El francés Gill Schneider es un apasionado del parapente y un amante del circo. Con los pupilos de la escuela de circo de su padre combinó ambas discilpinas en un escenario natural: en la Dune du Pyla, la mayor zona de dunas de la costa atlántica europea y sobre el lago de Annecy en la frontera francosuiza en los Alpes. En la cámara: Adrien Shams Nisan.