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China muestra sus músculos

Benjamin Knight /JAG29 de noviembre de 2013

Las tensiones entre China y Japón por unas islas deshabitadas empañan la visita que el domingo emprenderá a la región el vicepresidente de EE.UU., que inevitablemente parece haber entrado en el conflicto.

Imagen: picture-alliance/dpa

Ha sido un hecho que ha convertido la visita en una cita interesante. El próximo viaje rutinario del vicepresidente de EE.UU., Joe Biden, a Pekín para tratar de cooperación económica, se ha visto ensombrecido por la escalada de la tensión respecto a una cadena de islas inhabitadas. Ante el mal momento elegido por China para declarar unilateralmente su soberanía aérea sobre las islas Diayu (para los chinos) o Senkaku (para los japoneses), Estados Unidos envió como respuesta un par de bombarderos B52 sin armamento. Fue parte de “un entrenamiento planeado hace tiempo”, aclaraba el teniente coronel Tom Crosson. Sin embargo, mostró claramente el interés de Estados Unidos y fue un acto de desafío hacia un poder emergente.

Pruebas en aguas internacionales

Enviando cazas militares a la zona, la respuesta de China coincidió con la opinión defendida por los medios chinos demandando respuestas. Un ojo por ojo que parece estar configurándose como el conflicto más serio de la región en los últimos 20 años, desde la crisis de Taiwán a mediados de los 90.

La prensa china defiende la actitud de Pekín.Imagen: Reuters

“Creo que no deberíamos subestimar la oportunidad de esta acción”, dice Thomas König, coordinador del Consejo Europeo para Relaciones Exteriores: “Por primera vez, China se ve la cara con Estados Unidos en la región. China parece haber entendido que es un actor importante y está tanteando el terreno como nunca lo había hecho antes”.

Sin embargo, König cree que el movimiento de Pekín fue mal calculado. “Seguramente no esperaban esta reacción de una administración que normalmente es más diplomática”, señaló, apuntando: “A mí me sorprendió porque EE.UU. dijo a menudo que las islas Senkaku son un asunto regional. Pero personalmente creo que la respuesta de Estados Unidos fue adecuada, porque la zona podría ser considerada importante para los intereses estadounidenses en la región. Por otra parte, la respuesta estadounidense se podría calificar como irresponsable porque alguien podría haber abatido a esos aviones”.

Cambio de tendencia

“No están claras las intenciones a la hora de defender esta zona”, dijo König. “Y creo que le salió mal el tiro porque fue un poco inmadura la forma de hacerlo”. Pero las torpezas ocasionales son inevitables a veces, dada la inexperiencia de China en su nueva política exterior más asertiva. König cree que tales incidentes son las primeras señales de un cambio para que China se muestre más asertiva. “Quizás sea el momento de cuestionar las estructuras de poder que han funcionado hasta ahora”, continúa: “Espero que estos incidentes no sean frecuentes, pero creo que lo serán”.

Rod Wye, especialista en China en el Think Tank británico Chatham House, también defiende esa posición: “China diría que es totalmente natural hacerlo y que muchos otros países han reconocido sus zonas de espacio aéreo”.

Mapa de las islas SenkakuImagen: DW

Enemigos íntimos

Detrás de todo está el renovado interés estadounidense en la región del Asia Pacífico, cada vez más complicado por su acuerdo de defensa con Japón. En otras palabras, todas las tensiones entre China y Japón involucrarán inevitablemente a EE.UU. “Hay una sospecha continua de China de que Estados Unidos la está cercando y Estados Unidos sospecha de las intenciones de China en la región”, dice Wye.

Por otra parte, ambas partes están interesadas en mantener buenas relaciones económicas. Después de todo, China está planeando participar en pruebas militares junto a Estados Unidos y sus aliados de la región en 2014. “Es una relación en la que ninguna de las partes muestra claramente su posición”, dice Wye: “hay una tensión continua entre la necesidad de cooperar, con ventajas para ambos en lo económico y lo militar, y la búsqueda de una fórmula para hacer que esa relación funcione a largo plazo. Es una mezcla muy compleja y volátil en este momento”.

Visto de otra forma, tampoco hay razones para alarmarse. “Inevitablemente, China está más involucrada que nunca en otras cuestiones internacionales debido a su dependencia del petróleo de Oriente Medio y otros factores. Pero eso no significa que vayamos a ver ese cara a cara que ha demostrado con su vecindario más inmediato”,dice Wye.

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