La ciudad de Pafos está ubicada en el suroeste de Chipre. Los peregrinos visitaron durante muchos siglos a la diosa del amor y la belleza, Afrodita. Con motivo de la Capital Cultural de Europa se erigió un parque de esculturas a lo largo de la costa. La artista chipriota, Yiota Ioannidou, quiso homenajear a Afrodita con una figura de bronce, "Sol Alter".

Este paraje idílico es el lugar de nacimiento de Afrodita. Esta línea costera dominada por las rocas se llama Pétra tou Romioú y se halla a 25 kilómetros de Pafos. Es una de las atracciones turísticas que nadie debe perderse en Chipre.

Un campesino encontró este mosaico en 1960. Esta obra de arte se halla en muy buen estado y adornó probablemente una villa romana. Representa una imagen de la mitología griega: al dios Apolo y Dafne. Aquí se representará la comedia "Lisístrata", la popular comedia de Aristófanes, durante 2017.

En los mosaicos se inmortalizan los típicos árboles de la isla, los cedros. Su madera era muy apreciada porque era muy resitente y alejaba a los insectos. El cedro de Chipre es una especie arbórea protegida. En el Valle de los Cedros, los amantes de la naturaleza pueden pasear y descansar a la sombra de estos árboles, sobre todo, cuando las temperaturas alcanzan los 40 grados en verano.

Las "Tumbas de los Reyes" pertenecen al siglo III antes de Cristo. Aquí no descansan restos reales, sino gente adinerada que hicieron eregir su tumba, incluso con fuentes de agua. Estas fueron construidas tomando como inspiración las tumbas egipcias. Este parque es Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1980.

La Bahía de Lara es uno de los pocos lugares en el Mediterráneo, donde las tortugas marinas incuban sus huevos. Desde 1971, estos diminutos animalillos se hallan protegidos. Entre mayo y agosto, los turistas no pueden conducir con el auto directamente hasta la playa. En esa época, las tortugas salen del cascarón para adentrarse en el mar.

El clima de Pafos es una ventaja. En enero, las temperaturas rondan los quince grados, ideal para los eventos al aire libre con música, danza y obras teatrales. El 1 de mayo, la Filarmónica de Berlín actuará en el paseo marítimo de Pafos. Todo un regalo para los 60.000 habitantes de la región y los numerosos invitados.

Chipre, a 70 kilómetros al sur de Turquía y a casi 100 kilómetros al oeste de Siria, tiene mucho que ofrecer. Su cocina es de inspiración oriental. Típico es el mesé, tapas con ensalada, verdura, puré de aceitunas y bolitas de carne. Los deliciosos soutzoukos son un postre dulce de almendras cubiertas de chocolate y una gelatina a base de zumo hervido de uvas, agua de rosas, canela y pistachos.

En Chipre, la temporada veraniega es larga. En otoño se puede llegar hasta los 35 grados, y el mar alcanza los 27 grados de temperatura. En 2016, llegaron a la isla más turistas de los esperados debido a la complicada situación política en los países vecinos: Turquía, Túnez y Egipto.

Pafos ofrece 3.000 eventos culturales durante 2017. Llegar allí es muy simple: aterrizando en el aeropuerto internacional. Hasta marzo se puede incluso esquiar. En los montes de Troopos se hallan las pistas de esquí. Las telesillas se llaman naturalmente: Hera, Hermes y Afrodita. La pista de esquí más complicada se llama Zeus.