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Coaching intercultural

2 de octubre de 2011

Puntualidad, corrupción y estilos de hacer negocios son temas que aclaran entrenadores interculturales a trabajadores alemanes que van al extranjero. Una buena asesoría puede determinar el éxito de esta aventura.

***Achtung: Nur zur mit Camchal abgesprochenen Berichterstattung verwenden!*** Karla Berndt, Bereichsleiterin Unternehmenskommunikation, Deutsch-Chilenische Industrie- und Handelskammer (Camchal) *** Santiago, Chile, 2010 Autor: Camchal
Karla Berndt, de la Camchal, también asesora a chilenos sobre la forma de hacer negocios y relacionarse con los alemanes.Imagen: Camchal

“Aquí no se habla tan directo como en Alemania. En vez de decir ‘no', te dicen ‘lo vamos a ver'… No están acostumbrados a dar un no rotundo”, cuenta Karla Berndt, gerente de comunicaciones de la Cámara Chileno-Alemana.

En sus años en Chile, Karla ha podido formarse un diagnóstico claro de las principales diferencias a la hora de hacer negocios. “Los alemanes trabajan muy organizadamente, con fechas que cumplen. En Chile, si te dicen que algo estará listo el 14, seguro es el 15 ó 16”, señala.

Diferencias en la forma de trabajar y problemas de adaptación al nuevo estilo de vida  pueden marcar la llegada de un extranjero a Latinoamérica y hacer fracasar el proyecto. Las empresas alemanas que envían a sus trabajadores quieren asegurarse de que éstos permanecerán –y a gusto- por el tiempo previsto. Por esto, recurren a los servicios de un entrenador intercultural.

Este profesional entrega una imagen más real del país, su sociedad y sistema político, además de despejar dudas y aconsejar incluso sobre barrios donde vivir y colegios para los hijos. ¿Es seguro salir a pasear por la ciudad? ¿Debo obtener una identificación local? ¿Cómo abro una cuenta en el banco?... son algunas de los puntos que aclaran.

El chileno Jorge Peña, sociólogo de la Universidad de Jena y experto en este servicio de coaching, dice que los alemanes en general ven a América Latina como un bloque bastante uniforme. “Mi gran decepción es que no saben mucho y tienen miedo a peligros que han visto en la televisión o el cine sobre algunos países, y los traspasan a toda la región”, señala el investigador en comunicación intercultural.

Muchos tienen la imagen de que se trata de un destino peligroso, marcado por la delincuencia y la corrupción. “Hablamos de violencia y asaltos, pero dando cifras e información que ayudan a restarles miedo”, indica Peña.

Puntualidad y temas delicados


Jorge Peña durante un seminario de preparación de entrenadores interculturales en Jena.Imagen: DW

En materia de trabajo, “los alemanes están sorprendidos de que algunas herramientas del management, como el protocolo, no se conozcan o no se usen bien”, explica Peña. Un tema clave en cualquier asesoría intercultural es advertir sobre horarios y puntualidad. En muchos países de América Latina es normal llegar a una reunión o empezarla 15 minutos tarde, después de haber conversado sobre la familia o el tiempo.

“Las reuniones duran mucho –dice el investigador- y a los alemanes les cuesta entender que vayan a una junta a la que los participantes pueden llegar tarde y que no sepan de antemano cuál es el tema que se tratará”.

En Chile y otros países de Latinoamérica es educado preguntar por la familia, pero hay temas que son tabú, advierte Karla Berndt: “No es aconsejable dar opiniones políticas sobre el régimen militar, por ejemplo. Nunca se sabe lo que piensa la otra persona. Chile todavía está separado en pro y contra Pinochet y las críticas les pueden caer muy mal a algunas personas, aunque para los alemanes sea difícil de entender”.

No sólo trabajo


Cuando Hans Meyer, oriundo de Baviera, se trasladó en 1989 a México para trabajar por tres años, “tenía la imagen del país del folclor, de raíces indígenas muy presentes, con una rica cultura y un pasado colonial y prehispánico muy rico e interesante”, recuerda. Algunos conocidos le habían advertido sobre la pobreza en zonas rurales y las condiciones de las prisiones, pero iba con buenas expectativas.

Cultura, política, corrupción y relaciones comerciales son algunos de los temas sobre los que asesoran los expertos en coaching intercultural.Imagen: DW

Entonces no contó con coaching intercultural, pero eso no impidió que se quedara  finalmente 12 años en México, donde conoció a quien sería su mujer. Hoy, de vuelta en Alemania, viaja constantemente a distintos países latinoamericanos, los que ha llegado a conocer con sus virtudes y problemas. “Yo tengo actualmente la imagen de pueblos muy amables, de mucho calor humano. El clima, la gente, comidas, paisajes, ciudades coloniales y lugares prehispánicos son fenomenales”, indica Meyer.

“En algunos aspectos -no todos- hay cierta ineficiencia, a la mayoría de la gente le cuesta mucho trabajo decir su opinión franca y abiertamente y menos un ‘No' directo y claro. Casi todos tienen una auténtica alergia grave a todo tipo de crítica hacia sus países y estilo de vida, y a la vez ellos mismos no tienen confianza en sus sistemas. Un cáncer terrible es la corrupción omnipresente. Pienso a veces que la gente no está consciente de las consecuencias gravísimas que tiene esto a largo plazo”, reflexiona.

Los expertos coinciden en que la experiencia de integración y comunicación en una nueva cultura va mucho más allá del trabajo. Por eso, para el éxito de la aventura el sociólogo  Jorge Peña aconseja también desarrollar estrategias de pareja y familia, pensar en hobbies y tiempo libre. Así, todo el grupo aprovecha esta aventura y ayuda al trabajador a adaptarse mejor a esta nueva vida en el extranjero.

Autora: Victoria Dannemann

Editora: Claudia Herrera Pahl

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