800 científicos piden a Trump no negar el cambio climático
6 de diciembre de 2016
Unos 800 científicos pidieron al presidente electo de EE.UU., Donald Trump, ser consciente de efectos del cambio climático y combatir dicho fenómeno, como lo ha hecho actual administración.
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La misiva, publicada por la revista Scientific American, anima a Trump a escuchar a los científicos sobre temas relacionados con el cambio climático, y le sugiere que dé pasos para aliviar las preocupaciones que ha suscitado su opinión al respecto.
"Tiene el apoyo de la mayoría de las compañías, líderes militares, científicos, ingenieros y ciudadanos para responder a las amenazas planteadas por el cambio climático al reducir la contaminación por carbono y expandir la energía limpia", afirmaron los expertos.
"Muchas de las ciudades y estados más grandes de Estados Unidos ya se han comprometido a hacerlo. Le instamos a que decida si quiere que su presidencia sea definida por la negación y el desastre, o la aceptación y la acción", aseveran los científicos.
Reunión Trump – Al Gore
Instan al presidente electo a que amplíe las inversiones en energía limpia dentro del país, reduzca la contaminación por carbono, invierta en mecanismos para responder a desastres climáticos extremos, y permanezca en el acuerdo climático firmado en París hace unos meses. Trump negó durante meses la realidad del cambio climático y llegó a decir en las redes sociales que se trata de un "engaño de los chinos".
En la campaña electoral, Trump se mostró también partidario de "cancelar" los acuerdos sobre medioambiente de la convención de París celebrada en 2015 y suscritos por más de 170 países, y aseguró que "retiraría" todos los fondos de EE.UU. para las Naciones Unidas que tengan que ver con el cambio climático.
Esta semana, el magnate neoyorquino se reunió con el exvicepresidente estadounidense Al Gore, uno de los líderes estadounidenses en temas de cambio climático, para abordar la situación.
JOV (efe, thehill)
Así se protege Colonia contra las inundaciones
Colonia ha sufrido numerosas inundaciones devastadoras. ¿Cómo se puede defender esta ciudad de las crecidas del Rin? Aquí le explicamos algunas técnicas para protegerse de los desbordes del río.
Imagen: DW/O. Ködding-Zurmühlen
¡Atención, inundaciones!
2.000 m³ de agua pasan cada segundo por la orilla del casco antiguo de Colonia. Cuando hay lluvias intensas, hay crecidas enormes. Entre otras cosas, por las correcciones del cauce y los suelos sellados. En 1995, casi 11.000m³ de agua se salían cada segundo del curso con consecuencias devastadoras. Las primeras medidas preventivas se toman hoy cuando el río alcanza una altura de 4,50 m.
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Berg
El muro de protección
La advertencia sobre el nivel de agua llegan exactamente 24 horas antes de la subida, explica Henning Werker, director de la Central de Protección de Inundaciones de Colonia. Así se pueden instalar los paneles móviles de contención realizados en aluminio, que protegen las zonas afectadas a lo largo de 11 kilómetros, hasta un altura de 11,30 metros.
Imagen: picture-alliance/dpa/H. Kaiser
Bien escondidos
Las piezas metálicas incrustadas en los pilares de la pared que ayudan a soportar los paneles de contención son apenas visibles. Están instaladas a lo largo de la orilla a intervalos de un metro. Los paneles tienen tres agujeros en el lado de la orilla del Rin y otro en la parte opuesta, que sirve como apoyo para los pilares que apuntalan los paneles.
Imagen: DW/O. Ködding-Zurmühlen
Piezas de protección
En los almacenes de la ciudad, como bajo las vigas del puente de Deutz, se almacenan barras de aluminio y pilares de protección. Una pieza tiene una altura de 30 centímetros y el muro resultante puede llegar a los 3 metros de altura. Las barras están vacías y se llenan de agua para estabilizar la pared. Con un sellado neumático, la pared contiene el agua hasta en terrenos irregulares.
Imagen: DW/O. Ködding-Zurmühlen
La solución a cualquier problema
Para protegerse contra las inundaciones nunca deben faltar los sacos de arena. “Tenemos 40.000 sacos preparados”, explica Henning Werker. Pero también tienen otros 300.000 vacíos en la reserva. Werker cuenta que un saco lleno pesa unos 20 kilos. Además, también se usan en otras situaciones de crisis, como los incendios.
Imagen: DW/O. Ködding-Zurmühlen
Casco antiguo: lidiando con las inundaciones
Con sus muchos restaurantes, el casco antiguo de Colonia es un auténtico imán turístico y ahora está más protegido que nunca. En el último siglo se vio afectado por tres grandes inundaciones: en 1926, 1993 y 1995. Sus vecinos tuvieron que salir de sus casas en barca y, en 1993, los daños ascendieron a entre 400 y 500 millones de euros.
Imagen: ullstein bild
Arriba con la caja
La inundación de Navidad de 1993 dejó literalmente helados a los habitantes. Se fue la luz y también la calefacción. Por eso, las cajas eléctricas se instalaron en altura como se pueden ver hoy en día. Realmente ya no sería necesario, ya que las medidas de protección soportan un nivel de 11,30 metros, 60 cm más que las mayores inundaciones registradas en los últimos tres siglos.
Imagen: DW/O. Ködding-Zurmühlen
Detener la masa de agua
Los habitantes del casco antiguo de la ciudad también se protegen por sí mismos de las inundaciones. Los marcos de puertas y ventanas están preparados para un sellado rápido y las placas de contención se colocan rápidamente para evitar que el agua entre en las viviendas. Otro método son las hendiduras para sellar las entradas.