Chile: informe de la ONU confirma graves violaciones a DD.HH
13 de diciembre de 2019
Las conclusiones del organismo internacional se condicen con los informes anteriores entregados por Amnistía Internacional y Human Rights Watch, realizados durante el estallido social en el país sudamericano.
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El esperado informe sobre abusos a los derechos humanos en medio del estallido social que afronta Chile desde el pasado 18 de octubre a cargo de la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos (ACNUDH), Michelle Bachelet, fue publicado este 13 de diciembre. En el se afirma que en el país sudamericano se ha producido "un elevado número de violaciones graves a los DD.HH.”
Uno de los aspectos más relevantes que subraya el documento es el alto número de manifestantes heridos en la cara o en los ojos (aproximadamente 350 personas con lesiones oculares) con perdigones, muchos de ellos con perdida de visión en uno de sus ojos y dos casos en que las víctimas han quedado totalmente ciegas.
"Hay razones fundadas para creer que se usaron armas menos letales de manera inadecuada e indiscriminada, lo que contraviene los principios internacionales destinados a minimizar el riesgo de heridas", se lee en el documento a cargo de una misión de la ONU que se preocupó de investigar la situación durante tres semanas de estadía en Chile, en pleno desarrollo de las protestas sociales y que contempló visitas a siete regiones del país.
El documento de 35 páginas que también fue enviado al Gobierno de Sebastián Piñera, agrega que las "violaciones (a los DD.HH.) incluyen el uso excesivo o innecesario de la fuerza que resultaron en la privación arbitraria de la vida y en lesiones, tortura y malos tratos, violencia sexual y detenciones arbitrarias… Estas violaciones se cometieron en todo el país, pero su gran mayoría ocurrió en la Región Metropolitana y en contextos urbanos"
La responsabilidad de Carabineros
Una vez más, y en concordancia con lo denunciado por Amnistía Internacional y Human Rights Watch, la policía chilena (llamada Carabineros) fue apuntada por su mal manejo en cuanto armas no letales y su actuar al momento de dispersar manifestaciones.
Al respecto, la ONU indica que se "utilizó fuerza no letal cuando la manifestación fue pacífica con el objetivo aparente de dispersar la manifestación o evitar que los participantes llegaran al punto de reunión”, lo que lleva a concluir que hay razones fundadas para sostener que ha "habido un uso desproporcionado y a veces innecesario de armas menos letales, en particular escopetas antidisturbios, pero también gases lacrimógenos, utilizados a corta distancia”.
En otro acápite se hace mención a métodos de tortura como violencia sexual, de la que han sido víctimas especialmente mujeres, niñas y miembros de la comunidad LGTBI, simulaciones de ejecuciones, amenazas de desapariciones forzadas y detenciones arbitrarias.
Finalmente, se reconoce en el escrito la colaboración prestada por el Gobierno de Chile con el que los comisionados pudieron mantener un dialogo permanente y la ayuda que les facilitaron para tener acceso a lugares e información solicitada.
mn (efe, afp, emol.com)
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Chile: la semana en que se desató la furia (octubre de 2019)
Las protestas por el alza del pasaje del Metro se convirtió rápidamente en una expresión de descontento popular que no ha logrado ser controlada, ni siquiera por intermedio de la presencia de militares.
Imagen: picture-alliance/AP Images/E. Felix
Todo partió con la evasión
Las manifestaciones contra el alza en el precio del boleto del Metro comenzaron el 14 de octubre y fueron convocadas por secundarios, que se coordinaron a través de las redes sociales. Cuando los entrevistaban, decían hacerlo por sus padres, que ya gastan mucho dinero en transporte. El llamado era a evadir el pago saltando las barreras en las estaciones del ferrocarril urbano de Santiago.
Imagen: Reuters/C. Vera
Vandalismo y enfrentamientos
La manifestación, originalmente pacífica, fue reprimida por la policía militarizada chilena, lo que generó malestar entre los jóvenes. La consigna "basta de abusos", sin embargo, comenzó a permear otras capas sociales en un país donde la desigualdad no ha podido ser eficientemente combatida en los últimos años. Comenzaron, así, los primeros enfrentamientos con la policía.
Imagen: Reuters/I. Alvarado
El caos se extiende
Las protestas se extendieron rápidamente por todo Santiago, y al comienzo tímidamente en otras regiones del país. También empezaron los saqueos a supermercados y la destrucción de bienes públicos y privados. Al mismo tiempo, la ciudadanía siguió expresando su malestar por el alto costo de la vida, bajos salarios, pensiones miserables y otros problemas a través de ensordecedores cacerolazos.
Imagen: Getty Images/AFP/C. Reyes
La destrucción del Metro
Quizás las escenas más desoladoras para los santiaguinos, siempre orgullosos de su Metro, fueron las que mostraban la destrucción de casi un centenar de estaciones del tren urbano, las que fueron incendiadas y vandalizadas por hordas. Algunos ataques parecieron coordinados. A estas alturas, las fuerzas de seguridad se vieron superadas por la acción de inadaptados.
Imagen: AFP/J. Torrest
Militares a la calle
El viernes 18 de octubre, el presidente Sebastián Piñera decretó el estado de excepción y ordenó que las Fuerzas Armadas salieran a las calles para ayudar a restaurar el orden. Pronto los militares, ya a cargo de la seguridad, decretaron toque de queda en la capital y otras ciudades, pues las protestas, pero también los saqueos, se habían extendido a todo el país.
Imagen: picture-alliance/AP Images/AP Photo/E. Felix
Toque de queda y problemas
El toque de queda, una medida constitucional que no se utilizaba desde la dictadura de Augusto Pinochet, generó una serie de dificultades. El aeropuerto de Santiago se vio totalmente colapsado debido a que se suspendieron vuelos porque las tripulaciones no pudieron llegar a trabajar y muchos turistas quedaron varados en el terminal aéreo, sin recibir información ni tener acceso a alimentación.
Imagen: Imago-Images/Aton Chile/D. Yankovic
Medida ineficaz
A pesar del toque de queda y de la cada vez más dura represión, las protestas siguieron su curso, incluso una vez que imperaba la prohibición de salir de los hogares. Las fuerzas de seguridad seguían viendo con impotencia los saqueos, incendios de centros comerciales y siendo muchas veces desbordados por las masivas manifestaciones pacíficas, en las que -de todas formas- actuaban con dureza.
Imagen: imago images/Aton Chile/J. Torres
Numerosas denuncias de abusos
Los desmanes y la represión han dejando una veintena de muertos, casi 200 heridos a bala, más de 5.000 detenidos y daños, solo en el Metro, que superan los 300 millones de dólares. El Instituto de Derechos Humanos denunció que al menos cinco de las muertes fueron obra de la acción desmedida de las fuerzas de seguridad, y en un caso un militar fue detenido por haber disparado contra un ciudadano.
Imagen: Getty Images/AFP/M. Bernetti
Un paquete de medidas
El martes 22 de octubre en la noche, el presidente Piñera presentó un paquete de medidas con las que pretende calmar la furia ciudadana. Entre ellas está un aumento de la pensión básica y del salario mínimo, la reducción del sueldo de los parlamentarios y la creación de un seguro de salud para enfermedades catastróficas. El paquete surgió tras una reunión con partidos de gobierno y oposición.