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China le mete miedo a la Bundesliga

Daniel Martínez (MS)7 de febrero de 2016

Las altas sumas de dinero invertidas por el fútbol chino en estrellas latinoamericanas han causado alerta en Alemania, donde se teme un efecto inflacionario en el precio de los jugadores.

FC Bayern München in China
Imagen: picture alliance/ZUMA Press

Para entender el cejo fruncido de los alemanes al cerrarse el mercado invernal de jugadores, basta ver los balances. Mientras los equipos de la Bundesliga gastaron menos de 50 millones en fichajes, los chinos casi sextuplicaron esas cifras sin siquiera haber dado por terminadas las adquisiciones, que podrán seguir efectuando hasta el próximo dos de marzo, fecha en la cual vence para ellos el plazo de trasferencias.

Y no es solo que China esté gastando más dinero que la Bundesliga en futbolistas lo que genera preocupación, también el hecho de que sus equipos están invirtiendo en jugadores apetecidos por Alemania y sus clubes. A diferencia de las ligas de Estados Unidos o Catar, la de China no está pagando por futbolistas que ya han vivido sus mejores momentos deportivos, sino por un selecto grupo de aquellos que por edad y condiciones, todavía tendrían mucho que dar a primer nivel de competencia en Europa.

El nuevo poder

Al empezar la actual temporada futbolística en Europa, el alemán Eckhard Krautzun concedió al portal T-Online una reveladora entrevista que hoy, seis meses más tarde, se lee como una profecía cumplida. “Hay estrellas que llegan a China solo para ganar dinero cuando están más allá de su cenit deportivo. Lo mejor pasará cuando empiecen a ficharse a futbolistas que están aún en plenitud. Entonces se reforzarán las posibilidades que ya existen de que China sea la mayor potencia futbolística de Asia, y luego una de las mayores del mundo”.

Krautzun, quien es asesor de la Federación China de Fútbol, está convencido que el gran despertar del fútbol chino está próximo, y depende solo de la formación de talentos en sus propias canteras. Pero mientras esto sucede, y para apoyar también el desarrollo de los jugadores juveniles poniéndoles al frente modelos a seguir, la liga del país que ocupa el puesto 93 en el escalafón internacional de la FIFA compra estrellas que le permitan ganar en atractivo y popularidad.

El objetivo, como revelaría Krautzun, es entusiasmar a la juventud que, a la vuelta de unos pocos años, luego de gozar de una formación de excelente nivel, debe empezar a cosechar títulos internacionales. En este proyecto también está fuertemente vinculado el dinero de empresas y millonarios chinos.

En Alemania, por ejemplo, las firmas Huawei y Yingli Solar ya están muy bien afianzadas. La primera es socia tecnológica del Schalke, y la segunda del estadio Allianz Arena del Bayern Múnich. Además, el multimillonario Wang Jianlin, a través del Grupo Wanda, posee el 20 por ciento del Atlético Madrid. Allí, al igual que en otros clubes españoles como el Valencia y el Villarreal, se están formando cientos de promesas del fútbol chino menores de 15 años.

Las estrellas predilectas

De las 35 adquisiciones realizadas hasta ahora por el fútbol chino, casi un tercio corresponde a la ficha de jugadores latinoamericanos por quienes se han pagado cifras récord en el mercado internacional. Los mejores ejemplos: los 50 millones de euros por el brasileño Alex Teixeira y los 42 millones por el colombiano Jackson Martínez.

Pese a no haber jugado ni una sola vez con la selección del Brasil, Alex Teixeira le costó al fútbol chino 50 millones euros.Imagen: picture-alliance/dpa/N.Potts

En ambos casos –y esto es lo que pone a pensar a los clubes alemanes- los inversionistas chinos elevaron en muy poco tiempo las cotizaciones a sumas difíciles de justificar. Según el portal especializado Transfermarkt, el precio de Teixeira subió en apenas tres semanas 20 millones, y el de Martínez, quien no era figura en su equipo (Atlético Madrid), 12 millones.

Esta veloz curva de incremento en los precios generada por la demanda del fútbol chino se torna en una amenaza para los equipos de la Bundesliga, afectados por los efectos colaterales de los movimientos del mercado internacional. Además, a los alemanes también se les recortan las opciones de refuerzo pues los clubes chinos ahora compran a figuras que aún tienen mucho fútbol que dar.

Teixeira tiene apenas 26 años, al igual que sus compatriotas el centro delantero Elkeson y el mediapunta Bruninho. Martínez alcanza escasamente los 29, como el otro colombiano Fredy Guarín, o su compatriota un año menor Fredy Montero. Esas son edades ideales para un deportista, no en vano el Schalke intentó este invierno hacerse a los servicios de Renato Augusto (27 años), pero perdió la puja con el BJ Guoan.

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