Colombia: cancelan entrega de ayuda a migrantes venezolanos
5 de mayo de 2018
"Si les dan a ellos nos tienen que dar a nosotros", protestan centenares de colombianos. La ONU denuncia además que hay más de cien mil afectados por los enfrentamientos en el Catatumbo entre el ELN y Los Pelusos.
Venezolanos crucan la frontera colombiana en Paraguanchon el pasado 16 de febrero.Imagen: Reuters/File Photo/J. Saldarriaga
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Miles de personas protagonizaron enfrentamientos este viernes (04.05.2018) durante la entrega de bonos de comida destinados a los venezolanos que cruzan la frontera para abastecerse en Colombia, medida de la comunidad internacional para paliar la crisis migratoria. Según el diario local 'La Opinión', unas 2.000 personas llegaron hasta el lugar para reclamar los bonos que entrega desde esta semana el Programa Mundial de Alimentos (WFP) de la ONU, que representan un auxilio de 96.000 pesos colombianos (unos 38 dólares), que pueden canjear en algunos supermercados.
Sin embargo, la jornada se salió de control en el momento en que colombianos que habían retornado de Venezuela reclamaron porque el auxilio supuestamente es entregado únicamente a los ciudadanos del país vecino. "Si les dan a ellos nos tienen que dar a nosotros", dijeron algunas personas a ese diario, minutos antes de que los organizadores decidieran cancelar la actividad por motivo de orden público.
La ayuda había sido anunciada por el director ejecutivo del WFP, David Beasley, en su visita a la ciudad de Cúcuta en marzo pasado. "Vamos a apoyar al Gobierno colombiano y al pueblo que ha sido tan generoso al recibir a venezolanos en su país y vamos a apoyar a la gente que ha salido de Venezuela, sin importar dónde se quedan, no importa el destino", indicó.
Quince días de enfrentamientos en el Catatumbo
La inmigración venezolana no es el único problema que Colombia tiene junto a su frontera. La ONU alertó también hoy de que el conflicto armado entre la guerrilla del ELN y la banda narcotraficante Los Pelusos en el noreste de Colombia, en la frontera con Venezuela, ha dejado un saldo de al menos 154.000 personas afectadas en apenas 15 días. De acuerdo con un comunicado de prensa de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), "entre el 14 de marzo y el 30 de abril, las violaciones de los Derechos Humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario por acciones armadas han causado afectaciones humanitarias en más de 154.000 personas, pertenecientes a 11 municipios de la región del Catatumbo".
El documento destaca que las limitaciones en la movilidad y las restricciones de acceso a derechos fundamentales y bienes básicos, por motivo del conflicto armado, afectaron a cerca de 120.000 personas. "La economía campesina ha tenido pérdidas superiores a 4.432 toneladas de alimentos y más de 302.200 animales, afectando a cerca de 33.296 personas (6.902 familias)", dice el reporte. La OCHA también destaca que los enfrentamientos han obligado a 8.820 personas (2.283 familias) a desplazarse forzadamente a albergues y escuelas, por lo que se ven afectados 12.000 menores que no tienen un lugar para recibir sus clases.
Las minas antipersonal también figuran en la lista. La OCHA indicó que 4.000 indígenas de la comunidad Barí, que habitan en los municipios de Tibú, El Tarra, Convención y El Carmen, se han visto afectados por la instalación de estos artefactos explosivos. El fuego cruzado entre el ELN (Ejército de Liberación Nacional) y la banda Los Pelusos inició a mediados de marzo y es motivado por una disputa de territorio.
LGC (dpa/LaOpinión)
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Cúcuta: el desbordamiento del éxodo venezolano
Miles de venezolanos cruzan la frontera con Colombia. Muchos se instalan en Cúcuta, mientras que otros trabajan para ahorrar dinero y continuar su viaje hasta Ecuador, Perú o Chile.
Imagen: DW/A. Sáez
Un éxodo incalculable de venezolanos
Por el Puente Internacional Simón Bolívar que separa Cúcuta (Colombia) y San Antonio del Táchira (Venezuela) cruzan a diario numerosos venezolanos. Unos 5.000 se quedan en Colombia o siguen su viaje hacia otros países.
Imagen: DW/A. Sáez
Hacer la compra en la ciudad vecina
La mayoría de los miles de venezolanos que cruzan a Cúcuta suelen hacerlo semanalmente para realizar la compra de la cesta básica que no pueden obtener en su país y regresan el mismo día. Muchos viven en las ciudades venezolanas limítrofes, aunque cada vez vienen de más lejos y hasta hacen trayectos de un día.
Imagen: DW/A. Sáez
Cada vez más maletas
DW estuvo en mayo pasado en el mismo puente fronterizo y el flujo de personas con varias maletas era escaso y se limitaba a grupos de jóvenes, mientras que ahora es común observar un notable tránsito de maletas y familias con niños.
Imagen: DW/A. Sáez
La primera de muchas filas
El primer paso para un venezolano que desea quedarse en Colombia o seguir su viaje es pasar por el puesto migratorio para sellar el pasaporte, un trámite que hace pocos meses no se contemplaba. La primera fila en territorio colombiano se acumula en la misma frontera, donde centenares de venezolanos aguardan entre cuatro y seis horas su turno.
Imagen: DW/A. Sáez
Maletas al aire
El kilómetro que separa ambos accesos fronterizos (315 metros de puente más el ingreso) obliga a los venezolanos a cargar alzadas sus maletas para evitar deteriorar sus ruedas. Decenas de jóvenes aguardan tras los controles migratorios de ambos países para ofrecer carretillas o cargar los bultos a hombro por apenas 2.000 pesos (0,7 dólares).
Imagen: DW/A. Sáez
La venta ambulante copada por los venezolanos
Los venezolanos han copado la venta ambulante en los primeros metros de la frontera colombiana, en La Parada. La pérdida del valor del bolívar ha provocado que sea más rentable vender directamente en pesos. Los vendedores suelen ganar unos 25.000 pesos diarios (9 dólares). Eso ha disparado el microcontrabando de carne. Entre 150 y 200 kilos requisan a diario las autoridades aduaneras.
Imagen: DW/A. Sáez
Dos comedores sociales en toda la ciudad
La mayoría de los recién llegados pasan varios días en Cúcuta para lograr el dinero suficiente para continuar su viaje. Muchos llegan en condiciones de malnutrición, como cuenta Fabiola Ruíz, voluntaria de uno de los dos comedores sociales que han abierto las parroquias locales.
Imagen: DW/A. Sáez
Desnutrición
David Andrade, de 49 años, perdió 50 kilos en el último año debido a los problemas para conseguir alimentos en Venezuela. Vino desde Valencia hace un mes para poder seguir su viaje a Ecuador, pero antes espera recuperar algo de peso y ahorrar el dinero necesario.
Imagen: DW/A. Sáez
Obstáculos para dar comida gratis
El comedor de Diócesis de Cúcuta atiende a unas 500 personas diarias. Hace un año daban comida a más de 1.500 pero los vecinos se quejaron y tuvieron que limitarse a los más vulnerables. El alcalde de la ciudad, César Rojas, dijo que planteó la posibilidad de abrir un comedor municipal pero varios organismos internacionales le advirtieron que tal iniciativa requería de una preparación extensa.
Imagen: DW/A. Sáez
Más mujeres solas con niños
Leyvis Dorante, de 28 años, pasó de 65 a 40 kilos en los últimos meses por los problemas alimenticios. Acaba de llegar a Cúcuta sola con sus dos hijos, Junior de 12 y Zairi de 4, para buscar un trabajo en Colombia. Cada vez se observan más mujeres solas con niños que en muchos casos emprenden el viaje para reencontrarse con el marido que abandonó Venezuela meses antes para instalarse en otro país.
Imagen: DW/A. Sáez
Un trámite, una fila interminable
Las colas de venezolanos han copado el paisaje urbano de Cúcuta. Una de las más comunes se encuentra frente a la Registraduría, donde centenares de venezolanos aguardan hasta cinco días y pernoctan en la entrada para solicitar la doble nacionalidad colombiana. La ciudad se ve desbordada por esta llegada masiva y apenas se producen mejoras en la atención de la crisis.
Imagen: DW/A. Sáez
Las calles de Cúcuta, un albergue a cielo abierto
Tras el desalojo a finales de enero del llamado ‘hotel Caracas’, unas canchas donde pernoctaban unos 500 venezolanos, la mayoría buscó hostales baratos o casas particulares donde hospedarse, pero muchos otros malviven por las calles.
Imagen: DW/A. Sáez
Se dispara la prostitución
La necesidad ha llevado a decenas de jóvenes venezolanas –muchas son menores de edad– a vender sus cuerpos. Ofrecen sus servicios por 25.000 pesos (9 dólares), un precio cada vez más bajo. Algunas recaudan lo necesario para continuar su viaje, mientras que otras vienen por temporadas para ahorrar lo suficiente para regresar a Venezuela y mantener a sus familias.
Imagen: DW/A. Sáez
Entran materiales de construcción y sale comida
Durante la noche se cierra el paso peatonal por el Puente Simón Bolívar y se inicia el transporte de carga. Según datos de las autoridades aduaneras colombianas (Dian), en el mes de enero ingresaron 239 camiones con carga desde Venezuela, una media de unos ocho diarios. Casi todos transportan materiales de construcción. Los camiones colombianos que cruzan a Venezuela suelen llevar alimentos.
Imagen: DW/A. Sáez
Pernoctar en la misma frontera
Centenares de venezolanos duermen en la misma frontera colombiana de La Parada, una imagen inusual hace unas semanas. Algunos son vendedores que prefieren evitarse el trajín de ida y venida a Venezuela, mientras que otros lo hacen por falta de dinero para pagarse un alojamiento en el centro de Cúcuta, donde la policía los desalojará de parques y aceras.
Imagen: DW/A. Sáez
Aumenta el peligro en la frontera
En lo que va de año han sido asesinados, al menos, 20 venezolanos en varios puntos fronterizos. En varias ocasiones fueron hallados con signos de tortura. Las autoridades manejan la hipótesis que se deba a ajustes de cuentas entre las bandas que proliferan en esos lindes o bien acciones de grupos sucesores del paramilitarismo que controlan las trochas fronterizas ilegales.
Imagen: DW/A. Sáez
Una terminal dormitorio
Durante toda la jornada, centenares de venezolanos se aglomeran en la terminal de autobuses de la ciudad. La mayoría tiene que esperar al menos un día hasta lograr su pasaje y deben pernoctar en la terminal, uno de los lugares más seguros ya que están custodiados por agentes policiales.
Imagen: DW/A. Sáez
Bogotá o Rumichaca, los destinos predilectos
La mayoría de los venezolanos que aguardan en la terminal se dirigirán hacia Bogotá, la ciudad con mayor migración venezolana, o hacia Rumichaca, el paso fronterizo con Ecuador, que en los últimos meses comienza a presentar las mismas aglomeraciones que Cúcuta. Los principales destinos del éxodo venezolano terrestre: Colombia, Ecuador, Perú y Chile, en este orden marcado por la distancia.