Ciudadanos y política, una relación a través de las redes
3 de agosto de 2014 Los chilenos que viven en el extranjero no pudieron participar en las últimas elecciones presidenciales de su país. En las penúltimas tampoco. Ni en las antepenúltimas. Pero los comicios más recientes se diferenciaron de sus predecesores por la influencia que las redes sociales ejercieron sobre ellos. Éstas han adquirido una fuerza difícil de ignorar porque permiten que los ciudadanos se organicen aun sin contar con un espacio físico para ello. De eso tomaron nota varios expatriados chilenos y crearon “Haz tu voto volar”.
Loreto Galindo, becaria de la Fundación Konrad Adenauer y estudiante de Ciencias Políticas en la Universidad Libre de Berlín, formó parte de ese equipo de soñadores, que con ganas y pocos recursos consiguieron ser escuchados por las autoridades chilenas. Ellos se comunicaron con parlamentarios usando Skype; Twitter sirvió para establecer contactos a diferentes niveles; Facebook, para afianzar el grupo; y sus respectivas cuentas de correo electrónico, para el intercambio de ideas. ¿El resultado? En las presidenciales de 2017, los chilenos que viven en el extranjero tendrán derecho a sufragar.
“Toda nuestra campaña fue organizada y dirigida a través de las redes sociales. Realizamos tres grandes manifestaciones internacionales en donde participó gente de más de 150 ciudades. Las fotografías las tuiteábamos en medios de prensa y llegamos a convertir nuestra causa en trending topic varias veces. Todo esto ayudó para que las autoridades pusieran en su agenda el tema del voto en el exterior”, comenta Galindo, quien formaba parte del grupo junto a chilenos que viven en Alemania, Australia y Estados Unidos.
Poder ciudadano
El ejemplo es particularmente emblemático. De los 850.000 chilenos empadronados en el extranjero, unos 500.000 tendrán derecho a participar por primera vez en unas elecciones fuera de las fronteras de su país. Aunque de forma simbólica, miles ya lo hicieron en las últimas presidenciales, gracias a un proyecto llamado “Voto ciudadano”. La enorme participación ayudó a que los políticos del país sudamericano prestaran atención. La presión a través de la prensa y de quienes apoyaban el voto en el extranjero hicieron también su parte.
Rubén Morales, psicólogo social y profesor de Comunicación Política en la Universidad del Salvador en Buenos Aires, Argentina, explica que “la política es un actividad que se ejerce exclusivamente a través de la comunicación y es una constante histórica incorporar los nuevos medios. Hoy en día las redes sociales ocupan mucho tiempo de nuestra vida y los políticos lo saben y están atentos a todo lo que se diga de ellos en los medios”. Por eso, si en los medios y en las redes la voz favorece a determinada idea, lo sensato es remar en esa dirección.
En esa misma línea, Galindo señala que “el poder no son las redes en sí, sino la ciudadanía organizada. Las redes sociales son un medio y si se ocupan de una manera efectiva, se puede posicionar un tema en la prensa y generar mayor presión”. La presión fue tanta que el pasado 30 de abril la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, promulgó la esperada ley. “Miles de hombres y mujeres tendrán voz y voto para elegir a la máxima autoridad de la República. Podemos así garantizar un mínimo acto de justicia con los compatriotas, residan donde residan”, dijo la mandataria.
Una lucha pendiente
Galindo comenta que cuando el grupo organizaba manifestaciones, les tocó ver muchas veces que “las autoridades de los distintos países donde teníamos presencia contemplaban sorprendidos nuestra petición, porque no entendían cómo un derecho tan básico de la democracia les era negado a los chilenos por el simple hecho de haber cruzado la frontera”. Esa sensación se acabará en las próximas elecciones.
Sin embargo, la estudiante de la Universidad Libre de Berlín quiere poner algunos puntos sobre la mesa. El grupo de la campaña “Haz tu voto volar” no está contento con el hecho de que los chilenos no puedanparticipar en las elecciones parlamentarias. Tampoco consideran adecuado que los interesados deban ir al consulado a sufragar, cuando podrían hacerlo por vía electrónica. “El voto presencial en consulados y embajadas traerá como consecuencia una alta abstención e implicará una derrota para el Gobierno y la participación ciudadana”, augura Galindo. Ahí hay otra lucha. Y ahí están, todavía, las redes sociales para ayudar.