Colombia a HRW: en el acuerdo de paz “habrá justica”
8 de enero de 2016
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, aseguró que el acuerdo de justicia transicional firmado con las FARC es "el mejor en la historia".
Publicidad
El Gobierno colombiano envió hoy (07.01.2016) una carta a Human Rights Watch (HRW) en la que responde a las críticas de esa ONG al acuerdo de justicia alcanzado con las FARC en las negociaciones de paz, incluido dentro del punto de víctimas, y explica que lo pactado evita que haya impunidad.
En la misiva, firmada por el alto comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, el Gobierno afirma que "habrá justicia" y que esta serán "el máximo" que permita la paz, "respetando siempre la Constitución y las leyes de Colombia", así como la "jurisprudencia internacional" sobre el tema.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, en respuesta a las críticas de HRW, dijo que la conclusión de la carta enviada a HRW es muy sencilla: "no es un acuerdo perfecto porque ningún acuerdo de paz en la historia ha sido un acuerdo perfecto, es casi contradictorio un acuerdo perfecto con un acuerdo de paz. De lo que sí no cabe duda es que este acuerdo es el mejor acuerdo de justicia transicional que jamás se haya negociado en la historia", sostuvo en declaraciones dadas a los medios en la ciudad colombiana de Cartagena tras reunirse con sus asesores internacionales de paz y varios ministros de su gabinete.
El mandatario aseguró que así lo han considerado "expertos internacionales y expertos en estos temas que han estado gratamente sorprendidos cuando leen los acuerdos y cuando analizan finalmente lo que se acordó".
"Una piñata de impunidad"
La respuesta de Santos se da dos semanas después de que el director para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco, calificara el pacto alcanzado por las partes como "una piñata de impunidad".
Si bien el acuerdo contiene numerosas alusiones a la justicia, la rendición de cuentas e incluso a restricciones efectivas de la libertad, HRW denunció que un análisis minucioso del texto revela "numerosas ambigüedades, omisiones y lagunas que convierten tales referencias, en el mejor de los casos, en promesas vacías".
Respuesta a las criticas
En la carta, Jaramillo señala que con el acuerdo se busca poner fin a más de medio siglo de guerra en Colombia y "garantizar la construcción de una paz estable y duradera".
"Lo estamos haciendo como ningún otro proceso lo ha hecho hasta ahora, poniendo a las víctimas en el centro de la solución y garantizando la satisfacción de sus derechos a la verdad, la justicia, la reparación y la no repetición".
Además, pide a HRW que entienda que "la guerra es la mayor generadora de violaciones a los derechos humanos y, por eso, terminarla tiene que ser el primer deber, la misión más importante de quien esté empeñado en preservar dichos derechos".
Acuerdos logrados
En el marco del proceso de paz ya se han logrado además acuerdos sobre desarrollo agrario, participación política de los guerrilleros que se desmovilicen, solución al problema de las drogas y en la atención a las víctimas del conflicto, que en cinco décadas deja más de 220.000 muertos, cinco millones de desplazados y al menos 45.000 desaparecidos.
Restan los puntos de fin del conflicto, que implica el alto el fuego bilateral y definitivo y dejación de las armas por parte de las FARC, así como la implementación, verificación y refrendación de todos los acuerdos.
FEW (dpa, EFE)
Oro, el nuevo viejo problema en Colombia
Largos túneles, trabajo a destajo: en la ciudad de Segovia, en el norte de Colombia, se extrae oro desde hace más de 150 años. Cada puesto de trabajo está ligado, directa o indirectamente, al noble metal.
Imagen: DW/N. Martin
La ciudad del oro
De los cerca de 50.000 habitantes de Segovia, unos 12.000 trabajan directamente en las minas. Otros se ocupan de lavar el oro y algunos comercian con él. El precio del oro determina el pulso de la ciudad, según cuentan sus habitantes. Si baja durante mucho tiempo, el ánimo también está por los suelos. Y vuelve a mejorar cuando sube.
Imagen: DW/N. Martin
Hasta la última partícula
Los buscadores de oro de Segovia extraen hasta las últimas partículas del agua. Río arriba, el grupo canadiense "Grand Colombia Gold" posee una gran mina. La compañía vuelca el agua restante de la producción de oro en los ríos.
Imagen: DW/N. Martin
Trabajo incesante
El lodo se diluye con agua hasta que las mínimas partículas de oro se hacen visibles. Para eso es necesario mucha constancia y también suerte. Los buscadores se reparten los canales de lavado y trabajan, día y noche, en turnos de doce horas por día.
Imagen: DW/N. Martin
"Una bendición de Dios"
Jesús Loiza es copropietario de una mina y está convencido de que "todo aquí en Segovia depende del oro". Su trabajo ha dado frutos: vive en casa propia y posee una tienda pequeña. "Gracias al oro, mis hijos pueden aspirar a un futuro mejor".
Imagen: DW/N. Martin
Ciudad de túneles
Para extraer el oro, Jesús Loiza y sus trabajadores muchas veces tienen que excavar durante meses en las profundidades. Actualmente trabajan a 500 metros bajo tierra. Desde hace más de 150 años se extrae oro en Segovia, por lo cual un laberinto de túneles se extiende por debajo de la ciudad.
Imagen: DW/N. Martin
Minas ilegales dificultad los controles
En la entrada a la mina de Jesús Loiza, la figura de un santo transmite confianza a los trabajadores. Hasta ahora no ha habido muertes por derrumbes, asegura Loiza, a pesar de que éstos se producen a menudo por las condiciones precarias de seguridad. La exploración ilegal del oro hace difícil los controles de seguridad.
Imagen: DW/N. Martin
Trabajo pesado
Cuando los mineros hallan una veta de oro pueden llegar a ganar hasta 500 dólares por semana, lo que equivale a un salario mensual promedio en Colombia. Para ganar esa suma, los mineros deben bajar y subir seis veces por día durante media hora a la mina cargando una mochila de 50 kilogramos sobre sus espaldas.
Imagen: DW/N. Martin
El oro ilegal atrae a criminales
Los altos márgenes de ganancia del oro también atraen a grupos armados a la ciudad de Segovia, desde guerrilleros hasta simples bandas criminales, que extorsionan a los mineros. "Aquí todos les pagan altas sumas de dinero ", dijo una fuente anónima. Grupos de guerrillas y paramilitares se han tomado parte de la extracción y comercio ilegal de oro.
Imagen: DW/N. Martin
Lavado y centrifugado
Para extraer el oro de la piedra se lava y tritura el metal en recipientes de acero en centrales de lavado. En Segovia hay cerca de 80. Luego se aplican sustancias químicas para continuar el proceso.
Imagen: DW/N. Martin
Mercurio y cianuro
El polvo de oro molido se vuelca en un recipiente que contiene mercurio (foto) y cianuro. Allí, esas sustancias forman una amalgama con el oro formando pequeñas bolas. Para separar más tarde el oro de las sustancias químicas se calientan o "refogan" las bolas de material a 360 grados. De ese modo solo queda el oro, y el resto se evapora.
Imagen: DW/N. Martin
Buscando alternativas
Hilardo es dueño de una central de lavado de oro y sabe que su trabajo daña al medioambiente. Por eso busca métodos alternativos. "Quiero que mis hijos puedan seguir viviendo en Segovia", dice. La region es, según estudios, una de las más afectadas por el mercurio en todo el mundo. El agua corriente está envenenada, así como los peces de los ríos.
Imagen: DW/N. Martin
Peligro para el hombre y la naturaleza
La fiebre del oro se extiende por toda Colombia, hasta la Amazonía. En 20 de las 32 provincias del país se excava, se dinamita y se procesa el noble metal, lo cual es una grave amenaza para los seres humanos, así como para las plantas y los animales. Colombia posee el diez por ciento de todas las especies animales y vegetales del planeta.