Si Nicolás Maduro aún puede mantenerse al mando en Venezuela, es también gracias al apoyo de Rusia y China. Sin embargo, en el caso de Beijing, la pregunta es: ¿por cuánto tiempo más?
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"Simón Bolívar fue el gran líder de Venezuela y América Latina en el siglo XIX, Mao fue el padre de la gran China en el siglo XX,y creo que se conocieron a principios del siglo XXI", dijo el desaparecido Hugo Chávez, quien siempre tuvo una inclinación por adornar su revolución bolivariana con grandes palabras.
Y cuán sesgada es la comparación entre el libertador de América Latina, por un lado, y el revolucionario chino, por otro lado, Chávez, fue quien junto, con el presidente Hu Jintao, sentó las bases para las relaciones entre Venezuela y China hace casi 20 años. El trato fue muy simple: nosotros damos petróleo, ustedes nos dan dinero a cambio y obtienen influencia geopolítica en la región. Y así molestamos a Estados Unidos juntos con esta asociación estratégica.
China otorgó más de 62.000 millones de dólares en préstamos a Venezuela durante la última década, y ha sido un factor importante en la supervivencia política de Chávez y su sucesor Nicolás Maduro. Pero bajo el gobierno de Maduro, los pagos aún continúan, debido a años de mala administración, y Caracas aún tiene una deuda de más de 20.000 millones de dólares. Ahora, Pekín se pregunta: ¿volveremos a recuperar nuestro dinero? ¿Y no deberíamos tener mejor un Plan B en nuestro bolsillo, lo que también significa considerar una transferencia de poder al autoproclamado Presidente de Transición, Juán Guaidó?
Lo que diferencia China de Rusia
"Aparentemente, China sigue una estrategia más cautelosa que Rusia, por ejemplo, que también calcula que podría haber un cambio de gobierno", enfatiza el experto en China Thomas Eder, de Merics, un taller para la investigación de China en Berlín. Mientras que Rusia advirtió a Estados Unidos ofensivamente de una invasión militar e injerencia en los asuntos internos de Venezuela, China se resistió demostrativamente con apelaciones. Aunque Beijing siguió apoyando a Maduro, tras bambalinas, diplomáticos chinos dijeron haberse reunido con representantes de Guaidó hace mucho tiempo. "China piensa más a largo plazo que Rusia", dice Eder.
Juan Guaidó parece ya haber entendido la estrategia china y quiere usarla para sus propios fines. "En una entrevista exclusiva con el diario ‘Hong Kong Morning Post', prometió ser un socio mejor para China, con un mejor desarrollo económico que podría garantizar el pago del crédito al mismo tiempo", explica Eder sobre la ofensiva mediática de Guaidó. Su oponente, Maduro, sin embargo, ya no está en condiciones de pagar la deuda, y aún menos de proveer petróleo.
El giro a la derecha en América Latina complica el negocio de China
No solo en Venezuela, sino también en Argentina, Chile, Brasil, Perú y Cuba, China es el socio comercial más importante de hoy, y reemplazó a Estados Unidos como el número uno. Debido a que Washington ha perdido más y más interés en América Latina, Beijing ha podido aprovechar este vacío. Y hay algunas ventajas decisivas para ello: hay muy pocas condiciones para el otorgamiento de préstamos y éstas apenas están vinculadas a las condiciones políticas, porque el principio de la política exterior china es - todavía - no interferir. Una alternativa ideal para países que cultivan el antiamericanismo abierto, como Venezuela.
Sin embargo, la alianza antiestadounidense de izquierda en América Latina se está desmoronando, haciendo que el plan de Pekín para desarrollar en América Latina sea aún más difícil. Argentina, Chile, Brasil y Perú ahora están liderados por gobiernos de derecha, que no tienen mayores problemas para comerciar con los todavía odiados Estados Unidos. Solo Cuba es el socio comercial más seguro e importante.
China puede vivir con cada resultado en Venezuela
¿Y si ahora también cae Venezuela? "Esto sería un retroceso para China", dijo el experto Thomas Eder, "pero China siempre ha sido muy pragmática y flexible en la construcción de relaciones económicas sólidas con diferentes gobiernos polarizados en la región". Independientemente de lo que se imponga en Caracas, China tiene muchos pilares en la región. "
Así que Beijing continuará desempeñando el papel de un observador interesado en el póquer de poder venezolano que, de alguna manera, puede llegar a un acuerdo con cualquier resultado. Si es Nicolás Maduro, esto es una ganancia política para China. Si es Juan Guaidó, se hace cargo económicamente. Y si realmente se produce una invasión de Estados Unidos, China puede "presentarse como una gran potencia", según Thomas Eder, "que respeta las normas del derecho internacional al contrario de Estados Unidos".
(jag/jov)
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Simón Bolívar, el puente de la esperanza venezolana
Antes eran los colombianos quienes cruzaban el puente Simón Bolívar en Cúcuta para conseguir trabajo o hacer compras. Ahora son los venezolanos los que cruzan el puente por necesidad de sobrevivir.
Imagen: DW/F. Abondano
Simón Bolívar, el puente de la esperanza venezolana
Manuel, esperaba en la fila de la Cruz Roja. Su hermana menor necesita medicinas.
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Simón Bolívar, el puente de la esperanza venezolana
La masiva inmigración en los últimos años, dío lugar a un mercado informal en las casas aledañas al puente. Ahora, el mercado se extiende a todas las calles del barrio.
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Simón Bolívar, el puente de la esperanza venezolana
El 20 por ciento de los venezolanos que cruzan el puente hacia Colombia lo hacen para buscar nuevas oportunidades.
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Simón Bolívar, el puente de la esperanza venezolana
Las llantas gastadas se compran en las ciudades principales de Colombia y se venden en Cúcuta a unos 20 dólares cada una.
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Simón Bolívar, el puente de la esperanza venezolana
Raul vive de vender las llantas a sus compatriotas. El precio no incluye el costo de pasarlas por las trochas "Si la Guardia Nacional de Venezuela se las ve, se las roban".
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Simón Bolívar, el puente de la esperanza venezolana
Muchas de las llantas que se venden en la frontera son de segunda mano o ya desechadas en Colombia. Algunas han sido reparadas con parches, sus cubiertas están gastadas y son inseguras en condiciones de lluvia.
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Simón Bolívar, el puente de la esperanza venezolana
Rangy Hurtado es enfermero, sus conocimientos para apoyar la labor médica en los quirófanos en Venezuela le ayuda ahora a hacer curaciones a domicilio.
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Simón Bolívar, el puente de la esperanza venezolana
Rangy Hurtado elige las mejores llantas usadas del puesto callejero de Raúl. Elige las dos con más perfil, pero le preocupa que una de ellas tenga una marca de desgaste muy fuerte en el interior “yo creo que el rin va a cubrir esa parte".
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Simón Bolívar, el puente de la esperanza venezolana
En los tiempos en que la economía de Venezuela era estable y próspera Rangy compraba llantas nuevas cada año. “Antes con unas llantas así de gastadas uno se arriesgaba a una multa". Ahora, desde que no tengan alambres saliendo están como nuevas.
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Simón Bolívar, el puente de la esperanza venezolana
Rangy pagó por dos llantas usadas 60.000 pesos (unos 16 euros ó 20 dólares). “Casi dos meses de mi salario”.
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Simón Bolívar, el puente de la esperanza venezolana
Los venezolanos que cruzan la frontera dependen de carreteros que les ayuden a llevar el peso de las maletas. Pagan 5.000 pesos (€ 1,40) por viaje.
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Simón Bolívar, el puente de la esperanza venezolana
El mercado ilegal de medicinas no es una novedad en la frontera, pero lo que ha sucedido es una verdadera explosión de informalidad.
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Simón Bolívar, el puente de la esperanza venezolana
Enrique trabajaba antes como fabricante de zapatos. Ahora los arregla en la frontera porque no tiene la documentación suficiente para conseguir un trabajo estable en Colombia.
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Simón Bolívar, el puente de la esperanza venezolana
Enrique afirma que para los venezolanos hasta arreglar los zapatos es un lujo. “Cobrarles 2.000, 3.000 pesos (menos de un euro) es casi un mes de salario para muchos en Venezuela".
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Simón Bolívar, el puente de la esperanza venezolana
Enrique arregla cualquier tipo de zapato. “la técnica depende del daño y del presupuesto del cliente, muchas veces habría que cambiar la suela, pero no les alcanza. Entonces la cosemos”.
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Simón Bolívar, el puente de la esperanza venezolana
Tanto pastillas de uso casero, como medicinas especializadas, se pueden encontrar en las calles de Cúcuta a un precio menor que en Venezuela.
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Simón Bolívar, el puente de la esperanza venezolana
Los controles migratorios de ambos países detienen mucha mercancía que se considera prohibida, como los repuestos para vehículos. “Toca cruzar por el puente y pagarles, o por la trocha”, dice un venezolano.
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Simón Bolívar, el puente de la esperanza venezolana
Tanto la guardia venezolana, como la policía colombiana vigilan el puente. Pero el contrabando de mercancías es casi tradicional en la frontera.
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Simón Bolívar, el puente de la esperanza venezolana
No todos los venezolanos que cruzan lo hacen para emigrar. Gran parte de ellos lo hace para comprar alimentos para sus familias.
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Simón Bolívar, el puente de la esperanza venezolana
Jerry sostiene que la corrupción de alto y de bajo nivel fue lo que arrastró a Venezuela a esta crisis. "Yo podría vender esta medicina más cara en Venezuela y me la comprarían, pero eso sería hacerle daño a los que la necesitan".
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Simón Bolívar, el puente de la esperanza venezolana
La falta de atención médica, de comida y de recursos básicos dañó radicalmente el estilo de vida de los venezolanos.
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Simón Bolívar, el puente de la esperanza venezolana
Entre los productos que más compran los venezolanos en Colombia están el aceite de cocina, productos de aseo y harina.
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Simón Bolívar, el puente de la esperanza venezolana
Quienes se arriesgan a cruzar mercancía regulada, como las llantas de vehículos, se arriesgan a que la Guardia Venezolana les quite los productos.
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Simón Bolívar, el puente de la esperanza venezolana
Al menos unas 60.000 personas cruzan a diario el puente Simón Bolívar. Este sería uno de los pasos obligados en la estrategia del gobierno de Guaidó para llevar ayuda humanitaria a su país.