Chile había sido paradójicamente el principal impulsor del acuerdo de Escazú junto a Costa Rica. Los argumentos del Gobierno para no firmar el tratado internacional no convencen a los expertos consultados por DW.
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"Quisiera destacar el acuerdo que impulsamos conjuntamente con Costa Rica -el Acuerdo de Escazú-, que es un acuerdo que busca darle más transparencia y mayor eficacia a la defensa del medio ambiente, y que vamos a poner a disposición del resto de los países de nuestro continente en la Asamblea General de las Naciones Unidas”, decía en julio de 2018 el presidente chileno, Sebastián Piñera.
Dos años después, y a cinco días de que finalice el plazo para firmar el tratado internacional, Chile mantiene su negativa de rubricar el primer gran acuerdo ambiental en Latinoamérica y el Caribe. La gran contradicción de todo este asunto es que Chile, bajo el primer mandato de Piñera (2010-2014), fue el principal impulsor y negociador para elaborar el Acuerdo de Escazú.
Además, cabe destacar que el país suramericano está suscrito al Acuerdo de París y presidió la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2019 (COP25) que se realizó en Madrid, evento en el que el liderazgo chileno en materia ambiental fue duramente criticado.
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La imagen del país se deteriora
"Chile pierde credibilidad al no firmar este acuerdo”, explicó a DW Paulina Astroza, experta en Derecho Internacional y Relaciones Internacionales. "Nuestra política exterior habla del compromiso en la lucha contra el cambio climático, asumimos la COP25, somos parte del Acuerdo de París y siempre llevamos el discurso de que Chile está comprometido con un ambiente libre de contaminación. No firmar Escazú es una incoherencia”, agregó la académica, quien fue invitada a exponer sus argumentos frente a la comisión de Medio Ambiente del Senado, cita de la que los ministros de Medio Ambiente y RR. E.E. decidieron ausentarse.
"El liderazgo que Chile tenía se resigna cuando el país se retira del Acuerdo de Escazú. Eso demuestra que los liderazgos no se autoasignan, sino que se logran a través de las acciones y de la coherencia de la política exterior”, concordó por su parte Marcelo Mena, exministro de Medio Ambiente en el segundo gobierno de Michelle Bachelet (2014-2018).
Los motivos del Gobierno no convencen
El gobierno chileno justificó inicialmente su negativa de firmar el tratado ambiental cuando se encontraba en pleno litigio marítimo con Bolivia hace dos años, aludiendo a que este podía interferir con la soberanía y jurisprudencia nacional. La Cancillería explicó la semana pasada al periódico chileno ‘El Mercurio' que el Acuerdo de Escazú es "un tratado que vulnera la legislación chilena y dota de incertidumbre al Estado y los intereses de privados”, agregando que "mezcla temas de DD. HH. con medio ambiente”.
"El acuerdo dice que hay tomar en especial consideración a ciertos países para la cooperación en materia de medio ambiente, habla de transparencia, de información pública, de acceso a la justicia ambiental para ciertos países, entre los que están aquellos sin litoral. En ninguna parte se da pie a una demanda de Bolivia en contra de Chile para obtener un acceso soberano al mar”, aseguró Astroza.
Marcelo Mena concuerda: "El tema de la soberanía es una exageración. Todo tratado significa que uno se somete a reglas que se abordan y se acuerdan en común. Eso se hace con tratados de libre comercio u de otra naturaleza”.
Por su parte, Ingrid Wehr, representante para el Cono Sur de la Fundación Heinrich Böll, ligada al partido alemán Los Verdes, dijo a DW que "desde el mundo ambiental se sospecha que este bloqueo llega realmente desde la presidencia y tiene que ver con el hecho de que hay intereses privados poderosos de empresas extractivistas que están imponiendo su agenda económica en contra de la agenda medioambiental y derechos humanos. De otra manera no se explica. Ninguno de los argumentos que escuchamos desde 2018 tiene algún fundamento sólido”.
"No hay que pedirle peras al olmo”
"Yo preferiría que este tema se aborde en el proceso constituyente y elijamos un gobierno que sí ratifique este acuerdo. Este acuerdo no lo va a firmar este Gobierno y, por lo tanto, no hay que pedirle peras al olmo”, señaló categóricamente Mena.
"El Estado de Chile pierde una gran oportunidad de fortalecer los derechos de los defensores, pero también de limpiar su imagen internacional muy dañada después del estallido social. Además, firmar el acuerdo en este momento ayudaría a prevenir más conflictos socioambientales en un momento donde el país pasa uno de los momentos más críticos de su historia política”, concluyó Ingrid Wehr.
El Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe, que ya cuenta con 9 de las 11 ratificaciones que necesita para entrar en funcionamiento, no contará con la firma de su principal impulsor.
(er)
La pandemia le da un respiro a la naturaleza en América Latina
Desde un aire más puro hasta agua más transparente, los efectos positivos se dejan notar en América Latina. Y es que la naturaleza es la máxima beneficiaria del cese de la mano del hombre en la destrucción del planeta.
Imagen: Getty Images/AFP/M. Bernetti
Aire más puro en las grandes capitales
Lima, Bogotá y Santiago de Chile son algunas de las numerosas capitales de América Latina que han visto mejorada la calidad del aire debido al confinamiento de la población para evitar la expansión del coronavirus. En Chile, el equipo de investigación Antártica Usach registró una reducción de entre 20 y 25% de las partículas en suspensión en el aire sobre Santiago (foto).
Imagen: Getty Images/AFP/M. Bernetti
Playas de aguas transparentes
Las playas de Cancún (foto) son uno de los destinos turísticos más importantes de México. La ausencia de turistas dejó inusuales imágenes de largas extensiones de arena y aguas transparentes, así como la visita de una tortuga laúd que depositó 112 huevos frente a la zona hotelera. Mientras, en Acapulco se observaron episodios de bioluminiscencia, un fenómeno que no se producía desde hace años.
Imagen: picture-alliance/Xinhua
Ríos menos contaminados
Mientras que la imagen de las aguas cristalinas de los canales de Venecia (Italia) sin contaminación dio la vuelta al mundo, el río Rimac (foto) en Perú dejó atrás su sucio pasado, por el que habitualmente se había caracterizado. Durante esta pandemia se registró un 90% menos del lanzamiento de desperdicios sólidos por parte de la ciudadanía y de las fábricas situadas en los alrededores del río.
Imagen: Ministerio de Agricultura y Riego del Perú
Animales en libertad, los reyes de la ciudad
Otra imagen que se volvió viral es la de un puma recorriendo las calles en Santiago de Chile (foto). Estos animales, que viven en cerros cercanos a la capital chilena, ubicada a los pies de la cordillera de los Andes, no fueron los únicos que se dejaron ver en entornos urbanos. En México aparecieron cuatro especies en riesgo de extinción: el jaguar, el hocofaisán, la tortuga laúd y el cocodrilo.
Imagen: AFP/A. Pina
El "renacer" de las especies en extinción
La crisis del coronavirus puede terminar con el comercio ilegal de animales salvajes, una de las principales causas de su extinción. Asimismo, el nacimiento de nuevos ejemplares, como el de un mono tití cabeciblanco (foto) en el zoológico de Guadalajara (México) en tiempos de confinamiento da una luz de esperanza. Se trata de una especie colombiana declarada en peligro de extinción desde 1973.
Imagen: Colourbox
Calma para los oídos
Además de la reducción de la contaminación atmosférica, la desaparición de automóviles de calles y carreteras disminuyó la contaminación acústica de las grandes capitales como Brasilia (foto). Así, por ejemplo, en Bogotá (Colombia), hubo una disminución de entre 5 y 10 decibelios durante el día y de entre 10 y 15 en la noche, según la Red de Monitoreo de Ruido Ambiental de Bogotá.
Imagen: Getty Images/AFP/S. Lima
El canto de los pájaros ya no pasa inadvertido
La disminución del ruido durante la cuarentena hace que el canto de las aves, que antes quizás pasaba inadvertido, sea más perceptible para el oído humano. En la playa de Agua Dulce, una de las más bulliciosas de Lima, Perú, los vecinos pudieron disfrutar en primera línea de un "concierto" típico de una reserva natural que ofrecieron los centenares de pelícanos y gaviotas que ahí se congregan.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Robles
Parques naturales y áreas protegidas toman un descanso
En la mayoría de los países de América Latina, las actividades turísticas en parques naturales y áreas naturales protegidas no están permitidas. Por este motivo, el gobierno de Bolivia cerró 22 áreas protegidas, entre ellos el Parque Nacional Madidi. El cese de la actividad permitirá que la fauna y la flora descansen, un bien necesario para los ecosistemas más frecuentados por el turismo.
Imagen: Imago/R. Mangersnes
Visitas virtuales a un clic
El cierre de parques no significa que no puedan contemplarse. Parques Nacionales Naturales de Colombia ofrece visualización de 360 grados de algunos de ellos. Sin salir de casa se puede ver la plataforma de coral más extensa del Caribe continental colombiano (foto). Una observación que también puede hacerse del Parque Nacional Llullaillaco de Antofagasta (Chile) con la aplicación Chile 360º.
Imagen: Parques Nacionales
Biodiversidad urbana en el teléfono inteligente
Otra opción es aportar conocimiento desde el propio jardín. Entre el 24 y el 27 de abril, las personas en Costa Rica pueden inventariar las especies de flora y fauna de su entorno inmediato, al tomar una fotografía y subirla a la aplicación iNaturalist. Del 28 de abril al 3 de mayo, expertos de todo el mundo procederán a identificar los organismos reportados a través de la aplicación.