Desarrollan dispositivo para "comunicarse" con las plantas
6 de abril de 2021
Plantas carnívoras manipuladas a distancia o vegetales que avisan cuando se ven afectados por una enfermedad: científicos en Singapur experimentan nuevos sistemas de señales eléctricas para comunicarse con la vegetación.
Publicidad
Investigadores en Singapur conectaron plantas a electrodos capaces de detectar las bajas señales eléctricas que los vegetales emiten de forma natural. Utilizaron esta tecnología para que una planta carnívora (dionea atrapamoscas) cierre sus "mandíbulas", formadas por dos lóbulos, cuando un teléfono inteligente emite una señal.
Después unieron uno de los lóbulos a un brazo robótico para agarrar un alambre de medio milímetro y después un objeto pequeño mientras caía. La tecnología está en sus primeros pasos, pero los investigadores creen que podría servir en el futuro a concebir "robots-plantas" capaces de manipular objetos demasiado frágiles para los brazos rígidos de los robots.
"Estas especies de robots naturales podrían interrelacionarse con otros robots artificiales para crear sistemas híbridos", declaró a la AFP Chen Xiaodong, autor de un estudio publicado por la universidad tecnológica Nanyang (NTU) de Singapur.
Publicidad
Un avance para detectar enfermedades
Quedan muchos problemas por resolver. Por ejemplo, los científicos pueden estimular las "mandíbulas" de las dioneas papamoscas para que se cierren, pero no son capaces de abrirlas, un proceso que en la naturaleza dura 10 horas o más.
El sistema también puede detectar las señales débiles emitidas por las plantas, lo que a la larga podría permitir que los agricultores fueran alertados en una primera fase cuando las plantas están enfermas.
"Los agricultores podrían darse cuenta de que una enfermedad se propaga, incluso antes de que aparezcan síntomas claros", afirma Chen.
Ejercicios previos
Hace tiempo que los científicos conocen la existencia de las señales eléctricas emitidas por las plantas, pero su superficie irregular y blanda dificulta la instalación de sensores.
Investigadores de la universidad NTU han concebido electrodos con una textura flexible que se pueden ajustar alrededor de una planta para detectar señales de forma más fiable.
Asimismo, en 2016, un equipo del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) utilizó hojas de espinaca como detectores capaces de enviar correos electrónicos a los científicos cuando se detectaban explosivos en el subsuelo.
Los investigadores colocaron nanotubos de carbono que podían emitir una señal fluorescente cuando las raíces de las plantas detectaban compuestos nitroaromáticos, una sustancia que suele usarse en los explosivos. Una cámara infrarroja leía la señal y enviaba un mensaje a los científicos.
ee (afp/NTU)
8 científicos que fueron sus propios conejillos de indias
¿Que tienen en común un médico que se aplica su propia vacuna contra el coronavirus, un psicoanalista que prueba la cocaína, y el hombre más rápido del mundo? Todos fueron científicos que experimentaron en sí mismos.
Imagen: picture-alliance/AP/NIAID-RML
Una vacuna oral contra el coronavirus
¿Valor, curiosidad, o pura arrogancia? Probablemente es una mezcla de todas estas cosas lo que hace que muchos científicos prueben sus propios inventos. Según el Global Times, un médico chino no solo desarrolló una vacuna oral contra el coronavirus COVID-19, sino que también la ingirió. Hasta ahora no ha sufrido efectos secundarios, dice este medio.
Imagen: picture-alliance/AP/NIAID-RML
Fiesta hilarante con Humphry
El conocimiento científico y el placer privado pueden ir de la mano. El químico británico Sir Humphry Davy experimentó con el óxido nitroso entre 1795 y 1798. Con la ayuda de sus autoexperimentos, descubrió no solo el efecto analgésico del gas, sino también las cualidades intoxicantes del llamado "gas hilarante".
Imagen: picture-alliance/dpa
Pionero ultravioleta
El físico alemán Johann Wilhelm Ritter no solo descubrió la radiación ultravioleta en 1801, sino que también inventó la primera batería, al año siguiente. Ritter también estaba interesado en el galvanismo, un término aplicado a las contracciones musculares causadas por descargas eléctricas. Se dice que murió a los 33 años debido a los autoexperimentos galvánicos con los que maltrató su cuerpo.
Imagen: picture-alliance/imageBroker
Psicología y cocaína
El psicólogo y médico austríaco Sigmund Freud es conocido como el fundador del psicoanálisis. Sus métodos todavía se usan, discuten y critican hoy. Menos conocido es que Freud investigó los efectos de la cocaína durante su tiempo como médico en el Hospital General de Viena. Las cartas publicadas muestran que Freud mismo consumió cocaína durante mucho tiempo, y en grandes cantidades.
Imagen: picture-alliance/akg-images
Muerte por fiebre amarilla
"Creo que estoy siguiendo el rastro del verdadero patógeno", escribió el médico estadounidense Jesse Lazear el 8 de septiembre de 1900, en una carta a su esposa. Lazear investigó la malaria y la fiebre amarilla. Confirmó que esta última es transmitida por mosquitos. Para estudiar la enfermedad, intencionalmente se dejó picar, enfermó y murió 17 días después. Lazear tenía solo 34 años.
Imagen: picture-alliance/dpa/P. Pleul
El hombre mas rapido de la Tierra
John Paul Stapp se hizo conocido como el "hombre más rápido de la Tierra" debido a su investigación sobre los efectos de las fuerzas de aceleración en el cuerpo humano, incluido el suyo: él mismo había acelerado en un "cohete-trineo" a más de 1.000 km/h, y desaceleró por completo en 1,4 segundos. Es la aceleración más alta que un ser humano ha resistido voluntariamente.
Imagen: picture-alliance/dpa/United Archives
Catéter secreto
Werner Forssmann ya era considerado un alborotador durante su entrenamiento médico. El cirujano alemán estaba decidido a demostrar que se podía insertar un catéter largo y flexible, de forma segura, desde el brazo hasta el corazón. Aunque se le había prohibido expresamente llevar a cabo el experimento, en 1929 Forssmann fue la primera persona en probarlo, solo. Secretamente, por supuesto.
Imagen: picture-alliance/dpa/United Archives
Premio Nobel... póstumo
El médico canadiense Ralph Steinman se enfermó de cáncer de páncreas y se sometió a una inmunoterapia que él mismo desarrolló. Según su médico, esta terapia no pudo evitar la muerte de Steinman, pero, al contrario del pronóstico, podría haber prolongado su vida por más de cuatro años. Steinman murió en 2011, unos días antes de que se otorgara el Premio Nobel, que recibió a título póstumo.