Cinco policías mueren en asalto a una comisaría en Birmania
3 de abril de 2021
La violencia no ceja en el país, con otros cinco manifestantes muertos en las protestas de hoy. Ha habido además más diez mil desplazados por los bombardeos aéreos del ejército birmano durante los últimos días.
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Seis policías birmanos murieron en el ataque a una comisaría en la región de Sagaing, en el centro de Birmania, según informó este sábado (03.04.2021) la prensa local, mientras siguen las protestas contra la junta militar, cuya brutal represión desde el golpe de Estado del 1 de febrero ha costado al menos 550 muertes.
Según indicó hoy el diario digital Myanmar Now, un policía de 25 años que desertó y se unió al movimiento de protesta lideró el ataque el jueves con tres granadas de mano que causó la muerte a cinco policías de la comisaría de Tamu. El sexto fallecido fue el policía rebelde, que recibió un disparo de las fuerzas de seguridad, según relataron testigos a Myanmar Now.
Según el Khit Thit Media, otras tres personas perecieron hoy por disparos policiales en la localidad de Monywa, también en la región central, una más falleció en Tahtone, al sur, y otra en Bago, según la prensa local, durante las protestas. "Empezaron a disparar sin parar con granadas y fuego real", dijo a Reuters un manifestante en Monywa, que pidió no ser identificado. "La gente retrocedió y rápidamente colocó barreras, pero una bala alcanzó a una persona delante de mí en la cabeza. Murió en el acto", explicó.
Miles de desplazados
"Más de 12.000 civiles huyeron, lo que provoca una importante crisis humanitaria", señaló este sábado (03.04.2021) la Unión Nacional Karen (KNU), una de las principales facciones rebeldes de Birmania, que llamó a las minorías étnicas del país a unirse contra la represión del régimen.
Respondiendo al baño de sangre de las fuerzas de seguridad contra los opositores al golpe de Estado del 1 de febrero que derrocó al gobierno civil de Aung San Suu Kyi, la KNU se apoderó la semana pasada de una base militar en el estado de Karen, en el sureste del país. En represalia el ejército llevó a cabo ataques aéreos entre el 27 y el 30 de marzo contra los bastiones de la KNU, los primeros en dos décadas en esta región.
"Muchos civiles murieron, entre ellos menores y estudiantes. Se destruyeron escuelas, casas y pueblos", aseguró la KNU. "Exhortamos a todas las minorías étnicas del país (...) a llevar a cabo acciones fuertes y a adoptar sanciones" contra los responsables, manifestó. En respuesta, diez de las principales facciones rebeldes de Birmania van a "revisar" el acuerdo de paz firmado en 2015 con el Ejército.
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Sangrienta represión
Al menos 550 civiles han muerto por disparos de las fuerzas de seguridad en los últimos dos meses, según la Asociación de Ayuda a los Presos Políticos (AAPP). Podría haber muchas más, ya que más de 2.700 personas han sido detenidas, sin acceso a familiares y abogados. Muchas están desaparecidas.
La junta también bloqueó el acceso a internet para una gran mayoría de la población. Pero el movimiento prodemocracia intenta encontrar alternativas para organizarse. El corte de internet desde el jueves y el uso de armamento como lanzagranadas, ametralladoras y otros armamentos de guerra llevó al relator especial de Naciones Unidas sobre Birmania, Tom Andrews, a reiterar hoy su petición de sanciones y de un embargo de armas para cortar el suministro de ingresos y de armas a la junta. "Esta locura debe terminar", recalcó.
lgc (afp/efe/reuters) Última actualización a las 14:40 con la "revisión" del acuerdo de paz por parte de facciones rebeldes.
Crece la ira y la tristeza en Birmania
Desde el 1 de febrero, Birmania se encuentra en estado de emergencia a causa del golpe militar. Cientos de miles de personas continúan saliendo a las calles para protestar.
Imagen: REUTERS
Continúan las manifestaciones masivas
A pesar de las brutales acciones del ejército, cientos de miles de personas en Birmania protestan cada fin de semana contra el golpe militar y por el regreso de la democracia, como lo hicieron aquí, en la ciudad de Mandalay. Los tres dedos levantados de quienes protestan es una señal que hacen con la mano como gesto de protesta y que viene de la serie de películas "Los juegos del hambre".
Imagen: AP/picture-alliance
La dura represión policial
Las fuerzas de seguridad atacaron nuevamente a los manifestantes con gases lacrimógenos y balas de goma. Las imágenes en las redes sociales también muestran barricadas en llamas. El 1 de febrero, los militares dieron un golpe de estado contra el gobierno de Suu Kyi. La mujer, de 75 años, había ganado las elecciones parlamentarias de noviembre pasado por un claro margen.
Imagen: AFP/Getty Images
Sin escapatoria
La policía persigue a un grupo de manifestantes por el pasillo de un edificio. A pesar de la presión internacional, los militares continúan utilizando la violencia para contener las protestas en todo el país. La enviada especial de la ONU para Birmania, Christine Schraner Burgener, pidió a los miembros del Consejo de Seguridad que escuchen los "llamados desesperados" del pueblo de Birmania.
Imagen: AFP/Getty Images
Barrera mortal de arena
Los manifestantes están bloqueando las calles en numerosas ciudades, construyendo barricadas con ladrillos y sacos de arena. Una de estas operaciones terminó fatalmente para un activista: en Mandalay, un hombre recibió un disparo fatal en el cuello. El joven, de 26 años, había ayudado a levantar barricadas para detener a las fuerzas de seguridad.
Imagen: STR/AFP/Getty Images
Resistencia de muchos
Un soldado vigila a un hombre en las calles de Mandalay. La resistencia en Myanmar cuenta con el apoyo de actores muy diferentes: jóvenes manifestantes y la llamada "Generación Z", pero también del "Movimiento de Desobediencia Civil". Después del golpe, los médicos y enfermeras inicialmente se negaron a trabajar bajo el gobierno militar.
Imagen: AFP
Imágenes prohibidas
Jóvenes manifestantes con escudos protectores hechos por ellos mismos y policías se enfrentan en las calles de las ciudades. Muchas personas en Myanmar apenas ven imágenes de este tipo o similares. La junta militar está tratando de detener la difusión de información sobre las protestas y su represión bloqueando Internet y censurando la red social Facebook.
Imagen: REUTERS
El poder de las faldas
Los manifestantes están utilizando un medio muy inusual: las tradicionales faldas de mujer. Las llamadas "longyui" se cuelgan de cuerdas en las calles de la ciudad y tienen como objetivo evitar que las fuerzas de seguridad utilicen la violencia contra los manifestantes. Esto tiene que ver con la creencia popular de que las faldas de estas mujeres pueden debilitar la fuerza de los hombres.
Imagen: Theint Mon Soe/Zuma/imago images
Superstición y barrera de género
Algunos soldados se niegan a tocar una 'longyi' femenina (falda) por temor a que esto les arruine la suerte en el combate. "Cuando los residentes cuelgan su 'longyi', ellos (soldados y policías) no pueden salir a la calle, primero tienes que quitarlas del camino", explica Thinzar Shunlei Yi, un manifestante de Yangon.
Imagen: AFP
Crece el número de muertos
Los familiares lloran en Yangon junto al lugar donde murió un familiar durante las protestas. Según las Naciones Unidas, al menos 55 personas han muerto desde el golpe militar a principios de febrero. Solo el miércoles (03.03.2021), 38 personas murieron en las manifestaciones. El número podría seguir aumentando, muchas personas resultaron heridas, algunas de gravedad.
Imagen: REUTERS
El dolor es grande, el enojo también
También en este funeral en Rangún, los manifestantes levantan la mano en un gesto simbólico de batalla. Las personas a las que lloran fueron baleadas en una protesta, al igual que este joven que se puede ver en la imagen. "Lucharemos hasta el final. La revolución debe ganar": así terminan muchas entrevistas con manifestantes, como informa en Twitter el periodista Cape Diamond.