China detecta un nuevo brote de peste porcina africana
9 de octubre de 2020
El gigante asiático, que ya había sufrido un brote a finales de julio pasado, detectó la enfermedad en un grupo de 70 cerdos. La enfermedad es altamente mortal para el ganado porcino, aunque inofensiva para el humano.
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China anunció este viernes (09.10.2020) que ha detectado un nuevo brote de la peste porcina africana, una enfermedad que ha acabado con decenas de millones de cerdos en el país y que ha hecho que se disparen los precios de la carne de ese animal, una de las más consumidas en un país que se sitúa además como el principal productor y consumidor mundial de este tipo de carne.
Según un comunicado del Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales, el brote se ha detectado en la región central de Chongqing en un grupo de 70 lechones, de los que 14 habían contraído ya la enfermedad y dos habían muerto.
Las autoridades están ahora investigando el caso y se ha dado inicio a las tareas de limpieza y desinfección de los lugares, las carreteras y los vehículos de transporte por donde pasaron los animales contagiados.
El último caso reportado por el Ministerio de Agricultura se había detectado también en la región de Chonqging, aunque en otro condado, el pasado 25 de julio, y en el momento en el que se localizó aquel brote al menos 4 cerdos habían contraído ya la enfermedad.
La peste porcina africana, de alta mortalidad entre cerdos y jabalíes -la tasa puede alcanzar el 100 %, según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE)- pero inofensiva para humanos y otros animales, es una enfermedad hemorrágica altamente contagiosa que puede causar la muerte entre dos y diez días tras haber sido contraída.
Según cálculos efectuados en base a datos del Gobierno chino, entre finales de 2017 y finales de 2019 -los primeros casos de la epidemia se detectaron en agosto de 2018- la población de chanchos en China había caído en más de 130 millones de animales.
Sin embargo, en julio del año pasado las autoridades afirmaron que la epidemia estaba "bajo control”, y en los siete primeros meses de 2020 se recuperaron 29,3 millones de cabezas en la piara nacional.
El pasado mes de agosto, las autoridades informaron del progreso de los ensayos clínicos de una posible vacuna desarrollada por científicos chinos contra la peste porcina africana, que hasta entonces había sido probada en 3.000 animales con tasas de inmunización superiores al 80%.
JU (efe, es.euronews.com)
¿El fin de la cría intensiva de animales?
El nuevo atlas de la carne promete "recetas para una mejor tenencia de animales". Si repensamos nuestro consumo de carne se benefician animales, consumidores y el medioambiente, afirman los editores.
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Cría intensiva de animales a nivel global
El consumo de carne crece rápidamente. Los bosques son talados para crear espacios para plantas forrajeras. La cría intensiva de animales lanza al mercado carne cada vez más barata. Pero el precio a pagar es en realidad muy alto: un gran daño para el medioambiente, así como aguas contaminadas con nitratos. Muchos pequeños agricultores pierden la batalla por los precios y terminan rindiéndose.
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Comer menos carne
Si los alemanes reducen a la mitad su consumo de carne, podrían alimentarse sanamente respetando el medioambiente. Se podría empezar por servir porciones más pequeñas en las cantinas o restaurantes. Para hacer repensar a los consumidores se podría crear una etiqueta de CO2 para la carne o un “impuesto de protección animal”, que promueva la tenencia de animales, acorde con la especie.
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Limitar el uso del abono líquido
En 2017 se esparcieron en Alemania 208 millones de metros cúbicos de estiércol, abono líquido y restos de fermentación. Estos fertilizantes provenían de la explotación intensiva de animales, dentro y fuera del país. En consecuencia la concentración de nitrato en las aguas subterráneas excedió ocho veces el límite marcado por la UE. Así los consumidores pagan más para la producción de agua potable.
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Más campo, menos establo
La regla básica debe ser que un negocio mantenga solamente un número de animales acorde a sus áreas de cultivo. Entonces las excreciones de los animales podrán ser empleadas como fertilizantes en el ciclo agrícola, sin dañar el medioambiente. Además los suelos de las praderas almacenan CO2.
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Etiqueta de buena ganadería
Los consumidores deberían saber de dónde proviene su carne. Los autores del atlas exigen que esté señalado el tipo de tenencia animal, así como detalles sobre el pienso y el espacio disponible para los animales. Pero no será fácil llevarlo a la práctica, ya que faltan tanto los estándares correspondientes en la UE, como una reglamentación acorde por parte de la Organización Mundial del Comercio.
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Reutilizar todo
Entre el 40 y 55 por ciento de un animal sacrificado es considerado “despreciable” y nunca llega al mostrador de una carnicería alemana. Una parte es exportada, causando problemas en los mercados locales. En Alemania son cada vez más los cocineros estrella que redescubren las entrañas, sesos o estómagos con la meta de reutilizar todo el animal, sin producir desechos.
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Tenencia combinada
Plantas fotovoltaicas como pasto de ovejas, huertos frutales para la ceba de gansos o gallinas en una plantación frutal, que coman los parásitos, abonen el prado y encima pongan huevos. La tenencia combinada beneficia a todos: el agricultor obtiene mayores ingresos y los animales disfrutan de una vida acorde a las necesidades de su especie.
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El que lo puede todo
Es difícil vender la carne de las vacas lecheras “turbo” o de las gallinas ponedoras industriales y también la descendencia masculina es poco rentable. Sin embargo, hay razas animales que producen tanto carne, como leche o huevos – aunque son más lentas en el proceso de producción. Muchos agricultores ecológicos redescubrieron viejas razas de animales útiles.
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Muchas reglas, poco control
La tenencia de animales útiles está reglamentada por prescripciones de la UE y por el derecho alemán de protección animal. Los animales deben ser mantenidos acorde a su comportamiento biológico y sin dolores ni sufrimiento. Pero un estudio destapó que más de la mitad de los animales están enfermos. Los protectores de animales exigen mayores penas, más control estatal y un derecho de demanda.
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Guerra de precios entre minoristas
En Alemania hay cinco cadenas de supermercados que controlan tres cuartas partes de la oferta alimenticia. Los precios son dictados muchas veces por los minoristas, que ofrecen carne barata todas las semanas. Pero, según el atlas de la carne, los líderes en el mercado podrían utilizar su poder para fomentar la protección animal. Por ejemplo, a través de etiquetas controladas independientemente.
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Reorganizar los subsidios de la UE
La UE subvenciona todos los años con unos cinco mil millones de euros sobre todo a los grandes establecimientos – porque el fomento se paga por hectárea. Los autores del atlas de la carne exigen que se redistribuya la ayuda agrícola de la UE entre pequeños y medianos establecimientos y que aquellos que practiquen una tenencia acorde a las especies y al medioambiente también obtengan más dinero.