manera su postura sobre el ataque: cuatro dibujantes se enfrentan con lápices a dos terroristas. Malaimagen, conocido por sus caricaturas en el semanario The Clinic y por sus varios libros (“Pan y circo”, “Sin tolerancia”, “Voy saliendo” y “Pase usted”, entre ellos), conversó con DW sobre la tragedia ocurrida en París.

Como dibujante dedicado a reflejar la contingencia, ¿qué le pasó cuando vio la noticia del ataque a las oficinas de Charlie Hebdo?

Me impactó, como a todo el mundo, pero me tocó de un modo más sensible, por tratarse de compañeros de profesión. Uno se queda pensando en cómo está el mundo, a qué podemos llegar, y generalmente hay más dudas que respuestas. Es duro pensar que personas que se dedicaban al humor hayan tenido un final así.

¿Es un golpe para la libertad de expresión o, al revés, un acicate para seguir dibujando? ¿Conseguirán los atacantes imponer el miedo entre los dibujantes y periodistas?

Claramente es un golpe contra la libertad de expresión, el único consuelo es que estas cosas tienen un efecto doble: los dibujos en apoyo a las víctimas se multiplicaron y viralizaron por el mundo, sin miedo a represalias. De todos modos, si bien lo de hoy fue un caso extremo, hay que destacar que el miedo está instaurado en la sociedad desde hace mucho y es utilizado constantemente como una forma de control social. No es algo exclusivo de grupos religiosos u organizaciones terroristas.

¿Cree que algo así pueda suceder en Chile, o el contexto es distinto al que se vive en Europa con el radicalismo religioso?

El contexto es distinto y dudo que algo así pueda ocurrir en Chile, pero de que el fanatismo religioso existe, claro que existe, y está presente en decisiones que nos afectan como sociedad: el aborto, la libertad sexual, etcétera. Desgraciadamente estos fundamentalismos suelen ser de argumentos muy anticuados e irracionales, y ponen trabas a que avancemos como sociedad.