Clara Rojas presenta "Cautiva" en Alemania
1 de noviembre de 2009Afrontar esta situación a través de la escritura del libro "me ha permitido cerrar un capítulo y pensar en el futuro", cuenta la abogada colombiana. Rojas, cofundadora del extinto partido ecológico Oxígeno, junto con cuya líder, Ingrid Betancourt, fue secuestrada el 22 de febrero de 2002 por el grupo guerrillero FARC.
"Ich überlebte für meinen Sohn", (Sobreviví para mi hijo), es el título en alemán del libro publicado en Alemania por la Editorial Blanvalet. Para Clara Rojas, que fue liberada hace 22 meses "lo que cuenta hoy es estar viva". El reencuentro con su hijo - concebido y nacido durante el secuestro en las selvas de la Amazonía colombiana - marcó para ella un punto clave que le permitió dirigir la mirada al futuro.
El drama del secuestro personal y ajeno es tal que, a pesar de haber escrito su propio libro, Clara Rojas no se siente aún tan fuerte como para leer los libros de otras personas que han sido secuestradas. "No lo hago porque es muy doloroso. Yo sufrí la misma situación y me cuesta mucho trabajo soportarlo", explica Rojas. Ella dice estar aún "en un proceso en que necesita airear pensamientos y sentimientos con otras vivencias."
La situación del secuestro es muy dramática
¿Cuándo y por qué se decide a escribir su historia? - "Una vez cerradas las compuertas del helicóptero de la Cruz Roja Internacional que me sacó de la selva, me pareció que recuperar la libertad y a mi hijo era una experiencia tan importante que era necesario compartirla. Mi historia era tan singular que había que plasmarla en un libro, también para que mi hijo pueda saber, de primera mano, qué fue lo pasó." Para esta mujer que se convirtió en madre durante el cautiverio, es importante que su hijo comprenda más tarde las circunstancias en que vino al mundo y cómo y dónde pasó sus primeros años de vida.
Pero además sentía una responsabilidad: "Quería poner mi grano de arena al diálogo y no a la confrontación". Pensando en las futuras generaciones, dedica en su libro un capítulo al perdón. "Porque si los futuros jóvenes encuentran a una mamá resentida, a una mujer totalmente adolorida, siempre van a mirar hacia delante con tristeza, dolor y amargura. Si las futuras generaciones se encuentran con una persona que ha afrontado una situación difícil, pero que también ha podido superarla, quizás los jóvenes piensen que vale la pena vivir, que hay mucho por hacer", explica con voz tranquila.
Clara Rojas ha experimentado que el perdón libera del rencor. "Cuando uno mantiene un espíritu revanchista, la amargura le impide a uno vivir", asegura. Es más, "perdonando se puede allanar el camino a otras personas que se encuentran secuestradas" y dirigiéndose a los secuestradores agrega: "desde mi libro les muestro que hay caminos diferentes y que lo necesario es el diálogo, no la confrontación".
La paradoja de las dos mamás
La abogada colombiana se muestra profundamente conmovida por la labor desarrollada para lograr su liberación y la de otros secuestrados y especialmente por la ecuanimidad demostrada por su propia mamá Clara González de Rojas. Durante su secuestro y el de su compañera de causa política, Ingrid Betancourt, se presentó un hecho probablemente decisivo para la futura vida política de las secuestradas, por lo menos, en la percepción de los colombianos.
Había dos mamás luchando por salvar a sus hijas. Ambas lucharon desde dos posiciones absolutamente antagónicas. La mamá de Clara Rojas, optó por respaldar al Estado de Derecho. La madre de Ingrid Betancourt atacó al Gobierno y politizó su lucha por la liberación de su hija.
A pesar de todas las diferencias surgidas con su ex colega de campaña política, Clara Rojas se siente "muy orgullosa del Ejército colombiano que liberó a Ingrid Betancourt y los demás secuestrados", durante la "Operación Jaque".
Palabras a los secuestrados a través de Deutsche Welle
Desde que Rojas fue liberada, participa en marchas y asiste a debates para una mayor comprensión del problema. "En el exterior busco sensibilizar a la gente sobre lo que significa el secuestro. Y siempre estoy a la búsqueda de una fórmula para la liberación de las personas que aún están secuestradas. Si mis palabras a través de la Deutsche Welle desde Berlín llegan a alguien de los secuestrados en la selva les quiero decir que los pienso de corazón y que ando en búsqueda de un camino que les permita recuperar su libertad", insiste la abogada.
Durante su cautiverio, Clara Rojas dice haber comprendido que la función de la radio puede ser vital. "La radio para los secuestrados es alimento, porque los humanos somos, en definitiva seres sociales", opina Rojas. Y aunque ella misma no habla alemán, en las selvas, algunas veces escuchaba Deutsche Welle en alemán. Tener un oído pegado al acontecer en el mundo, era poder seguir soñando con el mundo libre. Ella, "a veces, prefería escuchar las noticias y los programas que nos enviaban mensajes, a comer".
Reconocimiento a los periodistas
Clara Rojas hizo un reconocimiento a todos los periodistas nacionales e internacionales que se preocupan por el destino de los secuestrados para quienes la radio es muchas veces el único lazo con la realidad.
Clara Rojas instó a todos los interesados en la situación colombiana a informarse: "Que entiendan que el secuestro es un delito muy grave de lesa humanidad que causa un daño muy grande, no sólo en la persona, sino a su familia y a todo un país. Nadie puede estar de acuerdo con este flagelo".
Autor: José Ospina-Valencia
Editora: Claudia Herrera Pahl