El Werder no escatimó recursos para recuperar al hijo pródigo, en una avioneta privada el gerente del club alemán Klaus Allofs voló a Londres para recoger a Claudio Pizarro, quien acompañado de su empresario, Carlos Delgado, aterrizó en Bremen a las 8.30 de la noche.

El revuelo de la prensa local y la afición, quienes guardan muy buenos recuerdos de sus 3 años en la ciudad, de sus 29 goles en 56 partidos oficiales en la Bundesliga vistiendo el uniforme del actual sub campeón, era grande, tanto como lo es al interior del club que en 1999 trajo a Pizarro, entonces de 21 años, a Europa luego de adquirir su pase al Alianza Lima.

Puntualmente a las 9:30 de la mañana del martes apareció Pizarro en su presentación oficial luciendo nuevamente el traje del Bremen, y de esta manera formalizó su regreso temporal a la Bundesliga, su club el Chelsea de Inglaterra lo cedió en préstamo por un año.

La aventura inglesa

Pizarro jugó su último partido en Alemania el 19 de mayo del 2007 con su club de entonces, el Bayern Múnich, sin tener certeza sobre su continuidad después de 6 años de servicios.

En Múnich estaban a puertas de renovar completamente el plantel reforzándolo con dos delanteros de gran calibre internacional (Klose y Luca Toni) y renovarle el contrato al peruano no estaba en los planes de las directivas del Bayern, quienes además no silenciaron su molestia ante las pretensiones de aumento de salario del delantero.

"Pizarro se cree Shevchenko y pretende ganar tanto dinero como él, lo que nosotros no estamos dispuestos a pagar" dijo el dirigente del Bayern Karl Heinz Rummenigge en momentos en que las negociaciones estaban en marcha, cerrando la puerta del club a las aspiraciones del peruano.

Sorpresivamente, luego de jugar una irregular Copa América con la selección del Perú, Claudio Pizarro se convirtió en compañero del mundialmente famoso atacante ucraniano mencionado por Rummenigge en el Chelsea inglés, uno de los mejores equipos en la escena del fútbol internacional, firmando un contrato hasta el 2010.

"Mi año en Londres fue bueno, una gran experiencia, pero no tan bueno como yo esperaba pues no jugué tanto como quería" reveló Pizarro a la prensa en Bremen durante su presentación oficial este martes.

Un año turbulento

A pesar de que el delantero procura hablar bien de lo que aconteció en Inglaterra con su carrera, es poco probable que la satisfacción sea sincera. Pizarro llegó a uno de los mejores clubes del mundo, finalista de la pasada Champions League, sin haber podido consolidarse como titular y teniendo grandes dificultades para ser convocado como reservista.

Apenas 2 goles en 21 partidos oficiales, a la mayoría de ellos ingresó pasado el minuto 80, son un balance muy pobre para las aspiraciones de un jugador que en octubre cumplirá 30 años, entrando de esta forma en la recta final de su actividad profesional.

A la frustración en Londres se le sumaron además los problemas en su país natal donde fue acusado, e incluso sancionado temporalmente apartándosele del equipo nacional, de haber ingresado mujeres y alcohol a una de las concentraciones de la selección del Perú en complicidad del hoy jugador del Schalke Jefferson Farfán.

Bienvenido a Bremen

"Nosotros nos esforzamos mucho para recuperarlo, él es muy querido en Bremen, la afición lo recibe con los brazos abiertos y entregándole su corazón" dijo el entrenador Thomas Schaaf al darle de nuevo la bienvenida a Pizarro en Werder.

El atacante peruano está confiado en que todo saldrá nuevamente bien en Alemania: "mentalmente estoy en excelentes condiciones, falta ver si físicamente me alcanza para debutar el próximo fin de semana en el partido contra el Schalke", anunció.

En cuanto a la posibilidad de quedarse en la Bundesliga mucho más tiempo que el año que en principio fue cedido por el Chelsea, Pizarro indicó que "la opción siempre existe".