Es una carrera contra reloj: el presidente chipriota Anastasiades viaja a Bruselas para mantener conversaciones con la UE. Chipre tiene hasta el 25 de marzo para elaborar un plan de rescate, o el BCE suspenderá los crédtos de emergencia y Nicosia se quedará sin liquidez. El "Plan B" debe salvar ahora a Chipre. Pero el mayor problema sigue siendo la tasa sobre depósitos de ahorro.