Mujeres protestan contra política migratoria de Trump
29 de junio de 2018
Centenares de mujeres recorrieron las calles de la capital de EE. UU. para protestar contra las medidas migratorias de Trump, en especial, contra la separación familiar.
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Más de 500 mujeres, entre las cuales había una miembro del Congreso, fueron arrestadas el jueves (28.06.2018) en los alrededores del Capitolio, en Washington, D.C., Estados Unidos, durante una protesta contra la política de inmigración de línea dura del presidente Donald Trump, que ha desencadenado miles de separaciones familiares en la frontera con México.
La policía del Capitolio de EE. UU. dijo que 575 mujeres que realizaban una protesta en el atrio de un edificio de oficinas del Senado fueron acusadas de manifestación ilegal, luego procesadas en el lugar de los hechos, y liberadas allí mismo.
Muchas de los detenidas cantaban y gritaban consignas, y vestían mantas de emergencia plateadas, similares a las que se entregan a los niños migrantes en los centros de detención estadounidenses.
La senadora demócrata de la Cámara de Representantes Pramila Jayapal estaba entre los arrestados.
"Me arrestaron con más de 500 mujeres y @womensmarch para decir que la política de tolerancia cero de @realDonaldTrump no continuará. No en nuestro país. No en nuestro nombre", dijo en Twitter.
Susan Sarandon también fue arrestada
La actriz Susan Sarandon dijo que ella también fue arrestada el jueves en Washington, donde la gente se había reunido en protesta frente al Departamento de Justicia.
"Arrestada. Mantente fuerte. Sigue luchando. #WomenDisobey" (Mujeres en desobediencia), tuiteó la estrella de Hollywood.
Los manifestantes en el edificio de oficinas de Hart Senate desplegaron carteles que decían: "Fin a todos los campos de detención" y "Las familias deben estar unidas y en libertad".
La senadora Kirsten Gillibrand publicó un video de la manifestación, diciendo que las mujeres protestaban contra "esta política inhumana de la administración Trump para separar familias en la frontera".
Trump y el Congreso tratan de resolver una crisis que tiene como víctimas a más de 2.000 niños separados de sus padres migrantes, desde que el gobierno anunció una política fronteriza de "tolerancia cero", a principios de mayo de 2018.
La medida exige el estricto cumplimiento de las leyes que requieren que cualquier persona atrapada cruzando ilegalmente sea arrestada y trasladada para su enjuiciamiento.
Trump decretó terminar con las separaciones recientemente, a raíz de la protesta internacional y las críticas de los demócratas, así como de algunos republicanos, pero el Congreso no ha podido resolver la crisis aún y esta se ha prolongado.
"Lo que la administración está haciendo ahora es moralmente incorrecto, es inhumano y tiene que detenerse", dijo Gillibrand.
CP (efe, afp)
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Deportados por Trump: volver a una realidad desconocida
Bajo el presidente Donald Trump son cada vez más los inmigrantes indocumentados que son deportados. Muchos de ellos han pasado la mitad de su vida en Estados Unidos. Cada semana llegan tres aviones a Ciudad de México.
Imagen: DW/S. Derks
Amarga llegada
Los aviones aterrizan en una zona especial del aeropuerto de Ciudad de México. Los inmigrantes indocumentados son deportados desde los centros de detención en Estados Unidos. Esposados los llevan al avión. Veinte minutos antes de aterrizar los liberan.
Imagen: DW/S. Derks
Illegal alien
George Niño de la Riviera supo que había estado viviendo ilegalmente en Estados Unidos cuando cumplió 18 y postuló a un trabajo. Le dijeron que no tenía número de seguro social. Sus padres lo habían llevado a ese país siendo un bebé. Allí creció. Hace cinco meses fue deportado. Había pasado 34 años en Estados Unidos. Sus cuatro hijos viven con su exesposa en Fresno.
Imagen: DW/S. Derks
Un país extraño
María Herrera, de 27 años, fue deportada el 10 de abril. Estaba esperando la renovación de su visa DACA (Acción diferida para los llegados en la infancia) cuando tuvo un accidente automovilístico. Fue detenida y llevada a prisión. Dos meses después la deportaron. Tenía tres años cuando salió de México, un país que le es ajeno.
Imagen: DW/S. Derks
Renacer de la herida
Se encontró con George en New Comienzos, una organización sin ánimos de lucro que da asistencia a los repatriados. Comenzaron a salir juntos. “Es lindo tener un amigo especial que haya pasado por todo esto también”, cuenta María. Cuando estaba detenida sufrió de depresión y ataques de ansiedad. Ahora ambos están tratando juntos de abrirse camino en Ciudad de México.
Imagen: DW/S. Derks
Detenido y deportado
En 2003 tuvo una pelea con su exnovia. Entonces, Diego Miguel María, de 37 años, fue detenido. Fue deportado en 2016.
Imagen: DW/S. Derks
"Dump Trump and his walll"
Junto con otros cinco compatriotas recientemente repatriados, Diego Miguel María ha conseguido un fondo especial del gobierno mexicano para montar una empresa de impresión de textiles. Su marca es “Deportados”. Se especializa en imprimir camisetas y bolsas con lemas como “"Dump Trump and his wall" (abajo Trump y su muro).
Imagen: DW/S. Derks
Una mano amiga
El trabajo de Diego no va a volverlo rico, pero le deja tiempo para trabajar de voluntario ayudando a nuevos deportados en el aeropuerto. “Me sentí tan perdido cuando atravesé esa puerta. Me parece importante guiar a aquellos que están tu mismo pellejo”, cuenta. Lo más difícil fue dejar a su hijo. Vivían juntos antes de que fuera deportado. Su exesposa no le permite ahora tener contacto con él.
Imagen: DW/S. Derks
Recomenzar
Daniel Sandoval fue deportado en febrero de 2018. No obstante parece estar tranquilo. “En Estados Unidos nunca hubiese podido invertir en un futuro, porque no tengo documentos. ¿De qué sirve una educación si nadie va a contratarme? Aquí en México tengo la posibilidad de recomenzar. Voy a poder tener una mujer e hijos sin temor a perderlos”, cuenta a DW.
Imagen: DW/S. Derks
Amañándose
Daniel vive en un hogar para refugiados que queda sobre la imprenta de “Deportados”. Un pastor de su iglesia le organizó, al comienzo, un albergue en casa de una mujer de 75 años. Ella lo recogió de la estación de autobuses de Ciudad de México. “Me quedé allí dos semanas, pinté la casa. Luego contacté a “Deportados” y me enteré que ayudaban a inmigrantes. Ahora vivo aquí junto con otros dos”.
Imagen: DW/S. Derks
Del lado de la luz
Aunque la mayoría no sabe a dónde los van a enviar y tienen mucho miedo de perderlo todo en una fracción de segundo, el sacudón que sufren no siempre termina mal. “Ahora me parece que mi vida en Estados Unidos estuvo siempre cargada de temor y tristeza debido a mi situación legal. Ahora tengo un lastre menos, porque al fin soy libre y me siento en casa”, contó María a DW.