Tras supuestos ataques acústicos en Cuba contra estadounidenses, hay reportes de que en China estaría ocurriendo lo mismo. Cierto o no, la presencia de China en Cuba es amplia y no se detiene en "ondas imperceptibles".
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"La sordera llega hasta el otro lado del mundo”, reporta la corresponsal en Pekín del diario cubano oficialista Granma, no sin un tono de incredulidad. Estados Unidos emitió el 23 de mayo una primera alerta a sus ciudadanos residentes en China.
Ahora, habría allí nuevos casos de funcionarios estadounidenses que se han quejado de "mareos, dolores de cabeza, zumbidos, fatiga, problemas cognitivos o visuales, malestar en los oídos o pérdida de audición". Según el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, estos son "síntomas similares a los relatados por diplomáticos en Cuba”.
Usando los supuestos "ataques acústicos” en Cuba como argumento, Washington frenó el acercamiento con La Habana, una de las medidas bandera de Obama. Nunca nadie ha podido probar si esos ataques fueron o son reales. Pero la conexión entre China y Cuba ya está hecha.
Pero ¿qué tan metida está China en Cuba?
Más allá de si Pekín pueda o no estar detrás de la trama, la presencia de China en Cuba no es nueva. Esta data incluso desde antes de la instauración del comunismo. En La Habana existe desde, por lo menos, 1931 un "Barrio Chino”. En todo caso, Cuba, en persona de Fidel Castro, fue el primer país de Occidente que estableció relaciones diplomáticas con China en 1960.
Otra cosa es la presencia económica de China en Cuba, y con esta, su influencia política. China, América Latina y el Caribe se guían por el llamado Plan de Cooperación 2015-2019, pactado en Pekín entre la Comunidad de Estados Americanos y el Caribe (CELAC), con sede en Ciudad de Panamá y el gigante asiático.
Dicho plan, dice Juana Sossa Jerena de CELAC a DW, comprende una masiva extensión de la presencia China en toda América Latina, que no es inicialmente comercial sino de intercambio personal. "Así, por ejemplo, Pekín invita a mil políticos latinoamericanos a China. Además, realiza un Foro de Políticos Jóvenes y establece contactos con administradores de comunas, municipios y regiones a todos los niveles en América Latina. Luego vienen la protección contra el tráfico de personas, el cambio climático, el comercio y las inversiones recíprocas, que ambas partes buscan elevar a los 250 mil millones de dólares”.
China, Cuba y América Latina, ¿por otra senda?
Este año, China realiza a Cuba un millonario aporte financiero para seis proyectos en ganadería, energías renovables e infraestructura hidráulica, como lo anunciaron el pasado 16 de abril el viceministro primero de Comercio Exterior, Antonio Carricarte, y el Embajador chino en Cuba, Chen Xi, según por InterPress Service de Cuba.
Con este dinero, Cuba comprará en China materias primas para la fabricación de paneles solares fotovoltáicos, equipos y maquinarias para acueductos y labores de saneamiento, así como equipamiento de construcción para reparar y dar mantenimiento a obras hidráulicas.
China y América Latina, afirma el Foro CELAC, se mueven en la dirección correcta: "La defensa conjunta de los principios del Derecho Internacional y el fortalecimiento del multilateralismo”.
Chen Xi, Embajador de China en Cuba, destaca, por su parte, en su página virtual la cooperación sino- cubana en biotecnología, pero también que "los habitantes de la Perla del Caribe son amigos y hermanos”. Para los que China siempre tiene un oído atento.
José Ospina-Valencia (er)
Los problemas de La Habana, "Ciudad Maravilla"
La capital cubana se enfrenta a una serie compleja de asignaturas pendientes en lo que respecta a su rescate urbanístico.
Imagen: DW/A. Valle
Los problemas de la Ciudad Maravilla
Este 2016 La Habana recibió el título de “Ciudad Maravilla”, elegida por miles de personas entre las siete ciudades a visitar, en el tercer concurso anual que convoca la fundación suiza New7Wonders. ¿Razones?: Su “atractivo mítico, lo cálido y acogedor de su ambiente, y el carisma y jovialidad de sus habitantes”. Pero, ¿qué problemas ven los urbanistas y arquitectos en esa Ciudad Maravilla?
Imagen: DW/A. Valle
Primer problema: Grave situación del Fondo Habitacional
El último censo de la población y la vivienda reveló que apenas el 61% de ese fondo se encuentra en buen estado, y el resto estaba en regular o mala condición. A finales de 2015, La Habana tenía 33.900 familias (133.900 personas) que estaban albergadas o vivían en locales en estado crítico, o no tenían dónde vivir.
Imagen: DW/A. Valle
Segundo problema: Altos niveles de insalubridad
En La Habana, con 2,2 millones de habitantes y deficientes servicios básicos de abastecimiento de agua potable y recogida de desechos líquidos y sólidos, se multiplican los basureros, crece el número de salideros de aguas albañales y empeoran las condiciones sanitarias en las viviendas, ocasionando así sucesivas epidemias de dengue, cólera, rabia o leptospirosis.
Imagen: DW/A. Valle
Tercer problema: Pérdida de la tipicidad de los barrios
Desde su fundación, los barrios en La Habana eran arquitectónica y urbanísticamente
diferenciables. El deterioro por la cercanía al mar, paso de ciclones y extensas temporadas lluviosas, la falta de reparación y del control técnico en las nuevas edificaciones, provocan numerosos derrumbamientos que desfiguran los rostros múltiples de la ciudad.
Imagen: DW/A. Valle
Cuarto problema: Desaparición de los espacios verdes
Salvo en sitios específicos de algunos barrios, La Habana es una ciudad sin árboles.
Originalmente se alternaban espacios arbolados, ríos, parques verdes y estilos arquitectónicos distintos, pero la desatención y la necesidad de cubrir arbitrariamente el crecimiento de la población, han hecho desaparecer más del 60% del verde original habanero.
Imagen: DW/A. Valle
Quinto problema: Superpoblación
"El reto del futuro va a ser resolver el gigantesco problema de una ciudad con un tamaño físico para 1.400.000 habitantes, en la cual ahora viven 2.100.000", dijo hace unos años Nicolás Quintana, considerado el Patriarca de la Arquitectura y el
Urbanismo en Cuba. Hoy son 2,2 millones, y cerca de un millón de población flotante.
Imagen: DW/A. Valle
Sexto problema: Contaminación ambiental
Aunque no se llegue a la altura de otras capitales latinoamericanas, especialistas de la Academia de Ciencias alertan de los preocupantes niveles de la contaminación del aire. Las industrias y asentamientos urbanísticos, las tecnologías atrasadas del transporte y la producción, y la baja calidad del saneamiento básico contaminan cada vez más las aguas de ríos y bahías.
Imagen: DW/A. Valle
Séptimo problema: Rescate de la historia
El VII Congreso de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, en 2014, alertaba sobre la necesidad de rescatar los sitios históricos de la ciudad que se perdían por el deterioro, los derrumbes y la falta de conciencia histórica. En la foto, la esquina de Prado y Neptuno, inmortalizada en el famoso Cha-Cha-Chá "La Engañadora" de Enrique Jorrín.
Imagen: DW/A. Valle
Octavo problema: Infraestructura vial deteriorada
El deterioro de calles, avenidas y carreteras es cada vez más alarmante. Las únicas grandes reparaciones de algunas de las vías principales de la ciudad fueron en 1998 y 2012, con las respectivas visitas de los Papas Juan Pablo II y Benedicto XVI. Por ello los habaneros se refieren a esas calles reparadas como "La Ruta de los Papas".
Imagen: DW/A. Valle
Noveno problema: Turismo versus "habanidad"
En 2002 el arquitecto Mario Coyula advertía que la permisibilidad oficial a empresas turísticas extranjeras o nacionales propiciara la pérdida de "lo habanero" y afectara las costumbres e historia del pueblo. En la foto, el edificio en la Plaza Vieja de los propietarios negados a ceder sus casas al proyecto de reconstrucción turística de La Habana Vieja.
Imagen: DW/A. Valle
Décimo problema: Canalización hidráulica antigua
Cuba y Kuwait firmaron en 2015 tres convenios para el financiamiento con 21 millones de dólares del Proyecto de Rehabilitación de las Redes de Acueducto y Alcantarillado de La Habana. Actualmente se pierde más del 30% de toda el agua que se destina a la ciudad, debido aldeterioro de esas redes (Acueducto de Albear) construidas en 1893.
Imagen: DW/A. Valle
No hundirse en sus ruinas
El "Plan Maestro para La Habana del Siglo XXI", idea del arquitecto y urbanista Julio César Pérez Hernández propone encauzar proyectos y propuestas para cada barrio, zona o lugar, como vía segura de lograr una urbe contemporánea que honre su condición histórica, exprese su devenir y arribe a un futuro glorioso donde hoy la ciudad empobrecida no se hunda nunca más en sus ruinas.