Un colchón autoinflable, que también se desinfla tan pronto sea expuesto a rayos solares. Este y otros inventos de mayor o menor utilidad son presentados en la actual edición de una de las ferias más interesantes del año en Alemania: la IENA de Núremberg que tiene lugar entre este 28 y 31 de octubre 2004. La IENA es una verdadera "fiesta" para conocidos y desconocidos inventores que buscan venderle sus nuevos productos al mundo. Entre los productos más exitosos presentados, por primera vez aquí en Núremberg, están las cometas dirigidas, los patines "inline" y el "calendario eterno". El que, al fin, alguien hubiera pensado en ponerle ruedas a las maletas, sólo se le ocurrió a un "inventor" que se apiadó de los viajeros y presentó aquí su idea no hace mucho tiempo. Hoy es éste uno de las más útiles inventos esparcidos por todo el mundo.

Bastón convertible para extenuados

Este año se exponen y venden más de 650 sofisticadas novedades de 510 pacientes experimentadores de 29 países. En Alemania, el país de los más apasionados senderistas se espera que el Stanley-Rider se venda como pan fresco. Bastan sólo un par de adaptaciones y este bastón de caminante se convierte en un verdadero monopatín de dos kilos de peso. Tan flexible como móvil es también la patineta impulsada por baterías solares producida en el mismo taller del que sale el mencionado bastón convertible.

Calefacción de las profundidades

Pero hay cosas más pesadas que éstas. En aras de la protección del Medio Ambiente fue construído un sistema taladro con el que se puede perforar un hueco hasta de 500 metros en el suelo. ¿Con qué objetivo? En el profundo orificio se puede mantener una reserva de agua calentada por la misma tierra a unos 27°. El agua sube y mueve un generador que distribuye el calor por el piso de toda una casa o edifico. Calefacción ecológica obtenida de las profundidades de la tierra y a un precio cómodo. Un detalle interesante es que el taladro tiene un motor propio que lo hace más económico. Mientras un taladro convencional cuesta unos 125.000, dicho sistema cuesta alrededor de 16.000 euros.

Entre otras de las curiosidades se encuentran también en Núremberg un martillo todouso con cepillo y tenedor, bombillas navideñas con pilas o el colchón inflable que se adhiere al piso. Al parecer el colchón perfecto para las zonas azotadas por frecuentes huracanes.