Pese a la llegada de un convoy humanitario internacional a esa ciudad azotada por la hambruna, la grave situación de 400 personas obliga a trasladarlas cuanto antes a otro lugar, informó la ONU.
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Cientos de personas deben ser evacuadas inmediatamente de la localidad siria de Madaya para recibir atención médica o podrían fallecer, según advirtió la ONU.
Las agencias humanitarias, que lograron finalmente este lunes la entrada de un convoy con ayuda en esa zona sitiada, se encontraron con unas 400 personas que deben salir de allí sin retraso para ser tratadas y que, en caso contrario, se "enfrentan a la muerte".
Así lo aseguró el jefe humanitario de las Naciones Unidas, Stephen O'Brien, tras una reunión a puerta cerrada con los miembros del Consejo de Seguridad convocada a petición de España y Nueva Zelanda.
El embajador español ante la ONU, Román Oyarzun, explicó a los periodistas que la situación de esas 400 personas es "muy crítica" y que si no son evacuadas esta misma noche el escenario será "más que dramático mañana", según la información facilitada por los servicios humanitarios.
Ayuda paralela
Su homólogo neozelandés, Gerard van Bohemen, dijo que las agencias que operan sobre el terreno quieren permiso del Gobierno de Siria para poder sacar a esa gente de la localidad.
En los últimos días, varias organizaciones humanitarias habían denunciado la situación en Madaya, donde alertaban que la población corría el riesgo de morir de hambre.
La ciudad, donde viven unas 42.000 personas y que sufre el asedio del régimen sirio y de Hizbulá desde hace 180 días, recibió a los primeros camiones de una caravana humanitaria de unos 50 vehículos tras meses sin apenas asistencia.
Lo hizo después de que Damasco autorizara la distribución y en paralelo al envío de ayuda a Fua y Kefraya, de mayoría chií, y que llevan meses cercadas por el Frente al Nusra.
Oyarzun, tras la reunión del Consejo de Seguridad, recordó que los asedios con el objetivo de causar el hambre entre la población son un "crimen de guerra" y van "contra la legislación internacional".
"No podemos consentir eso. Vamos a seguir este asunto muy de cerca", garantizó.
La embajadora estadounidense ante la ONU, Samantha Power, dijo en un comunicado que las informaciones que llegan sobre la hambruna en Madaya y otras regiones sitiadas son "horrendas".
"La ayuda entregada hoy, aunque necesaria, está muy lejos de ser suficiente", señaló, al tiempo que acusó al régimen sirio de impedir repetidamente los suministros de ayuda y llamó a la comunidad internacional a redoblar la presión sobre Damasco.
EL(dpa efe)
El año de los refugiados
Nunca antes hubo tantos refugiados como en 2015. Muchos han llegado a Alemania. "Es un desafío histórico", señaló la canciller Angela Merkel. Una mirada retrospectiva a un año estremecedor.
Imagen: Reuters/O. Teofilovski
Grecia: una puerta hacia la UE
Estos jóvenes procedentes de Siria superaron una peligrosa etapa de su viaje. Llegaron a Grecia y, por ende, a la Unión Europea. Pero con ello no alcanzaron todavía su meta. Quieren seguir rumbo al norte, hacia otros países de la UE. La mayor parte huyó en 2015 a Alemania y Suecia.
Imagen: Reuters/Y. Behrakis
Peligro en el Mediterráneo
El camino que han recorrido encierra peligros mortales. Reiteradamente zozobraron embarcaciones no aptas para la travesía. Estos niños sirios y su padre tuvieron suerte. Fueron rescatados en el Mediterráneo por pescadores griegos de la isla Lesbos.
Imagen: Reuters/Y. Behrakis
La imagen que conmovió al mundo
Aylan Kurdi, de tres años de edad, no sobrevivió. A comienzos de septiembre se ahogó con su hermano y su madre en el Egeo, cuando intentaban llegar a la isla de Kos. La foto de este niño sirio muerto dio la vuelta al mundo, conmoviendo a miles de personas.
Imagen: Reuters/Stringer
Contrastes a la vista
Kos, a menos de cinco kilómetros de Turquía, es la meta de muchos refugiados. Llegan a las playas donde solo solía haber turistas. Este grupo de refugiados paquistaníes logró arribar con un bote inflable.
Imagen: Reuters/Y. Behrakis
Caos total
Muchos refugiados quedan varados en Kos, porque solo pueden continuar viaje a tierra continental tras haberse registrado. En el verano, la tensión escaló cuando las autoridades hicieron esperar a los refugiados en un estadio para hacer ese trámite, a pleno sol y sin agua.
Imagen: Reuters/Y. Behrakis
Un transbordador para refugiados
Debido a la insostenible situación imperante en la isla se produjeron disturbios. Para reducir la tensión, las autoridades griegas arrendaron un barco en el que se habilitaron posibilidades de alojamiento para 2.500 refugiados y una oficina de registro.
Imagen: Reuters/A. Konstantinidis
El dilema de Europa
Por la misma época, más al norte, en la frontera greco-macedonia, policías fronterizos impiden el paso a la gente. En el tumulto hay niños que lloran, separados de sus padres. "Pura desesperación" se llama la foto tomada por Georgi Licovski. La Unicef la distinguió como la foto del año, ya que plasma "el dilema de Europa y su responsabilidad".
Imagen: picture-alliance/dpa/G. Licovski
Un símbolo negativo
A fines del verano, Budapest se convirtió en un símbolo del fracaso de las autoridades y de la xenofobia. Miles de refugiados acampaban en los alrededores de una estación ferroviaria de capital húngara. El gobierno les prohibió continuar su viaje. En consecuencia, muchos siguieron su camino a pie, rumbo a Alemania.
Imagen: picture-alliance/dpa/B. Roessler
Se abre el paso
El 5 de septiembre se despejó el camino para los refugiados. La canciller alemana, Angela Merkel, tomó con su par austríaco, Werner Feymann, la decisión de permitir a la gente continuar el viaje. Varios trenes especiales y buses se dirigieron por esos días a Viena y Múnich.
Imagen: picture alliance/landov/A. Zavallis
Bienvenidos, refugiados
El primer fin de semana llegaron a Múnich cerca de 20.000 refugiados. En la estación central de la ciudad se reunieron innumerables voluntarios para atender a los refugiados y proporcionarles alimentos y vestimenta.
Imagen: Getty Images/AFP/P. Stollarz
"Lo lograremos"
Mientras Merkel era aclamada por los refugiados y los partidarios de darles asilo, en otros sectores de Alemania surgía el descontento. En una conferencia de prensa, Merkel respondió a las críticas con estas palabras: "Si tenemos que disculparnos por mostrar un rostro gentil en una situación de emergencia, este no es mi país". Otra frase se convirtió en su mantra: "Lo lograremos".
Imagen: Reuters/F. Bensch
Historias en el equipaje
A fines de septiembre, la policía publicó una imagen conmovedora. Una niña refugiada hizo este dibujo y se lo regaló a un policía de Passau. Muestra el horror que vivieron muchos refugiados y su gran alegría de estar por fin a salvo.
Imagen: picture-alliance/dpa/Bundespolizei
El drama continúa
A fines de octubre habían llegado a Alemania más de 750.000 refugiados. Pero el flujo no cesaba. Los países de la denominada "ruta de los Balcanes" se veían superados y cerraron sus fronteras. Solo se siguió permitiendo el paso a sirios, afganos e iraquíes. Como una forma de protesta, algunos refugiados de otros países se cosieron los labios.
Imagen: picture-alliance/dpa/G. Licovski
Sin final a la vista
"¡Ayúdanos, Alemania!", dicen los carteles de los manifestantes en la frontera con Macedonia. En Europa se acerca el invierno y miles de personas, incluyendo niños, se encuentran atrapadas en tierra de nadie. Entretanto, incluso Suecia, considerado un país abierto a los refugiados, estableció transitoriamente controles fronterizos. La UE cuenta para 2016 con otros tres millones de refugiados.