La conexión más importante de gas natural ruso a Alemania, el gasoducto Nord Stream 1, se cerrará el lunes por la mañana por trabajos anuales de mantenimiento previstos por diez días.

El ministro alemán de Economía, Robert Habeck, expresó gran preocupación por la posibilidad de que Rusia no vuelva a abrir el grifo del gas después de que se haya completado el mantenimiento, el 21 de julio.

En junio, la empresa estatal rusa Gazprom ya redujo considerablemente el volumen de suministro a través del gasoducto de más de 1.200 kilómetros de longitud que va de Rusia a Mecklemburgo-Pomerania Occidental.

Según la Agencia Federal de Redes alemana, el gasoducto a través del mar Báltico solo se utiliza actualmente a un 40 por ciento de su capacidad.

Gazprom justificó la reducción del envío de gas por la ausencia de una turbina de Siemens Energy, que por las sanciones internacionales contra Moscú ya no pudo ser entregada desde Montreal a Rusia después de que se completaran tareas de mantenimiento de la misma en Canadá.

Sin embargo, Canadá anunció que permitirá la entrega de la turbina a pesar de las sanciones contra Rusia. Para ello, otorgará "un permiso temporal y revocable" a Siemens Canadá, dijo el ministro responsable de los recursos minerales, Jonathan Wilkinson. La turbina se entregará desde Canadá primero a Alemania y luego a Rusia.

Las tareas de mantenimiento de Nord Stream 1 prevén la revisión y, en caso de ser necesario, la reparación o calibración de la alimentación eléctrica, los sistemas de protección contra incendios y gases y algunas válvulas. También se llevarán a cabo actualizaciones de software.

En los últimos años, estos trabajos habían durado entre 10 y 14 días. Sin embargo, en algunos casos se desviaron del plazo previsto.Según la Agencia Federal de Redes, los trabajos no se realizan directamente en el gasoducto, sino en las estaciones de compresión, por ejemplo en Lubmin.

Los suministros de gas ruso a Alemania a través de otros gasoductos también han disminuido recientemente. Al mismo tiempo, varios países europeos ya han dejado de recibir gas de Rusia. Desde el inicio de la guerra de agresión rusa en Ucrania, a finales de febrero, se considera que el suministro de gas de Rusia a Europa está en peligro. Un cierre permanente del gasoducto Nord Stream 1 podría provocar una escasez de gas en Alemania en invierno. (dpa)