Chile lidera la producción del hidrógeno que la UE requiere para su descarbonización. En Bruselas, el ministro de Exteriores habló de la energía verde, el estallido social, la nueva Constitución y el voto en el exterior.
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La delicada situación social y política de Chile no le es ajena a Bruselas. "Le he asegurado al ministro de Exteriores Allamand que la Unión Europea se encuentra lista para acompañar a Chile y a su pueblo en este momento histórico del proceso constitucional”, consta en la declaración del jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
Por otro lado, en una reunión con miembros del Parlamento Europeo -y en el marco del diálogo político que forma parte del acuerdo de asociación-, se cuestionó la situación de los derechos humanos.
Previamente, medio centenar de organizaciones de la sociedad civil europea pedían que en Bruselas se tematizara el uso excesivo de la fuerza en las operaciones policiales chilenas, la indemnización a las víctimas y las garantías de no repetición.
"Después del estallido social, en Chile se establecieron comisiones cuyas recomendaciones para mejorar la situación de los derechos humanos se están llevando adelante. Entre ellas, la modernización de la Policía, y los casos de violaciones a derechos humanos están en manos de tribunales chilenos”, explicó el canciller chileno, Andrés Allamand. Con esto bajo control, asegura el ministro, los socios europeos ven con buenos ojos cómo ha canalizado el gobierno de Chile el descontento social hacia un plebiscito y una asamblea constituyente.
"Este logro es de la ciudadanía, no es del gobierno, y ha sido una demanda desde que terminó la dictadura”, dice por su parte a DW Miguel Peña, de la Red Europea de Chilenos por los Derechos Civiles y Políticos. "No se debe olvidar que ha costado 40 vidas, la visión de más de 400 personas y 2.600 presos, muchos de ellos menores, que siguen sin juicio”, agrega Peña. Este activista integra el más de un millón de chilenos que exige su derecho a votar en la elección de los representantes que redactarán la nueva carta magna.
Tratados internacionales por encima de la nueva constitución
¿Por qué no pueden integrar la asamblea constituyente si representan un 5,5% de la población? "Los chilenos en el extranjero no son un distrito electoral y la reforma legal que lo permitiría no ha avanzado”, responde sucintamente el ministro Allamand.
Como fuere, "valoramos el apoyo de Bruselas a nuestro proceso constitucional, que despierta mucho interés y que esperamos que desemboque en una Constitución que asegure los derechos de las personas”, apuntó el ministro.
Su visor está puesto, sin embargo, en el potencial del hidrógeno verde en el marco de un renovado acuerdo comercial con la Unión Europea. Éste, como todos los acuerdos internacionales chilenos, estará por encima de cualquiera que sea la nueva Constitución.
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Energía verde
"Venimos a impulsar las negociaciones de la modernización del Acuerdo con Europa, porque hay muchos espacios de cooperación de interés mutuo”, explicó a la prensa, en Bruselas, el ministro chileno de Exteriores.
Así es: la Unión Europea, con su Pacto Verde, quiere lograr descarbonizar sus fuentes energéticas hasta el año 2050; apuesta por un aumento del uso del hidrógeno del 2% actual al 13-14% hasta 2050. Chile, por su parte, con su inmenso potencial en energías renovables podría producir el "hidrógeno verde” más barato del mundo.
"Apostar por el hidrógeno verde chileno puede cambiar el paisaje mundial de los combustibles”, subrayó el ministro. No es casual que sus encuentros en el corazón de Europa hayan sido con los comisarios europeos de comercio, de energía y de medio ambiente.
Para abril se espera una segunda ronda de intercambios; para finales del próximo año, un cierre de negociaciones. Después de su encuentro con el ministro chileno, Josep Borrell, Alto Representante de la Política Exterior de la UE, corroboró la voluntad común de apoyar las energías verdes.
La lucha de los chilenos por recuperar la democracia
El 11 de marzo de 1990 Chile recuperó la democracia. Para que eso fuera posible, hubo largos años de lucha durante la dictadura de Augusto Pinochet, lucha que quedó plasmada en afiches políticos.
"No a la guerra civil"
Este afiche de mayo de 1973 formó parte de la campaña lanzada por el Partido Comunista para evitar un enfrentamiento que desangraría al país. El 10 de septiembre de 1973, en los críticos instantes previos al golpe que derrocó a Salvador Allende, el secretario general del Partido Socialista, Carlos Altamirano, declaró que "el golpe no se combate con diálogos, se aplasta con la fuerza del pueblo".
El movimiento de pobladores
El movimiento de pobladores era uno de los pilares del gobierno de Salvador Allende. Por ende, después del golpe de 1973, una gran parte de la represión militar se concentró en las zonas de menores ingresos, tanto de manera selectiva, con la muerte y desaparición de sus principales dirigentes, como de manera colectiva, con invasiones policiales, detenciones masivas, secuestros y destrucción.
Represión por parte del Estado
Durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), Chile vivió una represión brutal, que no se detuvo con la entrada en vigor de la Constitución de 1980 (el 11 de marzo de 1981). La nueva Carta Magna buscaba institucionalizar el régimen. De acuerdo a informes oficiales, la cifra de víctimas asciende a 31.686 personas, de las cuales 28.459 fueron víctimas de tortura.
Asociación de Fotógrafos Independientes
En pleno régimen militar surgió la Asociación de Fotógrafos Independientes (AFI), cuyo objetivo fue difundir el trabajo de los reporteros gráficos. La producción fotográfica de la AFI se convirtió en un testimonio de la lucha contra la dictadura, pero también para dejar registro de la represión militar y policial de aquella época. Algunos de sus miembros fueron asesinados por su trabajo.
"Vivos los llevaron, vivos los queremos"
El Estado Chileno reconoció que 3.227 personas fueron ejecutadas o desaparecidas durante la dictadura. Varias organizaciones civiles lucharon durante años reclamando la aparición de sus familiares. El slogan "Vivos se los llevaron, vivos los queremos" ha generado un gran impacto. Fue usado también en Argentina y, más recientemente, en las protestas tras la desaparición de los 43 de Ayotzinapa.
El 8 de Marzo en Valparaíso
Durante la dictadura, las marchas por el Día Internacional de la Mujer servían también para manifestarse en contra del régimen encabezado por Augusto Pinochet. Este afiche de 1984 convoca a reunirse en el Fortín Prat, Valparaíso, para luchar por los derechos de las mujeres y también exigir el retorno a la democracia.
Contra la pena de muerte en Chile
El Comité de Familiares de Víctimas de la Represión lanzó una campaña contra la pena de muerte en Chile. Este afiche data de 1984. La última vez que se aplicó este castigo en el país sudamericano fue en enero de 1985. La pena de muerte fue derogada durante el gobierno del presidente Ricardo Lagos, en 2001.
El paro de 1986
El paro nacional prolongado de 1986 fue la mayor y última jornada de protesta desde que comenzaron las movilizaciones masivas contra la dictadura, en 1983. Las llamadas "jornadas de protesta" eran manifestaciones callejeras en las avenidas céntricas, que comúnmente iban acompañadas por huelgas y paros en las empresas y escuelas durante el día, y barricadas por la noche.
¡Mi papá es comunista!
Este afiche de 1988 forma parte de una campaña para normalizar la imagen de los militantes del Partido Comunista, demonizado y prohibido constitucionalmente durante la dictadura. La dirigencia del partido fue perseguida por los organismos de seguridad, lo que obligó a los comunistas a sumergirse en la clandestinidad o salir del país.
Un afiche de la histórica campaña del "No"
En febrero de 1988 se fundó la Concertación de Partidos por el No. El objetivo era organizar la campaña por el "No" para el plebiscito del 5 de octubre de 1988, donde se decidiría si Augusto Pinochet seguía o no en el poder hasta 1998. Finalmente, el "No" ganó por amplia mayoría, abriendo así el espacio político a la transición a la democracia, después de 17 años de dictadura cívico-militar.
La lucha por la democracia no tiene fin
Tras el retorno de la democracia, muchos chilenos siguieron luchando por verdad y justicia para los desaparecidos y torturados durante la dictadura. La salida de Pinochet del poder no garantizaba juicio y castigo para los responsables de las violaciones a los DD.HH., por lo que numerosas organizaciones continuaron trabajando para lograr ese objetivo.