Cientos de aborígenes demandan al gobierno australiano
28 de abril de 2021
El término de "generación robada" hace referencia a los miles de niños indígenas que fueron separados a la fuerza de sus familiares entre 1910 y 1970, para ser colocados en instituciones o familias blancas.
Publicidad
Cientos de aborígenes de la "generación robada" de Australia, los niños secuestrados por la fuerza a sus familias en nombre de la asimilación, demandaron al gobierno el miércoles (28.04.2021) por daños y perjuicios.
El término "generación robada" se refiere a miles de niños indígenas que fueron separados por la fuerza de sus familiares, desde 1910 hasta los años 1970, para ser colocados en instituciones o familias blancas con fines de asimilación. Muchos nunca volvieron a ver a sus padres o hermanos.
Tristán Gaven, del bufete de abogados Shine Lawyers, anunció el miércoles haber iniciado una demanda colectiva en nombre de cerca de 800 habitantes del Territorio del Norte, estimando que otros miles podrían legítimamente unirse a esta lucha.
En otros estados de Australia ya se establecieron mecanismos de indemnización, pero el gobierno federal, que administraba el Territorio del Norte en el momento en que se produjeron los secuestros, nunca lo hizo. Es el primer recurso colectivo de este tipo en el Territorio del Norte, donde viven 250.000 personas, de las cuales un tercio son aborígenes.
Publicidad
Las disculpas de Australia en 2008 no son suficientes
Heather Alley, de 84 años, tenía nueve años cuando fue arrebatada a su madre. Ella afirma que este trauma la persiguió durante muchos años: "Participo en esta demanda porque creo que nuestra historia debe ser contada", afirmó
En 1997, un informe titulado "Llévenlos a casa", resultado de una encuesta nacional, reconoció que se habían violado los derechos de esos niños y recomendó una serie de medidas de apoyo.
Una de las propuestas clave de este informe, en el que Australia presenta excusas nacionales, se realizó en 2008. Pero un cuarto de siglo más tarde, las víctimas denuncian el racismo institucional siempre actual y el fracaso de las autoridades en afrontar los problemas de salud mental de las personas afectadas, aunque se asignaron fondos a los programas de asesoramiento y apoyo a las familias.
Si bien no se dispone de cifras exactas sobre el número de personas afectadas, el informe de 1997 estima que al menos uno de cada diez aborígenes e indígenas del Estrecho de Torres fue separado de su familia.
Los aborígenes e indígenas del Estrecho de Torres viven en Australia desde hace más de 40.000 años y constituyen la población más pobre y marginada del país. Cuando los colonos europeos llegaron a Australia en 1788, los aborígenes eran alrededor de un millón. En la actualidad representan solo 3% de los 25 millones de australianos.
JU (afp, , efe, theaustralian.com.au, canberratimes.com.au, sbs.com.au)
Escalando Uluru en el último minuto
La roca más famosa de Australia es sagrada para los aborígenes. Por eso, Uluru, también conocida como Ayers Rock, no se podrá escalar a partir de octubre. Eso provocó una afluencia turística sin precedentes.
Imagen: picture-alliance/PA Wire/A. Devlin
Roca no tan solitaria
La roca Uluru se encuentra aislada en el interior del país. Ya es un imán turístico desde hace décadas, pero atrae a más viajeros que nunca en este momento. Para ellos es la última oportunidad de escalar la formación de arenisca que se eleva 350 metros sobre el terreno circundante: a partir de finales de octubre estará prohibido el ascenso, por respeto a los aborígenes.
Imagen: ABC Alice Springs/Katrina Beavan
Ascenso a la salida del sol
Muchos comienzan su ascenso ya en la oscuridad para observar la salida del sol desde arriba. Todo el Parque Nacional de Uluru-Kata-Tjuta es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Según datos oficiales, en 2018 llegaron a Uluru 70.000 visitantes más que en 2017, pero sólo uno de cada cinco visitantes del parque ha escalado recientemente la roca.
Imagen: picture-alliance/Arco Images/G. A. Rossi
Rápido incremento
Esta foto muestra la situación hace seis años. En ese momento todavía se encontraba un lugar para estacionar. Ahora los automóviles se encuentran aparcados ya a kilómetros de distancia de la roca, informa la cadena australiana ABC. La gente de la zona está indignada: alrededor de la roca aumentan las montanas de basura.
Imagen: Imago Images/J. Holmes
El turismo como provocación
El Uluru es un lugar sagrado para las tribus de Australia, por lo que se sintieron molestas por la creciente afluencia de turistas. Con la moda de los selfies, la cosa se puso aún peor. Por ejemplo, cuando una mujer francesa hizo un striptease en la roca en 2010 y subió un vídeo a las redes, como supuesto "tributo" a la cultura aborigen.
Imagen: picture-alliance/Photoshot
Guardianes del Santuario
La mayoría de los indígenas que viven en Uluru pertenece al grupo de los Anangu. Hicieron valer sus derechos sobre Uluru tras décadas de conflicto. En 2002, el nombre "Ayers Rock", que los colonizadores blancos habían dado a la roca en honor de un primer ministro, fue oficialmente abolido.
Imagen: picture-alliance/robertharding/T. Graham
Mucho por descubrir
Incluso sin escalada, la oferta para los turistas sigue siendo grande, asegura el centro de información "Turismo Territorio del Norte" consultado por DW: "Hay más de 100 posibles excursiones y actividades alrededor del Uluru, que respetan la naturaleza y la cultura aborigen. E incluso hay excursiones en Segway.
De todos modos, solo desde la distancia se puede admirar el monolito más grande de la Tierra en todo su esplendor. Solo desde allí se puede disfrutar de la famosa vista espectacular, cuando el Uluru parece brillar en un manto rojo bajo el sol de la mañana o de la tarde. Así, los nativos recuperan su santuario - y todos pueden admirarlo desde la distancia.