"Nos empezamos a dar cuenta de que nuestro trabajo creció cuando asesores, o muchos, se cuidaban de decir las cosas precisas, y pensamos que lo que partió de dos estudiantes malos de derecho adquirió una relevancia." - Ignacio Socías, Frente Fracasados.

Más allá de los medios tradicionales, el binomio sátira-periodismo se posiciona a nivel digital con astucia. Hoy, seguidores, reproducciones y suscripciones robustecen la figura del canal o comunicador. En medio de la actual efervescencia socio-política por la que atraviesa Chile, la protesta también encuentra nichos digitales que, desde la popularidad de Internet, adquieren fuerza, responsabilidad y una forma peculiar de acercarse a la realidad por la vía de la comedia.

El Frente Fracasados es un medio que nació, creció (y no sabemos cuándo morirá) en YouTube y se define como “comedia política en clave de periodismo”. Comenzó en 2015 con videos amateurs, y sin conocer la procedencia de su estallido en clics, hoy tiene un compromiso con sus seguidores, dice a DW Ignacio Socías, abogado y fundador del canal. “En general, nosotros nunca nos permitimos editar el sentido de lo que la gente está expresando, la idea es respetar. Es el sentido de la gracia de la comedia que hacemos, son declaraciones reales y esa es nuestra esencia."  

En el fondo, el compromiso periodístico del Frente no es ser protagonista de la situación actual en Chile, y si bien la comedia no busca opacar la realidad de la protesta, el proyecto entiende su papel de portavoz como espacio seguro para opinar, con o sin sentido humorístico. “Hay gente, desde una niña que le gusta el animé, hasta una persona que vivió la tortura en Chile y un período como la dictatura, opinando lo mismo con sus propios códigos... es un proyecto que tiene sus principios claros”, insiste Socías.

 

La comedia convoca a la acción 

Si bien un periodista se vale de su reputación y credibilidad, podría decirse que en el espectro digital, adicionalmente, se nutre de seguidores y reproducciones. Es decir, la gente que consume contenido en plataformas digitales está confirmando su gusto por un personaje o canal y su estilo al comunicar, y esa base de seguidores tiene un peso específico importante.

Los llamados generadores de contenido emplean la herramienta digital para dar cabida al pulso social con demandas ciudadanas de tal forma que, el youtuber, instagramer o tuitero de alto alcance, se convierte en una ventana de exposición y agente de convocatoria. Basta con echar un vistazo a las cuentas de del actor y comediante argentino radicado en Chile Jorge Alís, quien suma más de medio millón de seguidores en Instagram y más de 250 mil en Twitter. Lo mismo sucede con Stefan Kramer, imitador y comediante, quien con millón y medio de seguidores en su cuenta de Twitter, es una de las cuentas más influyentes del país andino. De esta forma, es la comedia un común denominador de alta convocatoria y potente vehículo del mensaje a través de redes sociales.

El pasado 3 de noviembre, Kramer compartió una publicación en su cuenta de Instagram, donde junto a Alís, encabezaban una lista de comediantes a presentarse en el Zócalo Municipalidad del Recoleta bajo la consigna "Chile Despertó". 

Muy solitarios en la dinámica mediática chilena

Un país como Chile reconoce también las diferencias generacionales, y con ello, el temor y tendencias habituales por politizar la vida cotidiana hacia uno u otro bando político. En ese sentido, Internet se ha encargado de suavizar estas alarmas. “Acá hay una sensación de que los medios tradicionales están sesgados, hay muy poca confianza en que van a transmitir lo que la gente quiere”, observa Ignacio Socías. El proyecto desaprueba la política de represión por parte del Gobierno, y por convicción, sabe que "no es el único humor posible, en un juego democrático es interesante que existan humores políticos que representen los intereses, la sensibilidad y los gustos de a quienes hacen reír", comenta.

En general, en Chile predomina una reticiencia por este tipo de humor y un proyecto como Frente Fracasados se dice muy solitario en la tarea por abrir el diálogo por esta vía. Al respecto, señala la falta de humor político en la televisión chilena: “nunca llegamos a estar cómodos y nunca terminamos en televisión…todo está en internet”, comenta Socías, deseando que crezcan más proyectos similares en el país.

"La revolución no será televisada" dijo el músico y poeta estadounidense Gil Scott-Heron en la década de los 70. Pero sí podría ser satirizada. 

(jov)

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