China defiende pena de muerte a canadiense pese a críticas
16 de enero de 2019
Varios países y la ONU han criticado que se aplique la pena capital a Robert Lloyd Schellenberg por un delito de tráfico de drogas.
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China volvió a defender este miércoles (16.01.2019) la condena a muerte al ciudadano canadiense Robert Lloyd Schellenberg, pese a las críticas de algunos países y de Naciones Unidas sobre la imposición de la pena capital por un delito de tráfico de drogas.
"Si la imposición de la pena de muerte a Schellenberg es inhumana e inapropiada, ¿no creen que la muerte de personas por estas drogas es inhumana? No permitiremos que las drogas pongan en peligro la vida de los chinos", aseveró la portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores Hua Chunying en rueda de prensa.
Después de que el lunes un tribunal chino condenara a muerte a Schellenberg, de 36 años, por participar en 2014 en el intento de envío de 222 kilogramos de anfetaminas ocultas en neumáticos de China a Australia, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, acusó a China de haber aplicado "arbitrariamente" la pena de muerte.
En las últimas horas, Trudeau ha tratado la crisis con Pekín con otros mandatarios internacionales, como el presidente argentino, Mauricio Macri, o la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinta Arden, mientras Australia ha mostrado su preocupación por la aplicación de la pena capital en este caso.
Preguntada por estas críticas, Hua aseguró que China "no está preocupada" y, refiriéndose a las críticas procedentes de Australia, aseguró que "no representan a toda la comunidad internacional".
La ONU pide revisar la pena
Sin embargo, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos expresó el martes su esperanza en que China revise la pena a muerte. "La idea básica (para la ONU) es que si la pena de muerte es utilizada -y animamos a todos los estados a dejar de hacerlo- solo es permisible en casos de asesinato intencionado, no para otros delitos como el narcotráfico", dijo a Efe el portavoz de la oficina en Ginebra, Rupert Colville.
Sobre la posibilidad de que el Gobierno chino conmute la pena de muerte impuesta al ciudadano canadiense, Hua señaló que "China es un Estado de Derecho, según la Constitución. Las autoridades pertinentes implementan los derechos de manera independiente y otros departamentos no interfieren".
El caso de Schellenberg es el último episodio de la crisis que viven Pekín y Ottawa y que se inició tras la detención en Canadá, a petición de Estados Unidos, de la directora financiera de la empresa tecnológica china Huawei, Meng Wanzhou, que se encuentra en libertad bajo fianza. Días después del arresto de Meng, China detuvo a dos canadienses, Michael Kovrig y Michael Spavor, supuestamente por poner en riesgo la seguridad nacional china, que siguen encarcelados.
EAL (efe, reuters)
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China y Taiwán: ¿Los mejores enemigos?
El presidente de China Xi Jingping llamó a una "reunificación pacífica" con Taiwán, lo que desató toda clase de críticas desde Taipéi. ¿Qué es todo este embrollo con Taiwán? Repasemos la historia con estas imágenes.
Imagen: AFP/AFP/Getty Images
Recaptura vs. liberación
Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, el Partido Comunista liderado por Mao Zedong emprendió una dura guerra contra su archirrival Chiang Kai-shek, jefe del Kuomintang (KMT). Chiang se refugió con sus fuerzas en la isla de Taiwán. Por algún tiempo, Taiwán fue el centro de la propaganda. El Partido Comunista quería "liberar" la isla, mientras el Kuomintang buscaba "recapturar el continente".
Imagen: AFP/Getty Images
Cartas a los "compatriotas"
En los años 50, el Partido Comunista publicó cuatro "Mensajes a los compatriotas chinos" en Taiwán, que son considerados la base de la política de Pekín hacia Taiwán. En esos textos, China advierte a Taiwán de la inconveniencia de colaborar con los "imperialistas" de EE.UU. Choques militares, básicamente ataques de artillería, todavía se registraban en estos años.
Imagen: Imago/Zuma/Keystone
Pekín reemplaza a Taiwán en la ONU
En 1971, la Asamblea General de Naciones Unidas declaró que la República Popular China era la única representante legal de China. Con esta decisión, la República de China (Taiwán) fue removida de todas las instancias de la ONU. La frustración del ministro de Exteriores taiwanés, Chow Shu-kai (derecha) y su embajador, Liu Chieh, es fácil de distinguir en esta imagen.
Imagen: Imago/ZUMA/Keystone
Nueva política taiwanesa
El quinto y último "mensaje" de Pekín a Taiwán fue publicado el 1 de enero de 1979. El continente, bajo el liderazgo del reformista Deng Xiaoping, puso fin a las operaciones miliatares, anunció el desarrollo de relaciones bilaterales y prometió una reunificación pacífica. Sin embargo, el derecho de Pekín de representar a China internacionalmente no fue puesto en duda.
Imagen: picture-alliance/dpa/UPI
La política de "una sola China"
La nueva orientación de la política china hacia Taiwán tuvo lugar mientras Washington y Pekín acercaban posiciones. El 1 de enero de 1979, Estados Unidos y China retomaron sus relaciones diplomáticas, con Washington -bajo la presidencia de Jimmy Carter- reconociendo a Pekín como el único Gobierno legítimo de toda China. La embajada de Estados Unidos en Taiwán se convirtió en un instituto cultural.
Imagen: AFP/AFP/Getty Images
"Una China, dos sistemas"
Incluso antes de reunirse con Carter, Deng Xiaoping ya había introducido el principio de "un país, dos sistemas", lo que permitiría a Taiwán mantener su sistema social incluso después de una eventual reunificación. Sin embargo, el presidente taiwanés Chiang Ching-Kuo no acusó recibo. Al contrario, el 1987 formuló el principio de "el mejor sistema para una China".
Imagen: picture-alliance/Everett Collection
Movimiento independentista
En 1986 fue fundado el Partido Demócrata Progresista (DPP), el principal movimiento opositor taiwanés. En un cónclave en 1991, el DPP aprobó una cláusula para la independencia, que estipulaba que Taiwán era un país soberano y no parte de China.
Imagen: Getty Images/AFP/S. Yeh
"Consenso de 1992"
En unas conversaciones no oficiales llevadas a cabo en 1992 en Hong Kong, representantes de Taipéi y Pekín alcanzaron un acuerdo político sobre la naturaleza de sus relaciones. Ambas partes acordaron que había solo una China. Sin embargo, tenían visiones distintas de lo que significa "una China". Un año después, los jefes negociadores Wang (izquierda) y Koo se reunieron en Singapur.
Imagen: Imago/Xinhua
Relaciones bilaterales
En una entrevista con DW en 1995, el primer presidente electo democráticamente en Taiwán, el líder del KMT Lee Teng-hui, dijo que todas las relaciones más allá del Estrecho de Taiwán debían ser "definidas como relaciones entre estados; cuando mucho, como una relación especial entre estados". Esta formulación estuvo muy cerca de ser una declaración de independencia.
Imagen: Academia Historica Taiwan
"Un estado a cada lado"
El DPP ganó las elecciones presidenciales por primera vez en el año 2000, con Chen Shui-bian, un taiwanés sin conexiones con China, llamando a entender que había "un estado en cada lado". Esto significaba que Taiwán no tenía nada más que ver con China. En 2005, Pekín reaccionó con la Ley Contra la Secesión, que permite el uso de la fuerza militar en el caso de que Taiwán declare la independencia.
Imagen: picture alliance/AP Photo/Jerome Favre
"Una China, distintas interpretaciones"
Tras perder las elecciones en 2000, el KMT adoptó un cambio en la formulación del "Consenso de 1992" en los estatutos del partido, en donde se llamaba a entender que hay "una China, diferentes interpretaciones". El Consenso de 1992 sigue siendo objeto de debate en Taiwán. La razón: los negociadores de 1992 no tenían una posición oficial.
Imagen: Imago/ZumaPress
El Partido Comunista se reúne con el KMT
China adoptó el "Consenso de 1992" como la base política para su relación con Taiwán. En la primera cumbre entre ambas partes desde que los comunistas asumieron el poder en China, Hu Jintao (derecha) y Lian Zhan respaldaron el "Consenso de 1992" y el principio de "una China".
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Reynolds
"La dirección es la correcta"
Después de que Ma Ying-Jeou, del KMT, ganara las presidenciales de 2008, ambas partes siguieron acercándose. En una entrevista con DW en 2009, Ma dijo que "el Estrecho de Taiwán debería ser un lugar de paz y seguridad. Estamos acercándonos mucho a ese objetivo. Básicamente nuestra dirección es la correcta".
Imagen: GIO
Quo vadis?
Desde las elecciones de 2016, cuando la presidenta Tsai Ing-wen llegó al mando, el movimiento independentista ha ido ganando fuerza. Tsai cuestionó la existencia del Consenso de 1992 y describió que el mayor desafío para su país era "el intento de China de interferir en el desarrollo político y social de Taiwán". (dzc/few)