Chile no responderá más los "agravios" de Evo Morales
14 de abril de 2016
Ayer, el presidente de Bolivia dijo que la creación de la nueva agencia estatal chilena servirá para defender “una soberanía robada, asaltada, arrebatada como es el tema del mar, como son las aguas del Silala".
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El canciller de Chile, Heraldo Muñoz, aseguró que el Gobierno de su país no responderá más los "agravios" y "hostilidades" del presidente boliviano, Evo Morales, porque responden a una lógica de política interna y no a la relación bilateral entre los dos países vecinos.
"No voy a responder más las hostilidades, los ataques verbales y los agravios del señor Evo Morales. Cada día hay un nuevo agravio, Chile no va a entrar a ese tipo de intercambios", dijo el jefe de la diplomacia chilena en una rueda de prensa.
Muñoz respondió así al ser preguntado por las palabras del miércoles del presidente boliviano, quien dijo que la decisión de la Cancillería chilena de crear una Agencia de la Soberanía para defender sus intereses busca salvaguardar una "soberanía robada". Morales se refería a las controversias que su país mantiene con Chile por el reclamo de una salida soberana al mar y por las aguas del Silala.
En cuanto a la demanda marítima, que está siendo juzgada por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, el canciller chileno dijo que está tranquilo de cara al futuro porque "ningún tribunal le va a entregar lo que Bolivia demanda, que es soberanía". Muñoz afirmó que la relación bilateral con Bolivia se ha limitado a "una política de hostilidad, de reiteradas demandas o anuncios de demanda, que lo que hacen es ponernos en una situación de pasado y no de futuro".
Chile y Bolivia mantienen sus relaciones diplomáticas suspendidas a nivel de embajadores desde 1978 después de que fracasaran las negociaciones que llevaban adelante los dictadores Hugo Banzer y Augusto Pinochet para encontrar una solución al conflicto marítimo. El conflicto se arrastra desde el siglo XIX, cuando Bolivia perdió su acceso al mar en una guerra que libró contra Chile en 1879, conflagración en la que también participó Perú.
Ahora, por el Silala
El presidente Morales anunció hace algunos días otra demanda internacional contra Chile ante la CIJ por el uso, según dijo, "ilegal" y "abusivo" de las aguas del Silala, ubicado en la frontera entre los dos países. Bolivia defiende que el Silala es un río formado por vertientes cuyas aguas fueron canalizadas en 1908 al norte de Chile para el aprovechamiento de la empresa chilena Bolivian Antofagasta Railway. Chile, por su parte, sostiene que se trata de un río internacional y se apoya en un mapa que acompaña el tratado bilateral de 1904 para sostener esa postura.
JC (EFE, dpa)
Una odisea alemana en costas chilenas
El acorazado ligero alemán S.M.S. Dresden se se hundió en 1915 en el archipiélago chileno de Juan Fernández, pero su historia no finalizó ahí. Sus sobrevivientes se enfrentaron a otra odisea.
El S.M.S Dresden
El acorazado ligero alemán S.M.S Dresden realizó su primer zarpe a finales de noviembre de 1908. Tuvo una importante actuación durante la Primera Guerra Mundial. Saldría incluso victorioso en algunos combates en los que participó en 1914, como la Batalla de Coronel y la Batalla de las Islas Malvinas.
Imagen: Alejandro Mihovilovich colección
A las profundidades
El Dresden llegó desde Tsingao, China, hasta Isla de Pascua para unirse a la flota alemana del almirante Maximilian von Spee. Tras enfrentarse con la flota inglesa, el barco fue escondido por los propios alemanes en la bahía de Cumberland, en Juan Fernández, pero los ingleses lo descubrieron y se abrió un fuego cruzado. El 14 de marzo de 1915, su capitán, Fritz Lüdecke, decidió hundir el Dresden.
Imagen: Alejandro Mihovilovich colección
Los caídos y los supervivientes
De sus 371 tripulantes, 8 fallecieron en Juan Fernández. Los sobrevivientes y heridos fueron llevados a Valparaíso. El 24 de marzo de 1915, en el buque chileno La Esmeralda, los marinos viajaron a una pequeña isla, donde fueron internados hasta el término de la I Guerra Mundial. En la foto, un memorial hecho por los marinos en recuerdo de los caídos.
Imagen: Armada de Chile colección
¡Quiriquina a la vista!
Los tripulantes del S.M.S Dresden llegaron a la isla Quiriquina, nombre que en lengua mapuche tiene dos posibles significados: “muchos tordos” o “pajonal de los zorros”. La isla, que se descubre en el Siglo XVI, se convirtió en su refugio durante los años de internación. De inmediato los impresionó su naturaleza, que fue objeto de investigación para el naturalista inglés Charles Darwin.
Imagen: DW/N. Messer
Manos a la obra
En sus memorias, Otto Schenk, teniente del Dresden, cuenta que las instalaciones de la isla Quiriquina requerían de urgentes mejoras. “Los techos gotean, el edificio está defectuoso. Hay abundancia de trabajo” relata. En la foto, una planta de agua potable completamente remodelada en 1915 por la tripulación del S.M.S. Dresden. Es el único vestigio alemán que queda en la isla.
Imagen: DW/N. Messer
Horticultores
Durante su estadía, para subsistir, los marinos cultivaron hortalizas. En sus días libres salían a vender productos de las huertas a ciudades como Concepción y Talcahuano. Otra ayuda, según cuenta el historiador Matthias Strauß, llegó de las colonias alemanas en Chile y también desde Alemania, donde se recaudaban fondos para ayudar a la tripulación.
Imagen: Armada de Chile colección
Pequeños refugios
Las pequeñas y pintorescas casas que construyeron los alemanes en la isla se hicieron muy conocidas entre los visitantes. Pese a que actualmente no queda ninguna de estas construcciones, estos pequeños refugios, con sus jardines debidamente cuidados en medio de la naturaleza propia de la isla, convirtieron a la Quiriquina, en palabras del teniente Otto Schenk, “en un lugar de interés”.
Imagen: Alejandro Mihovilovich Colección
Apagar pipas y mecheros
Son las 22:00 horas en la isla chilena. Todos en sus camas y dispuestos a apagar “las pipas y mecheros” para dormir. Los marinos alemanes, mientras estuvieron en la Quiriquina, tuvieron una metódica rutina, tal como si siguieran a bordo del Dresden. Los días pasaban rápido, pero “esto era bueno porque evitaba pensar demasiado y tener ideas tontas”, confiesa en su libro Otto Schenk.
Imagen: Alejandro Mihovilovich Colección
Saludos desde Chile
Un tiempo para leer y escribir. En torno a una lámpara de aceite, un diario o un tablero de ajedrez, la tripulación se reunía, ya fuera para informarse de lo que ocurría en el continente o también para escribir una carta a sus familiares que se encontraban muy lejos de Chile.
Imagen: Alejandro Mihovilovich Colección
Se busca
El 6 de agosto de 1915, el entonces segundo comandante de la tripulación internada, Wilhelm Canaris, se fugó de la Quiriquina. Canaris fue autorizado a escapar por el capitán Lüdecke. Si lograba llegar a Alemania debía entregar un informe detallado de lo ocurrido con el S.M.S Dresden. En la foto, Canaris (der.) con el Capitán Lüdecke y el Jefe del Apostadero Naval de Talcahuano (izq.).
Imagen: Alejandro Mihovilovich Colección
Quiriquina Zeitung
El Quiriquina Zeitung fue el diario de los marinos mientras estuvieron internados en la isla. Era una forma de difundir lo que hacían, porque al poco tiempo de su llegada se volvieron muy conocidos en las ciudades de Concepción y Talcahuano. Los cupos diarios para ingresar a la Quiriquina (25) muchas veces se sobrepasaron. Las personas querían conocer esta isla, habitada por más de 300 alemanes.
Imagen: Alejandro Mihovilovich Colección
La banda
La banda del S.M.S Dresden se hizo muy conocida dentro y fuera de la isla. La mayoría de los instrumentos los perdieron en Juan Fernández, pero esto no les impidió tocar. Recibieron una donación de la Armada de Chile. Con esto pudieron realizar recordados conciertos de Navidad, pues continuamente eran invitados por las municipalidades y otras instituciones de la zona.
Imagen: Armada de Chile colección
Escarbando en la historia
La isla Quiriquina es una de las localidades fosilíferas más importantes del país. Hay toda clase de piedras que datan de la era terciaria. En la foto se ve una excavación arqueológica de la isla. Los marinos encontraron cráneos y utensilios de piedra que pertenecieron probablemente a los indígenas que habitaron en el pasado la Quiriquina.
Imagen: Armada de Chile colección
Nuevos uniformes
Otra tarea, dentro de las muchas que había, era confeccionar nuevos uniformes para la tripulación. Mientras tanto, debían usar prendas proporcionadas por la Armada de Chile, ropa de civil y alguna que otra pieza del uniforme alemán que sobrevivió a la odisea.