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China, la gran locomotora contaminante

Enrique López Magallón8 de noviembre de 2006

China es el segundo país que más emisiones de dióxido de carbono produce en el mundo. Aunque las autoridades han emprendido acciones concretas, la polución originada en esa nación no se detendrá en las próximas décadas.

El crecimiento económico e industrial en China provoca una acelerada contaminación.Imagen: AP

El gobierno de China comenzó a adoptar políticas públicas relacionadas con el medio ambiente desde los años ochenta. En 1989 fue decretada una norma específica: la "Ley de Medio Ambiente de la República Popular China". Ésta sirve como marco a otras seis normas en materia ambiental, además de trece más dedicadas al manejo de los recursos naturales y 34 reglamentos complementarios. A nivel nacional, existen más de 1,020 reglamentos locales para el cuidado del medio ambiente.

La propia población china sufre los embates del cambio climático, como lo fue este reciente tifón.Imagen: dpa - Report

Un reto mayúsculo

Las autoridades reconocen que, en el marco de un crecimiento económico acelerado, el cuidado del medio ambiente "será uno de los grandes retos a los cuales se confrontará China en el siglo XXI". En 2002, China culminó el proceso interno de aprobación del Protocolo de Kyoto, y con él, asumió plenamente el compromiso de reducir sustancialmente sus emisiones de gases invernadero.

China presentó a la ONU, en 2004, su primer informe nacional relacionado con la emisión de gases contaminantes. Las cifras resultaron de especial importancia pues, según se confirmó, China es la segunda nación cuya industria arroja más dióxido de carbono al ambiente del mundo, después de Estados Unidos (que no forma parte del tratado). Desde entonces no ha habido grandes cambios.

Además de la industria, el tráfico vehicular es causa de gran contaminación.Imagen: AP

Este año, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) publicó un extenso documento sobre la emisión de gases de efecto invernadero; en él, indica que China emitió 3,719 millones de toneladas de dióxido de carbono en 2003. Pese a los numerosos programas oficiales mencionados en materia de medio ambiente, y a las declaraciones del gobierno chino en ese sentido, las predicciones de la OCDE no son buenas.

Tendencia negativa

De acuerdo con éstas, China no sólo no disminuirá, sino que duplicará sus emisiones de dióxido de carbono para el año 2030. Cifras más recientes, citadas por el periódico inglés The Guardian, confirman esta tendencia. Para comparar, Estados Unidos emita actualmente 5,729 millones de toneladas de dióxido de carbono; Japón, 1,201; Alemania, 854 millones; e Inglaterra, 540 millones de toneladas.

No es el único enigma

Pero la gran incógnita la presentan países como China, con gran crecimiento económico. De ellas dependerá, en buena medida, el éxito o fracaso de los esfuerzos a futuro. El ministro de Medio Ambiente de Alemania, Sigmar Gabriel, cree que lo mejor es que Europa predique con el ejemplo.

El mes pasado se llevó a cabo en China una feria dedicada al uso correcto de los desperdicios industriales.

En entrevista con el semanario Der Spiegel, Gabriel señala que "China y la India forman parte del Protocolo de Kyoto, pero sin compromiso de reducir sus emisiones. Si los países europeos les demostramos que puede lograrse el crecimiento incluso con una reducción de emisiones de dióxido de carbono, se podrían comprometer más".

El gobierno chino, como se ha visto, reconoce el peligro de que su crecimiento económico se transforme en una catástrofe para el medio ambiente. Pero, al mismo tiempo, argumenta que los cambios necesarios no pueden darse sino de manera más paulatina. La locomotora china -parecen decirnos- marcha a un ritmo imparable. Y no se detendrá, ni siquiera ante la perspectiva de un colapso ecológico de grandes proporciones.

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