En París, el diario La Charente Libre comenta: " EEUU tenía informaciones sobre la preparación de un atentado. También las fuerzas de seguridad árabes habían declarado estado de alerta máximo. Pero, a pesar de todo, ocurrió. No fue un atentado contra una embajada, sino contra una zona de viviendas extremadamente bien protegidas, en los suburbios de Riad, a un paso del palacio real. (...) Este nuevo atentado demuestra que el terrorismo internacional no está para nada a la retaguardia. (...) Los pronósticos de la Casa Blanca antes de la guerra contra Irak se alejan cada vez más. Lo que se va delineando por ahora no es la teoría de piezas de dominó de la democracia formando una larga fila, sino la teoría de un terrorismo cada vez más contagioso."

"Contra la modernidad y la democracia"

El diario español ABC destaca: "Ya desde hace años Al-Qaeda es un instrumento útil a los grupos de más influencia de Arabia Saudita, para hacer valer sus intereses. Pero esta vez, el objetivo era otro. Los islamitas radicales quieren convertir al país en un símbolo para todos aquellos que no quiebren radicalmente con occidente. Junto con los seguidores de Saddam Hussein quieren hacer fracasar todos los intentos de democratización en Irak. El más reciente ataque de bomba es parte de una ofensiva del terror. Esta se dirige contra toda forma de modernidad y de apertura democrática y apunta a extender el caos."

Los terroristas no diferencian más

También en Austria el reciente atentado en Arabia Saudita ocupa las primeras planas. El matutino vienés Kurier opina: "Dolor, muertos y destrucción, nuevamente en Arabia Saudita y nuevamente contra extranjeros. Pero esta vez, sin embargo, contra ciudadanos musulmanes. Los terroristas que matan en nombre del Islam hace mucho que dejaron de diferenciar entre los ‘enemigos’ del Islam y quienes simplemente trabajan para ellos. Los fundamentalistas armados tienen en la mira a todo aquel que se una al régimen saudí."

"Síntomas de parálisis estadounidense"

En Alemania, el rotativo General-Anzeiger de Bonn se dedica a analizar el atentado en Riad desde la perspectiva histórica: "El coche bomba en Riad, el segundo ya en este año, recuerda muy claramente a la historia previa del movimiento terrorista, que - incitado por predicadores saudís y financiado por millonarios del petróleo – encontró su salida en Arabia Saudita. Desde un principio, el terrorismo se dirigió no solamente contra la existencia de Israel y las ambiciones de supremacía de EEUU en la región, sino también contra la política doble y las ansias de poder de las familias gobernantes ‘adictas a los dólares’. Los frecuentes ataques tienen cada vez menos consideración por la población inocente. Su único objetivo es desestabilizar. Pero, sobre todo, queda demostrado que el terrorismo se organiza internacionalmente, mientras que la estrategia de defensa estadounidense resulta ineficaz y reacciona con considerables síntomas de parálisis."