Estudio: el Sistema Solar desaparecerá antes de lo pensado
7 de diciembre de 2020
Un grupo de investigadores llegó a la conclusión de que el sistema planetario dejará de existir dentro de unos 100.000 millones de años, muy lejos de la teoría de que el mundo se acabará en un trillón de años.
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Sin lugar a dudas, el Sistema Solar, en algun momento, dejará de existir. Eso lo tienen claro los expertos, quienes llevan años intentando establecer cuándo comenzará el fin de este mundo, lo que está directamente relacionado con el tiempo en que se demore el Sol en colapsar y apagarse.
Según las estimaciones realizadas en 1999, el sistema planetario comenzaría a desmoronarse dentro de un trillón de años. Ese es el tiempo que los astrónomos establecieron para que las resonancias orbitales de Júpiter y de Saturno consigan "desacoplar" a Urano, lo que significaría el principio del fin.
Sin embargo, en un nuevo estudio publicado por la revista científica The Astronomical Journal, un grupo de astrónomos integrado por Jon Zink (Universidad de California), Constantin Batygin (Caltech) y Fred Adams (Universidad de Michigan) realizó un nuevo cálculo y aseguró que el fin del mundo ocurrirá mucho antes: el Sistema Solar dejará de existir "solo" dentro de 100.000 millones de años.
"Comprender la estabilidad dinámica a largo plazo del Sistema Solar constituye una de las búsquedas más antiguas de la astrofísica, que se remonta hasta (Isaac) Newton, quien especuló que las interacciones mutuas entre planetas eventualmente conducirán a un sistema inestable", explicó el equipo de científicos.
El trío de astrónomos aseguró que en los cálculos realizados por los expertos en 1999 no se habían considerado factores importantes, los cuales, a juicio de ellos, colaborarían con un colapso más temprano del Sistema Solar.
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Factor uno: el colapso del Sol
El Sol tiene una importancia clave en su influencia sobre otros planetas y cómo se desarrollará el fin de este mundo. La gran estrella ya lleva 5.000 millones de años brillando y se espera que lo haga durante otros 5.000 millones de años más.
Tras pasar por diferentes fases, el Sol, se convertirá nuevamente en una gigante roja que arrasará con Mercurio, Venus y la Tierra, hasta finalmente convertirse en una enana blanca con menos de la mitad de su masa actual, lo que le hará perder gran parte de su atracción gravitatoria sobre los otros planetas, como Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
Factor dos: la galaxia
Luego del colapso del Sol, y de que este haya perdido su atracción gravitatoria, casi todos los planetas del Sistema Solar serán llamados planetas exteriores, debido a que estos comenzarán a ampliar sus órbitas y pasarán a ser más susceptibles a la influencia de otras estrellas, mientras siguen girando dentro de la Vía Láctea.
"Si tenemos en cuenta la pérdida de masa estelar y el alargamiento de las órbitas de los planetas exteriores, estos encuentros tendrán cada vez mayor influencia. Con el tiempo suficiente, algunos de estos sobrevuelos estelares serán lo suficientemente cercanos como para disociar o desestabilizar a los planetas restantes", agregaron los académicos.
Cuando el Sol sea convertido en enana blanca, todos los planetas perderán sus órbitas y se transformarán en mundos errantes a través de la galaxia. Por lo tanto, una vez que Júpiter abandone su órbita alrededor de lo que queda del Sol, se dará por concluido el Sistema Solar.
JU (abc.es, iopscience.iop.org, marca.com, meganoticias.cl)
Nuestro Sol: una gigantesca bola de fuego
El 'Orbitador Solar' despegó en febrero. La sonda está ahora a medio camino y ya está enviando imágenes espectaculares de nuestra estrella central, sin la que la vida en la Tierra no sería posible.
La sonda ahora tomó estas fantásticas fotos de nuestro Sol. Desde una distancia de 77 millones de kilómetros. Nunca antes se habían hecho tan claramente visibles las erupciones solares más pequeñas. Es justo estas erupciones las que debe estudiar el 'Orbitador Solar'.
El sol borbotea, las erupciones son constantes. En su mayoría pequeñas, pero a veces pueden ser enormes. Con tales tormentas solares, miles de millones de toneladas de material electromagnético son arrojadas al espacio y a la Tierra. Esto puede tener consecuencias para nosotros. Esas erupciones pueden conducir a un fallo en el suministro de energía o al colapso de las redes de telefonía celular.
Nuestro Sol ya brillaba miles de millones de años antes de que existieran los humanos. Se originó a partir de una nube de gas junto con los planetas de nuestro sistema solar y tiene alrededor de 4.600 millones de años. Probablemente brillará otros cinco mil millones de años, es decir, se calcula que le queda combustible para ese tiempo.
Imagen: Reuters/Y. Behrakis
Mostruo energético
Básicamente, el sol es un gran reactor de fusión nuclear: en su interior, la presión y la temperatura son tan altas que los átomos de hidrógeno se fusionan para formar átomos de helio, lo que libera energía atómica en masa. El material solar que cabe en un dedal genera tanta energía como la que se produce al quemar más de mil toneladas de carbón.
Imagen: rangizzz/Fotolia.com
Cien veces más grande que la Tierra
Desde la tierra, el sol no parece tan grande, a veces solo parece un punto brillante en el cielo. De hecho, el Sol tiene un radio de unos 700.000 kilómetros. En el centro hay temperaturas de más de 15 millones de grados centígrados. Su superficie, en cambio, está a unos 5.500 grados.
Imagen: picture-alliance/dpa/F. Rumpenhorst
Una entre millones de estrellas
Lo que todas las estrellas del universo tienen en común es que brillan porque generan energía en su interior. Nuestro Sol es uno de esos miles de millones de estrellas. Es de tamaño mediano en comparación con otros: algunos soles son cien veces más grandes, otros diez veces más pequeños.
Imagen: Ye Aung Thu/AFP/Getty Images
Un objeto de observación burbujeante
La superficie solar hierve a borbotones: el material incandescente se eleva desde el interior del Sol con fuerza hacia la superficie, donde se enfría y se hunde nuevamente como un material más oscuro. Nuestro Sol es la única estrella suficientemente cercana a la Tierra para que los astrónomos puedan observar estos procesos de su superficie en detalle.
Imagen: Getty Images/Q. Rooney
Fascinación por las manchas solares
A veces el sol tiene manchas grandes y oscuras que persisten durante aproximadamente un mes. La humanidad descubrió esto ya antes del nacimiento de Cristo; En 1610, Galileo Galilei registró las manchas solares. A qué se debían no estuvo claro durante mucho tiempo. Hoy sabemos que las manchas solares son zonas en la superficie del Sol donde el campo magnético es particularmente fuerte.
Imagen: picture-alliance/ dpa
Peligrosas tormentas solares
Si la actividad solar es especialmente intensa, se producen tormentas solares, en las que el astro arroja un número particularmente grande de partículas cargadas. Estas partículas pueden incluso golpear y destruir satélites, interrumpir subestaciones en la Tierra o provocar cortes de energía.
Imagen: dapd
Cuando el cielo brilla
Así se ve la parte más hermosa de las tormentas solares: las auroras boreales. Surgen cuando las partículas cargadas del sol golpean la atmósfera de la Tierra. Con qué frecuencia se puede ver este espectáculo fluctúa con el ciclo solar: la actividad del Sol es particularmente alta cada 11 años, entonces se dan gran cantidad de tormentas solares y de auroras boreales.