El periódico francés Nord Eclair se refiere a las consecuencias del cambio climático y al documento que próximamente presentará la ONU: "Mientras nosotros nos ocupamos de las campañas políticas, y las referencias más freucentes son a la nación y a la bandera, en Bruselas comenzó a reunirse por segunda ocasión el Panel Internacional de Cambio Climático (IPCC). Esperamos que nuestros políticos, sobre todo en países industrializados, hagan gala por lo menos de reflejos elementales de supervivencia. Y luego, que incorporen la solidaridad en sus agendas; por un lado, hacia los pueblos, pro otro, hacia las futuras generaciones. ¿Qué planeta esperamos dejar a quienes vendrán después de nosotros?"

No son estrellas

También de Francia, el Indépendant du Midi aborda el tema de la siguiente manera: "Los cerca de 400 expertos que desde ayer se reúnen en Bruselas no son estrellas de la televisión. No viajan por todo el mundo acompañados de fotógrafos, nadie los conoce. Se ocupan desde hace años del mismo problema y advierten a quienes tiene la responsabilidad política sobre los riesgos que conlleva el cambio climático. La primera respuesta de tipo político se produjo con el Protocolo de Kyoto. Pero Estados Unidos, el mayor contaminador del planeta, aún se niega a ratificar el documento."

Paz en Cercano Oriente

De Berlín, el Tagesspiegel comenta las iniciativas de paz más recientes para Oriente Próximo: "La dirigencia saudí ha reconocido que debe comprometerse más en la zona, si es que quiere equilibrar la influencia de Irán y Siria. Olmer promueve una conferencia de paz, sin duda para no doblegarse ante la iniciativa saudí. Puede que su avance responda a cuestiones puramente estratégicas, pero o mismo puede decirse de el nuevo gobierno palestino de unidad. En todo caso, si la conferencia produce resultados como los alcanzados en Mardid en 1991, mucho es lo que se habrá ganado."

Sesgo psicológico

El Times de Londres también reflexiona sobre este ajedrez político internacional: "Tratándose de un dirigente israelí, el reconocimiento de una iniciativa panárabe constituye un sesgo psicológico notable. Hasta ahora, Israel había mostrado desconfianza hacia todos los planes presentados por su contraparte. Olmert aclara que no está en posición de aceptar todo el paquete, en especial lo que se refiere al retorno de los refugiados palestinos. Pero la disposición al diálogo por parte del gobierno israelí no puede ser desechada."