Colegio Médico sanciona a excolaborador de Colonia Dignidad
Nicolás Guzmán
11 de septiembre de 2019
El Tribunal de Ética del Colegio Médico falló a favor de las víctimas de Paul Schäfer, que presentaron una denuncia contra el psiquiatra Otto Dörr. No se descartan nuevas acciones ante la Justicia.
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De manera unánime, el Tribunal de Ética del Colegio Médico de Chile sancionó este martes (10.09.2019) al Premio Nacional de Medicina Otto Dörr Zegers, en una sentencia de 78 páginas.
El organismo acogió la denuncia del abogado Winfried Hempel, quien acusó al médico de la Universidad de Chile y especialista en psiquiatría de la Universidad de Heidelberg, de pertenecer al "círculo de Hierro” de Paul Schäfer y de defender al enclave, en momentos en que se daban a conocer los primeros antecedentes de abuso y violaciones a los Derechos Humanos en ese lugar.
Hoy está comprobado que al interior de Colonia Dignidad existió abuso de menores, medicación forzada con psicofármacos y una alianza con Augusto Pinochet para la tortura y desaparición de detenidos, durante la dictadura militar de Chile.
Hempel -excolono-, trabajó coordinadamente con el abogado Hernán Fernández, con la Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos Colonia Dignidad y con las Agrupaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Santiago y de Parral.
La sentencia
Aunque se precisa en el fallo del Tribunal de Ética del Colegio Médico de Chile que solo se tomaron en cuenta aquellos hechos vinculados "al ejercicio de la profesión de médico cirujano” de Otto Dörr, en uno de sus párrafos se hace referencia a las otras acusaciones interpuestas en su contra.
"Aquellas imputaciones consistentes en haber defendido en forma irracional la existencia de la ex Colonia Dignidad, a pesar de los crímenes horrorosos que allí se perpetraron; de haber defendido a Paul Schäfer, líder del referido enclave; de haber sostenido públicamente que las madres de los menores sustraídos y abusados habrían actuado por estímulos económicos; de justificar el régimen de esclavitud de los colonos en ese recinto; de negar los hechos delictivos allí cometidos, entre otras del mismo tenor, si bien son conductas que pueden ser enjuiciadas desde el punto de vista de la ética general, escapan, sin embargo, al ámbito de aplicación de la ética médica", se indica en el fallo.
De esta manera, se señala en el texto, que la sanción al Dr. Dörr, se debe a "la relación que habría efectuado entre pederastia y homosexualidad y la falta (...) que se le atribuye en la atención del colono Karl Stricker”.
Respecto al primer punto, el organismo se refiere a las declaraciones del médico en 1997 en la revista chilena Ercilla, en el que el psiquiatra "efectuó una vinculación o relación entre una conducta delictiva -la violaciones a menores- y la homosexualidad”.
El segundo punto, en tanto, tiene relación con el caso del excolono Karl Albert Stricker en 1997, uno de los pocos que logró escapar de Colonia Dignidad en 1996. En esa oportunidad, el Dr. Dörr emitió un certificado en el que recomendaba al Tribunal de Parral no tomar la declaración de Stricker, para evitar -afirma Hempel- que los abusos en Colonia Dignidad se hicieran públicos.
"Sin lugar a dudas hubo constantes maniobras dilatorias por parte de personeros de Colonia Dignidad -Hartmut Hopp, principalmente- tendientes a evitar que el Sr. Stricker compareciera ante el Tribunal de Parral o fuera atendido por otro médico psiquiatra, como ordenó el juez en numerosas oportundiades", se afirma en el fallo del Tribunal de Ética. Además añade que, "con el certificado emitido por el Dr. Dörr, fue impedido de concurrir al tribunal (…) continuando con una vida de esclavitud y abusos hasta su muerte”.
Con estos antecedentes, el Colegio Médico resolvió una sanción de amonestación a Otto Dörr, lo que, aseguran desde la defensa de las víctimas, podría poner en riesgo su actual posición de Premio Nacional de Medicina. "Para mí esta sentencia tiene un significado histórico, porque por primera vez alguien que integró la red de protección de Colonia Dignidad tiene que responder por sus acciones”, señalo en entrevista con DW Jan Stehle, del Centro de Investigación y Documentación Chile-Latinoamérica (FDCL) de Berlín.
Acciones legales
En la página de la Universidad de Chile, en que se indican los ganadores del Premio Nacional de Medicina, figura el Dr. Otto Dörr, pese a que no se realizó nunca una ceremonia de premiación, por las denuncias presentadas por las víctimas de Colonia Dignidad.
Desde la Asociación de Facultades de Medicina de Chile explican que hasta ahora no existen cambios en cuanto al reconocimiento al psiquiatra. Sin embargo, el abogado Winfried Hempel afirmó a DW que "esta sentencia se le hará entrega a la comisión a cargo (del Premio Nacional de Medicina), porque estimamos que un premio de estas características no solo debe analizar el mérito científico, sino que también el mérito moral y ético”.
De igual forma, el abogado anunció que no descartan nuevas medidas en el caso. "Dentro del juicio de ética aparecieron nuevas pruebas que, muchos de los abogados que trabajamos en la materia, no conocíamos. Y ahora con estos nuevos antecedentes, obviamente estamos estudiando seguir con acciones civiles o penales por la Justicia ordinaria”.
Por su parte, el abogado del Dr. Otto Dörr, Luis Ortiz, confirmó que "con certeza" se presentará un recurso de apelación ante la Corte de Apelaciones, tras el fallo del Colegio Médico.
Nota de la redacción del 07.07.2021:
Nuestro artículo fue publicado el 11.09.2019. La Comisión chilena que otorga el Premio Nacional de Medicina ratificó el 25.09.2019 la entrega del galardón de 2018 a Otto Dörr Zegers. Aquí un Link al aviso oficial. La ceremonia de entrega se realizó recién en noviembre de 2019.
Colonia Dignidad: crónica de una secta
Durante más de cuatro décadas, un asentamiento alemán en el sur de Chile fue escenario de brutales crímenes, sin que este país ni Alemania intervinieran para detenerlos. Esta es la historia de Colonia Dignidad.
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El líder, Paul Schäfer
Todo comenzó en Siegburg con la Misión Social Privada, una obra benéfica surgida en la Alemania de post guerra. Su líder espiritual, Paul Schäfer (1921-2010), atrajo a cientos de seguidores. Huyendo de acusaciones de pedofilia, abandonó Alemania en 1961. Lo acompañaron más de 200 personas, entre ellas varios niños cuyos padres fueron engañados para autorizar el viaje.
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Una colonia alemana en el sur de Chile
El grupo viajó a Chile, donde compró un terreno cerca de Parral, unos 300 km al sur de Santiago, y fundó la Sociedad Benefactora y Educacional Dignidad. Así nacía Colonia Dignidad, una comunidad dedicada a labores agrícolas, que construyó casas, una escuela, un hospital y también cercos y un férreo sistema de vigilancia para impedir el contacto con el exterior.
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Vida de secta
Pronto se sumaron nuevos seguidores llegados de Alemania, atraídos por el sueño de una tierra próspera donde comenzar una nueva vida. La colonia llegó a tener unos 300 miembros. Allí las familias eran separadas: hombres, mujeres y niños vivían en casas diferentes. Se trataba de un sistema altamente jerárquico y dominador, en que cualquier disidencia era castigada.
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Riqueza construida con trabajo esclavo
La vida estaba dedicada al trabajo, sin derecho a sueldo, descanso ni vacaciones. Los colonos sufrían castigos físicos y sicológicos, y quienes se rebelaban eran drogados para que se mantuvieran sumisos. Con las ganancias, Schäfer y sus cercanos compraron más propiedades, maquinaria y sofisticados sistemas de seguridad. El patrimonio incluía 16 mil hectáreas y cuentas en el extranjero.
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Abuso sexual
Para los chilenos, la colonia representaba el ideal del alemán esforzado y trabajador. Al interior de la secta, en tanto, Schäfer instauró un macabro sistema para dominar las voluntades y abusar sexualmente de niños. Cuando los alemanes crecieron, comenzó a invitar al internado o actividades de fin de semana a niños chilenos de familias pobres de la zona, de quienes continuó abusando.
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Prisión infranqueable
Escapar de Colonia Dignidad era casi imposible. Implicaba superar altas rejas, el río, los perros y férreos sistemas de vigilancia. Además, los colonos habían entregado sus pasaportes, no sabían español ni conocían la zona. Quienes lograban llegar a la embajada alemana en Santiago, eran devueltos a la colonia. Algunos se retractaban bajo engaños o amenazas, o se les atribuían problemas mentales.
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Wolfgang Kneese, el primer fugado
El primero en lograr huir de la secta, después de tres intentos que le valieron torturas y persecución judicial, fue el joven Wolfgang Kneese. En 1967 regresó a Alemania, donde denunció los crímenes que se cometían en la colonia. En 2008 recibió la Cruz Federal al Mérito (Bundesverdienstkreuz) por su infatigable búsqueda de justicia y respeto a los derechos humanos de las víctimas de la secta.
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Fachada idílica
A pesar de las tempranas denuncias y del revuelo en la prensa, las autoridades de Chile y Alemania no reaccionaron. La colonia proyectaba una idílica imagen con su hospital benéfico, el coro y el restaurant externo en la localidad de Bulnes, con cecinas y pastelería alemana. Al interior, los crímenes continuaron y se agregaron nuevos, como la fabricación y el tráfico de armas.
Imagen: Archivo Villa Baviera
Adopciones irregulares
Con engaños como darlos por muertos ante sus padres, unos 20 niños chilenos fueron adoptados en forma irregular. Recibieron nombres alemanes, aprendieron el idioma de los colonos y debieron trabajar como esclavos. A la izquierda, Rafael Labrín, quien creció como Dieter Scholz. Junto a él otras víctimas: la ex colona Astrid Tymm y Johan Cisternas, quien de niño asistía a actividades en la colonia.
Imagen: FDCL/J. Stehle
Colaboración con la dictadura
Colonia Dignidad cooperó con la DINA, la policía secreta de la dictadura de Augusto Pinochet, de varias formas. Según consta en expedientes judiciales, aquí fueron detenidos, torturados y asesinados prisioneros políticos. Se calcula que los cuerpos de unas 100 personas habrían sido enterrados en fosas, luego exhumados y hechos desaparecer definitivamente. Los familiares continúan la búsqueda.
Imagen: AFDD Talca
El fin de Schäfer
Con la vuelta a la democracia, en 1991 el presidente Aylwin le quitó la personalidad jurídica a Colonia Dignidad, la que comenzó a llamarse Villa Baviera. Vinieron denuncias de abuso sexual de chilenos contra Schäfer y se destaparon los crímenes. Varios jerarcas fueron condenados; Schäfer huyó en 1997 y se escondió en Argentina. Fue detenido en 2005, condenado en Chile y murió en prisión en 2010.
Imagen: picture-alliance/dpa
El médico de la colonia
Mano derecha de Schäfer, el Dr. Hartmut Hopp era el ministro de relaciones exteriores de la colonia. Un privilegiado que fue enviado a estudiar a Estados Unidos y dirigía el hospital. Condenado como cómplice de abuso de menores, huyó a Alemania y vive libremente en Krefeld. La justicia alemana rechazó ejecutar la condena chilena y cerró investigaciones propias por no encontrar prueba de delito.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Agost
Culpas, castigos y compensaciones
Junto con reconocer su responsabilidad moral, Alemania ha ofrecido un fondo de ayuda de hasta 10 mil euros para cada ex colono afectado, lo que las víctimas consideran insuficiente. En Chile, donde sí ha habido condenas a victimarios, un grupo de afectados anunció una demanda contra el Estado en la que exige cada uno un millón de dólares de reparación.
Imagen: FDCL e.V.
El futuro y la memoria
Después de la partida de Schäfer comenzó un proceso de apertura. Unos 200 miembros abandonaron el enclave; algunos se quedaron en Chile y muchos regresaron a Alemania. Junto con justicia y reparación, los afectados exigen que Villa Baviera deje de ser un centro turístico, con hotel y restorán, y se convierta en sitio de memoria, donde se conozca la verdad y se honre a las víctimas.