En su lucha contra la corrupción que parece haberse enquistado en las instituciones del país, el Partido Comunista de China expulsó al exministro de Seguridad Pública, Zhou Yongkang, allanando el camino para que el funcionario, de 71 años, sea juzgado. En julio de este año, se abrió una investigación interna por corrupción en su contra. El politburó del partido decidió dejar el caso en manos de la justicia tras cerrar dicha investigación. Aparentemente ya habría sido detenido.

Yongkang se convierte, de este modo, en el político de más alto rango en ser juzgado en el país desde 1949. En su momento de gloria, el hombre llegó a formar parte del círculo más estrecho del poder chino. Las acusaciones contra él van desde la filtración de secretos del partido y del país durante su mandato hasta la recepción de grandes sumas de dinero y propiedades tanto personalmente como a través de su familia.

“Abusó de sus poderes para ayudar a sus allegados, amantes y amigos a obtener grandes beneficios en contratos comerciales, lo que ocasionó grandes pérdidas a los activos del Estado”, dijo la agencia estatal Xinhua, citando un comunicado del politburó, que añade que Zhou “cometió adulterio con numerosas mujeres y utilizó su poder para obtener sexo y dinero”.

Hace un año no ha sido visto

La acusación de tener mujeres es una que usualmente se utiliza en China para desacreditar a los funcionarios caídos en desgracia. Los miembros del Partido Comunista en el país tienen prohibido tener amantes. Por ello, el comunicado dice que “su comportamiento afectó negativamente la reputación del partido, dañando significativamente la causa del partido y del pueblo, con graves consecuencias”.

La decisión de expulsar a Zhou del partido se tomó el viernes “en una reunión del politburó”, agrega el comunicado, pese a que éste había dejado todos sus cargos en 2012. El acusado fue visto por última vez en público hace más de un año. Fue imposible acceder a él para comentar la situación y no quedó claro si tiene un abogado. El gobierno de Xi Jinping lleva adelante una campaña para detener la corrupción en China.

DZC (dpa, Reuters, AFP)