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Neonazis: errores que costaron vidas

29 de junio de 2012

En el Bundestag se discutió acaloradamente sobre los errores e irregularidades que imposibilitaron la captura de los neonazis que asesinaron impunemente a diez empresarios de origen extranjero.

Imagen: picture alliance / dpa

El 4 de noviembre de 2011 salió a la luz en Alemania la serie de asesinatos xenófobos y racistas perpetrados impunemente por el grupo neonazi Clandestinidad Nacionalsocialista (CN) entre 2000 y 2007. El 10 de noviembre, el organismo estatal encargado de investigar actos de terrorismo le pidió a la Oficina Federal para la Protección de la Constitución que le entregara las actas que pudieran estar relacionadas con el caso. Al día siguiente, los funcionarios de esa instancia buscaron, encontraron y destruyeron los documentos en cuestión.

Así resumió el socialdemócrata Sebastian Edathy la actuación de la agencia alemana de inteligencia policial este jueves (28.6.2012) en la reunión de la comisión parlamentaria que investiga el caso del “trío de Zwickau”; una sesión en la que se discutió acaloradamente sobre los errores e irregularidades que imposibilitaron la captura de los terroristas de ultraderecha durante más de una década. El grupo CN asesinó sistemáticamente a nueve empresarios de origen turco, a otro de raíces griegas y a una policía alemana.

Sebastian Edathy, presidente de la comisión parlamentaria para la investigación del caso.Imagen: dapd

¿Fueron las actas del caso destruidas intencionalmente o por descuido? Eso está por verse. “Sucesos de esta índole hacen difícil refutar las teorías de conspiración de manera convincente”, señaló Edathy. Un sondeo de opinión realizado en diciembre de 2011 entre ciudadanos de origen turco reveló que el 75 por ciento de los encuestados creía que el Estado alemán había apoyado al grupo terrorista Clandestinidad Nacionalsocialista. El 70 por ciento de ellos estaba convencido de que los políticos germanos querían encubrir los asesinatos.

“¿Qué revelaría ese sondeo si volviera a realizarse hoy?”, se pregunta Ekrem Şenol, jefe de redacción de MiGazin, una publicación digital dedicada a los temas de la migración y la integración en Alemania, y reconocida en 2012 con el premio Grimme Online por su oferta informativa. Şenol sugiere que no es de extrañar que los inmigrantes quieran tener la doble nacionalidad cuando se naturalizan como alemanes o que futbolistas de ascendencia extranjera nacidos en territorio germano no hayan cantado el himno alemán en la Eurocopa.

Ekrem Şenol, jefe de redacción de MiGazin, una publicación digital dedicada al tema de la integración cultural en Alemania.Imagen: Privat

Irregularidades desprestigian a la inteligencia alemana

Y Şenol no es el único en llamar la atención hacia la desconfianza que los órganos de seguridad inspiran entre los inmigrantes y los alemanes que no son tratados como conciudadanos por no ser blancos. La desaparición de documentos importantes para la investigación de los crímenes del grupo CN es sólo el último de los graves deslices que han empañado la imagen de la inteligencia alemana. De hecho, el anuncio sobre la destrucción de las actas opacó las controversiales declaraciones de Jörg Ziercke, presidente de la Oficina Federal de Policía Criminal (BKA).

Ante los diputados alemanes que investigan el caso desde marzo, Ziercke explicó que también la BKA había buscado a los sospechosos de los asesinatos en el mundo de los narcotraficantes y la Dönermafia –un término que usó para aludir a organizaciones criminales integradas por extranjeros– o atribuido las muertes a enfrentamientos entre extremistas de derecha turcos y miembros del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), en lugar de seguir las pistas que apuntaban hacia el ámbito de los neonazis alemanes.

Jörg Ziercke, presidente de la Oficina Federal de Policía Criminal (BKA), tras prestar declaración en el Bundestag.Imagen: picture alliance / dpa

Ziercke admitió la equivocación, pero la justificó enfatizando que el grupo CN era una célula muy pequeña y aislada, desconocida hasta en la escena de la ultraderecha. El presidente de la BKA también intentó presentar sus esfuerzos como un éxito, argumentando que la intensidad de sus pesquisas había llevado al “trío de Zwickau” a poner fin a las matanzas. Los miembros de la comisión investigadora del Bundestag criticaron severamente los comentarios de Ziercke, dando pie a un agresivo intercambio de palabras.

Ziercke, la máxima autoridad de la policía criminalista, rechazó vehementemente las acusaciones de que la institución a su cargo tolera la violencia neonazi, insistiendo en que ésta nunca ha dejado de luchar contra el extremismo de derecha. Según el propio Ziercke, los neonazis cometen dos o tres delitos violentos cada día en Alemania. En su sesión de este 28 de junio, el Parlamento decidió crear una base de datos sobre ataques perpetrados por ultraderechistas a la que tendrán acceso 36 órganos de seguridad a escala federal y regional.

Autores: Bernd Gräßler / Evan Romero-Castillo
Editora: Emilia Rojas Sasse

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