"Tomo muy en serio todas las acusaciones", dijo el político cristianodemócrata (CDU) este jueves (22.12). Wulff rompió así su silencio para referirse ante la prensa al escándalo que amenaza con costarle el cargo de presidente de Alemania desde hace diez días. En el palacio de Bellevue en Berlín admitió ante los medios que el manejo del préstamo no fue "claro". "Eso me duele”, dijo. En la declaración no se admitieron preguntas. Lo que si quedó claro es que, a pesar del arrepentimiento, Wulff no dejará su cargo.

“Pude y debí haberlo evitado”

Al presidente alemán se le reprocha haber ocultado un préstamo personal por medio millón de euros, que recibió de un amigo empresario en el 2008 para comprar una casa. Esto ocurrió cuando era jefe de gobierno de Baja Sajonia. El escándalo salió a la luz pública la semana pasada. Y desde ese momento no cesó la presión de la oposición y de los medios sobre Wulff, por la falta de credibilidad del mandatario y sus relaciones estrechas con empresarios alemanes.

"Comprendo la irritación que provocó esto. Pude y debí haberlo evitado", dijo Wulff a los periodistas. El mandatario reconoció que debió mencionar el préstamo cuando el parlamento regional de Baja Sajonia le preguntó en el 2010 por sus relaciones con Egon Geerkens, el empresario que lo ayudó. Callar el crédito "no fue recto", sostuvo. "Pido perdón por eso". Wulff también indicó que no cometió ninguna falla legal. “Nunca beneficié a nadie de forma irregular. Mis amistades no influyeron en mi cargo", dijo el mandatario en su corta alocución ante los medios.

El presidente concluyó su declaración pidiendo "confianza" a los ciudadanos. También aseguró que seguirá en su cargo para cumplir con "las grandes tareas que afrontamos en nuestro país, en Europa y en el mundo".

¿Declaración tardía?

La oposición se mostró inconforme con las palabras del presidente alemán. "Admitió lo que ya era conocido", criticó la jefa parlamentaria de Los Verdes, Renate Künast. Por su parte, Andrea Nahles, secretaria general de los socialdemócratas (SPD), dijo que "la declaración llegó extremadamente tarde".

La canciller Angela Merkel fue prudente al comentar la aparición del presidente. "Sus palabras hablan por sí mismas. No hay nada que agregar", dijo. Merkel había respaldado en los últimos días explícitamente en dos ocasiones a su correligionario. El jefe del Partido Liberal Demócrata (FDP), Philipp Rösler, socio de la coalición de Gobierno, celebró que Wulff haya " hablado abiertamente".

Destitución inesperada del portavoz del presidente

Horas antes de comparecer antes los medios, la oficina de la Presidencia alemana anunció la destitución del portavoz y hombre de confianza de Wulff desde hacía años, Olaf Glaeseker.

Aunque no se precisaron las razones, fuentes cercanas a la Presidencia señalaron que fue el propio Glaeseker quien pidió ser alejado del cargo ante el avance inminente del escándalo en torno a Wulff. Glaeseker cesó en sus tareas de forma inmediata. Su cargo fue asumido por su "segunda", Petra Diroll.

Autora: Cristina Mendoza Weber
Editora: Emilia Rojas Sasse