Científicos crean ojo biónico capaz de restaurar la visión
22 de septiembre de 2020
Los expertos aseguran que pueden ayudar a recuperar la visión de las personas ciegas a través de implantes inalámbricos en el cerebro. La etapa de prueba en animales ya finalizó exitosamente, sin efectos adversos.
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Luego de diez años de investigaciones y pruebas en animales, los científicos de la Universidad de Monash, ubicada en Melbourne, Australia, han desarrollado el Sistema de Visión Biónica Gennaris, un ojo biónico que según los expertos es capaz de restituir la visión de las personas ciegas.
Los investigadores han ideado unos implantes inalámbricos de 9x9mm que se instalan en el cerebro. Además, viene con un casco diseñado a la medida, con una cámara, un transmisor inalámbrico, un software y unidad de procesado de visión.
"Hasta 11 de estos implantes, cada uno de los cuales tiene aproximadamente el tamaño de una miniatura, se pueden colocar en la superficie del cerebro y programar de forma inalámbrica para estimular las células cerebrales con diminutos pulsos eléctricos", subraya el grupo investigador.
Si bien el implante se encuentra en fase de pruebas, el aparato fue usado con éxito en ovejas y no se encontraron efectos adversos a la salud de esos animales. El próximo paso será realizar los primeros ensayos clínicos en humanos, los cuales se llevarán a cabo en Melbourne.
“Las prótesis de visión cortical tienen como objetivo restaurar la percepción visual de aquellos que han perdido la visión al proporcionar estimulación eléctrica a la corteza visual, la región del cerebro que recibe, integra y procesa información visual”, agregaron los científicos.
Para el futuro necesitan mayor apoyo y financiamiento. En 2019 habían conseguido un millón de dólares en fondos federales australianos. Sin embargo, no es suficiente y necesitan más ayuda para su proyecto.
El Sistema de Visión Biónica Gennaris es otra propuesta para recuperar la visión y es un competidor directo del Neuralink, proyecto que lidera el CEO de Space y Tesla, Elon Musk.
JU (eltiempo.com, es-us.noticias.yahoo.com, dailymail.co.uk, monash.edu)
8 científicos que fueron sus propios conejillos de indias
¿Que tienen en común un médico que se aplica su propia vacuna contra el coronavirus, un psicoanalista que prueba la cocaína, y el hombre más rápido del mundo? Todos fueron científicos que experimentaron en sí mismos.
Imagen: picture-alliance/AP/NIAID-RML
Una vacuna oral contra el coronavirus
¿Valor, curiosidad, o pura arrogancia? Probablemente es una mezcla de todas estas cosas lo que hace que muchos científicos prueben sus propios inventos. Según el Global Times, un médico chino no solo desarrolló una vacuna oral contra el coronavirus COVID-19, sino que también la ingirió. Hasta ahora no ha sufrido efectos secundarios, dice este medio.
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Fiesta hilarante con Humphry
El conocimiento científico y el placer privado pueden ir de la mano. El químico británico Sir Humphry Davy experimentó con el óxido nitroso entre 1795 y 1798. Con la ayuda de sus autoexperimentos, descubrió no solo el efecto analgésico del gas, sino también las cualidades intoxicantes del llamado "gas hilarante".
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Pionero ultravioleta
El físico alemán Johann Wilhelm Ritter no solo descubrió la radiación ultravioleta en 1801, sino que también inventó la primera batería, al año siguiente. Ritter también estaba interesado en el galvanismo, un término aplicado a las contracciones musculares causadas por descargas eléctricas. Se dice que murió a los 33 años debido a los autoexperimentos galvánicos con los que maltrató su cuerpo.
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Psicología y cocaína
El psicólogo y médico austríaco Sigmund Freud es conocido como el fundador del psicoanálisis. Sus métodos todavía se usan, discuten y critican hoy. Menos conocido es que Freud investigó los efectos de la cocaína durante su tiempo como médico en el Hospital General de Viena. Las cartas publicadas muestran que Freud mismo consumió cocaína durante mucho tiempo, y en grandes cantidades.
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Muerte por fiebre amarilla
"Creo que estoy siguiendo el rastro del verdadero patógeno", escribió el médico estadounidense Jesse Lazear el 8 de septiembre de 1900, en una carta a su esposa. Lazear investigó la malaria y la fiebre amarilla. Confirmó que esta última es transmitida por mosquitos. Para estudiar la enfermedad, intencionalmente se dejó picar, enfermó y murió 17 días después. Lazear tenía solo 34 años.
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El hombre mas rapido de la Tierra
John Paul Stapp se hizo conocido como el "hombre más rápido de la Tierra" debido a su investigación sobre los efectos de las fuerzas de aceleración en el cuerpo humano, incluido el suyo: él mismo había acelerado en un "cohete-trineo" a más de 1.000 km/h, y desaceleró por completo en 1,4 segundos. Es la aceleración más alta que un ser humano ha resistido voluntariamente.
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Catéter secreto
Werner Forssmann ya era considerado un alborotador durante su entrenamiento médico. El cirujano alemán estaba decidido a demostrar que se podía insertar un catéter largo y flexible, de forma segura, desde el brazo hasta el corazón. Aunque se le había prohibido expresamente llevar a cabo el experimento, en 1929 Forssmann fue la primera persona en probarlo, solo. Secretamente, por supuesto.
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Premio Nobel... póstumo
El médico canadiense Ralph Steinman se enfermó de cáncer de páncreas y se sometió a una inmunoterapia que él mismo desarrolló. Según su médico, esta terapia no pudo evitar la muerte de Steinman, pero, al contrario del pronóstico, podría haber prolongado su vida por más de cuatro años. Steinman murió en 2011, unos días antes de que se otorgara el Premio Nobel, que recibió a título póstumo.