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China: oportunidades y riesgos

15 de julio de 2010

La canciller alemana, Angela Merkel, arribó este jueves a China. Las relaciones económicas constituyen un aspecto central de esta cuarta visita que realiza a ese país como jefa del gobierno de Berlín.

La canciller Angela Merkel y el Primer ministro chino, Wen Jiabao brindan en Pekín por un encuentro exitoso.Imagen: AP

Aún no está claro si este viaje se traducirá en grandes contratos, como en ocasiones anteriores. Pero la visita de Merkel a China tiene un enorme significado simbólico. Lo subraya el hecho de el programa incluya dos reuniones de la canciller alemana con el primer ministro Wen Jiabao, una en Pekín, y otra en Xi’an, donde el gobernante chino le mostrará, entre otras cosas, el famoso ejército de terracota.

La canciller Merkel viaja acompañada de una delegación empresarial de alto nivel. Y no es casualidad. La revista china “Semana de la Economía” señaló recientemente que los alemanes han comprendido lo que China necesita: autos eléctricos, tecnología no contaminante y, naturalmente, los productos que se requieren para ello.

Principal socio asiático

Las empresas alemanas tienen buenas oportunidades de hacer negocios en el país asiático. China es el principal socio comercial de Alemania en Asia. Para los chinos, Alemania ocupa el cuarto lugar, después de Japón, Estados Unidos y Corea del Sur. En 2009, el volumen de comercio se elevaba a 92.000 millones de euros, con un superávit chino cercano a los 20.000 millones, pero también con un mercado estable para las máquinas y automóviles germanos.

En el primer trimestre, las ventas alemanas a China aumentaron en un 34%. Stefan Schröder, representante de la industria aeronáutica de la Baja Sajonia, ve una oportunidad en las ambiciones china de desarrollo. “Para nosotros es de especial importancia el hecho de que China se convertirá en los próximos 10 años en la segunda mayor plaza de la aeronavegación civil”, indica Schröder, acotando que la aeronavegación requiere aviones y que empresas de la Baja Sajonia puede suministrar componentes para fabricarlos.

La flor y nata de la industria

Un modelo de Volkswagen, en la feria de automóviles de Shanghai (2009).Imagen: AP

Según informaciones de prensa, en la delegación que acompaña a Merkel se cuentan, entre otros, el jefe de Airbus, Thomas Enders, el de BASF, Jürgen Hambrecht, el de Siemens, Peter Loscher, y el de Volkswagen, Martin Winterkorn. Oportunamente, VW dio a conocer la construcción de su decimoprimera planta en China, donde el consorcio germano vendió cerca de un millón de automóviles sólo en el primer semestre del año.

Las visitas de políticos pueden servir de ayuda a la industria. Así lo experimentó, por ejemplo, el nuevo primer ministro de la Baja Sajonia, David McAllister, la semana pasada en China. “Hasta 2012 han de circular por las calles chinas 500 000 automóviles eléctricos”, indicó el político, subrayando que China se propone fomentar la venta de este tipo de vehículos, pero hasta ahora existía el peligro de que ello sólo se aplicara a los productores chinos. Según McAllister, VW obtuvo la promesa de que también las empresas extranjeras se verán beneficiadas, siempre y cuando produzcan en China.

Pese a todas las oportunidades que ofrece, China no es un país fácil. Para Ioanna Kraft, gerente de la cámara de comercio alemana en Shanghai, todavía hay barreras considerables que dificultan el acceso al mercado, por ejemplo en lo tocante a las licitaciones públicas. Los empresarios esperan que las conversaciones de la canciller Merkel con Wen Jiabao permitan superar estos problemas.

Autora: Astrid Freysen/ Emilia Rojas

Editor: Pablo Kummetz

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