¿Serán los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro un colorido festival del deporte? ¿O quedará eclipsado por los problemas económicos, las protestas de sus detractores o la contaminación? ¿En quién debemos fijarnos en Río? ¿Qué podemos esperar de los deportistas alemanes? Respondemos a las preguntas más importantes a un mes de que empiecen los JJ. OO.

¿Cuáles son las estrellas internacionales?

El velocista Usain Bolt pretende, como en 2008 y 2012, ganar el oro en los 100 m, 200 m y 4 x 100 metros y renovar tu triplete. El nadador estadounidense Michael Phelps, que con sus 18 medallas de oro es ya el atleta más laureado de los Juegos. Tras sus problemas con el alcohol, está de vuelta a sus 31 años de edad.

Para la estrella del fútbol Neymar, el oro es el objetivo declarado. Hace dos años se lesionó en el Mundial y, sin él, la Seleção cayó en semifinales contra Alemania. Un oro olímpico sería una reparación. Para los aficionados al baloncesto, Kevin Durant será la mayor atracción, ya que no estarán los campeones de la NBA LeBron James y Stephen Curry. Además, los juegos podrían consagrar al nadador estadounidense Katie Ledecky. A sus 19 años, aspira a llevarse cuatro o cinco medallas de oro.

¿Cuántas medallas se llevará el equipo alemán?

82, 65, 56, 49, 41, 44. Estos son los números desnudos de los últimos 24 años. En Barcelona 92 se hicieron los atletas alemanes con 82 medallas, 33 de ellas de oro. La herencia del sistema deportivo de la Alemania del Este se ha ido difuminando. En Pekín 2008 fueron la mitad. Para el ministro del Interior, Thomas de Maizière, la tendencia a la baja del deporte alemán debe llegar a su fin en Río. Los responsables federales del deporte olímpico (DOSB) manejan un rango de objetivos de entre 38 y 68 medallas. Optando a 306 metales en 28 deportes no parece una meta poco realista.

¿Cuáles son las mayores esperanzas olímpicas alemanas?

Remo, ciclismo y equitación son las disciplinas que concentras las esperanzas alemanas. Los piragüistas podrían acaparar, como en otras ocasiones, muchos podios. Se espera que ganen seis medallas. Los resultados en los mundiales de ciclismo también hacen pensar en entre seis y nueve medallas. También natación y salto de trampolín (3 a 7), atletismo (4 a 6) y equitación (3 a 5) podrían arrojar un balance positivo de metales.

¿Está en Río todo listo?

Los estadios deportivos están todos terminados, aunque podría haber problemas de transporte. No obstante, la ciudad es célebre por su capacidad de improvisación.

El Comité Olímpico Internacional (COI) quiere demostrar que los Juegos también se pueden organizar sin tanto nuevo estadio que queda inmediatamente después en desuso. Las críticas a las obras faraónicas de Sochi 2012 ha hecho que se planteen algunas instalaciones como temporales. Por ejemplo, el estadio de vóleibol playa. Otro estadio será reformado como escuela. Lo que no es seguro es que esté terminada la línea cinco del metro. Con 2.500 millones de euros, es el proyecto más costoso de los Juegos.

¿Qué sigue preocupando?

La situación económica en el país sigue siendo vulnerable y existe gran preocupación respecto a la seguridad. Con una de las mayores recesiones de su historia, el país ha abandonado la lista de los diez países más ricos del mundo. Con el pequeño empujón de los Juegos, se le seguía considerando a como una de las grandes promesas. Pero ahora la presidenta está suspendida, su sucesor ya ha perdido a varios ministros por corrupción, el Estado de Río pierde ingresos por el precio del petróleo… Una inyección de fondos federales de 750 millones pretende paliar esto. La Policía dijo que no disponía de recursos para garantizar la seguridad sin nuevos fondos. Los detractores de los Juegos alegan que costarán unos veinte mil millones de euros, aunque la mitad se financia con fondos privados.

Además está el virus del zika, que asusta a muchos turistas y algunos atletas. Varios de los mejores golfistas han cancelado su participación olímpica debido a esta enfermedad.

También se cuestiona la calidad del agua en la Bahía de Guanabara, donde se llevarán a cabo las competiciones de vela. Los organizadores contemplan una limpieza completa de la bahía y hacen hincapié en que no hay riesgo alguno para la salud. Es el camino de entrada al puerto para los buques portacontenedores, que descargan sus aguas residuales en cualquier lugar. Ningún habitante de Río se bañaría aquí. Recientemente, se encontró en el agua incluso superbacterias resistentes a los antibióticos.