Podrían ser condenadas a 50 años por abortar en El Salvador. En Honduras, podría seguir la prohibición absoluta de abortar aun en peligro de vida o en caso de violación.
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En El Salvador ha entrado esta semana a la Asamblea Nacional una propuesta para penalizar con hasta 50 años de cárcel a una mujer que aborte. En Honduras, la reforma integral del código penal, amenaza con dejar sin revisar la ley que desde 1983 prohíbe absolutamente el aborto y lo penaliza con hasta ocho años de cárcel.
Organizaciones de América y Europa ven con suma preocupación estas regulaciones, que violan manifiestamente convenios internacionales.
Suicidios con veneno para ratas
“El reciente informe de la ONU para Honduras detecta que más del 30% de los embarazos y los partos en Honduras son adolescentes. Hay uno cada 20 minutos. Sólo en 2015, 1545 niñas menores de 14 años fueron madres”, explica a DW Morena Herrera, portavoz de la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto Terapéutico, Ético y Eugenésico.
Los datos preocupantes siguen. “La primera causa de muerte materna es el suicidio. Hasta hace unos años no aparecían en las estadísticas como suicidio sino como envenenamiento. Pero las investigaciones detectaron que, a propósito, las muchachas toman veneno para ratas o una sustancia que sirve para tratar el frijol en el campo. En un país con niveles de violencia sexual escandalosos, muchas jovencitas ven el suicidio como única alternativa”, sigue Herrera. Esta activista hondureña colabora con Cooperacció de Barcelona y Amnistía Internacional en el indulto de prisioneras condenadas, según una ley de 1997, a decenios de cárcel por interrupción de embarazo.
“Una barbaridad”
“Por otro lado”, continúa Herrera, “hay que decir que hace 16 años la presión de la Iglesia Católica consiguió que el ministerio de Salud y el de Educación retiraran los manuales de educación sexual para adolescentes. Así de grave es la situación; la aprobación de esta barbaridad la haría aún más dramática”. Para la aprobación de la ley, propuesta por el partido opositor ARENA que tiene 35 escaños en la Asamblea, se necesitan 43 votos.
“Esta reforma al código penal es como mínimo criminal y aberrante”, dice por su parte a DW Erika González, portavoz de Grupo Sur, una plataforma de organizaciones de la sociedad civil europea y latinoamericana, que, desde Bruselas, aboga por que la UE presione por su no aprobación, en el marco del trabajo conjunto en el tema género acordado entre la UE y los países de la CELAC.
Ya en enero de 2016, la Comisión Europea había dejado expresa su preocupación por la prohibición total del aborto “problemática para las mujeres embarazadas cuya vida corre peligro y en caso de violación”.
“Modelo de control patriarcal”
“Donde hay muy poca presencia del Estado y donde es evidente su incapacidad de asegurar el bienestar de la población, recrudece el modelo de control patriarcal que se ceba en los derechos sexuales y reproductivos”, dice desde Honduras a DW Neesa Medina, especialista del Centro de Derechos de Mujeres. En su país, el aborto está totalmente prohibido y penado desde 1983; es más, desde el 2009, todo contraceptivo oral de emergencia, también.
“Esto hace que la situación sea especialmente grave en un país con una alta tasa de violencia sexual y una impunidad del 96%”, concluye Medina. Su organización forma parte de la alianza Somos muchas. “Más de 23 organizaciones nos hemos unido para intentar que en el nuevo código penal –que se debatirá los próximos dos meses- se despenalice el aborto en tres causales: cuando peligra la salud y la vida de la mujer, cuando es producto de una violación o incesto y cuando el feto tiene probabilidades nulas de vida por malformación congénita”.
“Equivalente a tortura”
Cabe resaltar que desde el 2010, desde la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM), órgano de la OEA, se viene insistiendo en que los Estados deben permitir el aborto en esas tres causales. “La prohibición absoluta es equivalente a tortura”, opina Luz Mejía, especialista del CIM.
En un momento en que se reestructura en Honduras tanto los tipos penales como la reducción de las penas, “para nosotras sería incongruente que se esté planteando un código penal moderno que se acople a a las nuevas tendencias pero el único artículo que se mantenga exactamente igual sea el del aborto”, concluye Medina, quien espera que “el debate supere los actuales manejos de las cúspides eclesiales y se mantenga en el rango de los derechos humanos y de las libertades”.
Yasmín S. Portales: activista queer
Fundado en 2011, Proyecto Arcoiris es desde 2014 en la primera organización independiente cubana aceptada como miembro pleno por la Asociación Internacional de Gays, Lesbianas, Bisexuales, Trans e Intersexuales (ILGA).
Imagen: Neysa Jordán
Feminista y queer
Llena de cicatrices, preguntas y críticas a "la lógica de la belleza y de la feminidad", o a "las dinámicas de subordinación" de la mujer en "los modelos familiares al uso", Yasmín se identifica como feminista "queer": defiende la idea de una sexualidad fluida, cambiante a lo largo de la vida: "En estética, en política y en sexualidad, muy poca gente cree lo mismo a los 20 que a los 45".
Imagen: Proyecto Arcoiris
Contra "nuestra rigidez mental"
"Con su velo, su piel quemada [en un accidente en la infancia], su inteligencia, su espíritu crítico, su humor ácido, la foto de su boda con Rogelio (ella con velo blanco de novia como Dios manda) colgada en ese mismo blog en el que se declara bisexual", Yasmín desafía "nuestra rigidez mental", escribe June Fernández, directora de la revista feminista Píkara Magazine.
Imagen: Neysa Jordán
Madre
La maternidad le llegó "como accidente", con un hijo "deseado pero no planificado", cuenta Yasmín. Y le "echó encima" todos los temas sobre los que había reflexionado: la asunción de que abandonaría su carrera, los prejuicios sobre el género del bebé, "cosas con las que sigo luchando cada día en la educación de mi hijo”, defendiéndolo o enfrentándolo, según sea el caso.
Imagen: Yasmín Silvia Portales
Investigadora
Yasmín integra el Grupo de Trabajo "Anticapitalismo y Sociabilidades Emergentes" del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO): "seguimos a los movimientos sociales en América Latina, campesinos, mujeres, organizaciones obreras". Este 2015, en Puerto Rico, se reunió con sus colegas en el XXIII Congreso de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA).
Imagen: Proyecto Arcoiris
Observatorio Crítico, desde adentro
Como muchos cubanos, "he jugado con la idea de emigrar", reconoce. Quizás por eso, "creo en el derecho de los cubanos y cubanas que han migrado a opinar sobre el destino del país”. Aunque "he decidido "intentar cambiar a Cuba desde dentro de Cuba", desde espacios como el Proyecto Arcoiris o la Red Observatorio Crítico, reunida en la foto en su “Foro Social” de 2011.
Imagen: Red Observatorio Crítico
Proyecto Arcoiris, miembro pleno
Fundado en 2011, Proyecto Arcoiris se convirtió, en 2014, en la primera organización independiente cubana aceptada como miembro pleno por la Asociación Internacional de Gays, Lesbianas, Bisexuales, Trans e Intersexuales (ILGA). Tras pelear contra la exclusión de activistas independientes, Arcoiris asistió a la VI Conferencia Regional para América Latina y el Caribe (ILGA-LAC) en Varadero, Cuba.
Imagen: Proyecto Arcoiris
Con pañuelo
Para su hijab (que descubrió cubriéndose del sol intenso de cero latitud en Quito), Yasmín tiene dos razones. "La personal: no me gusta peinarme", ríe. "La política: soy feminista y me visto como me da la gana", zanja. Allí donde algunas mujeres son obligadas a usar o quitarse el pañuelo, "en nombre de la religión, el laicismo o la integración cultural", dice, "yo defiendo la elección".
Imagen: Proyecto Arcoiris
Besadas
Proyecto Arcoiris ha celebrado "Besadas por la Diversidad", en las que han reunido entre 20 y 50 personas, cerca de la Plaza de la Revolución, en 2012, en la Habana Vieja y en un parque de la central localidad de Sagua La Grande (foto), en 2014. "Un éxito en Cuba, sin acceso a los medios", apunta Yasmín, y "con un tema tabú como que los gays, lesbianas y trans vayan a tomarse el espacio público".
Imagen: Proyecto Arcoiris
Inclusión
Proyecto Arcoiris organiza también los "Motivitos LGBTQA", ideados por otra activista del grupo, explica Yasmín: Se trata de citas inclusivas en espacios públicos y privados, contra la exclusión clasista de mujeres lesbianas y trans afrodescendientes en los espacios de recreación LGBT, "que se han convertido en espacios muy caros".
Imagen: Proyecto Arcoiris
Visibilidad en espacios estatales
El primer curso de literatura LGBT cubana, organizado en 2014 por los poetas y críticos cubanos Victor Fowler y Norge Espinosa, miembro de Proyecto Arcoiris, concluyó con la publicación de materiales reflexivos sobre la presencia del homoerotismo en las artes cubanas en el número 38 de la revista de la Dirección Provincial de Cultura de La Habana, "Extramuros".
Imagen: Proyecto Arcoiris
Voluntariado internacional
En la Marcha del Orgullo Gay de Nueva York, en 2013, Yasmín controló el tráfico en la esquina de 14 y 5ta Ave: "el mejor trabajo voluntario de mi vida", dice. En el viaje de vuelta, "la Estación de Pennsilvania y el tren estaban llenos de gente con banderitas, pegatinas, pulovers, sombrillas. Nos hacíamos señas de complicidad, como si supiéramos de algo muy especial, y así era".
Imagen: Proyecto Arcoiris
Aprendizajes
Cerrando 2015, Yasmín asiste en Washington a un curso de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre el Sistema Interamericano de Protección de Derechos Humanos para la Sociedad Civil: está conociendo el funcionamiento de la CIDH, a funcionarios, relatores y activistas, asistiendo a audiencias y aprendiendo, "en primera fila, cómo se usa el mecanismo y cómo responden los Estados".