Realizan el primer censo de cóndores andinos en Colombia
18 de febrero de 2021
Un grupo de biólogos e indígenas kokonukos se juntaron para identificar el número exacto de cóndores que habitan en el país. El cóndor andino es una de las aves más grandes del mundo y está en peligro de extinción.
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El indígena Rosendo Quirá comienza el ritual: agita en silencio una planta medicinal para atraer al cóndor hacia el señuelo. El ave se aproxima entre la bruma a un desfiladero de más de 3.200 metros sobre el nivel del mar.
Quirá sobresale por sus conocimientos ancestrales entre un grupo de 300 voluntarios, varios de ellos indígenas, que se desplegaron el fin de semana en un centenar de puntos de Colombia para realizar el primer censo de esta especie emblemática de los Andes.
Médico tradicional de la reserva indígena de Puracé, este hombre de 52 años deja algo de carne sobre una piedra y usa un ramo de salvia para rociarlo con una infusión. Con la otra mano, sostiene una vara y lleva una mochila terciada con plantas curativas.
Al poco tiempo, entre las nubes que oscurecían este resguardo - ubicado en el suroeste del país - aparece un ave de unos tres metros de envergadura, que desciende sobre este sitio para aprovechar la ofrenda de carne. Los indígenas kokonukos consideran sagrados a ambos: el cóndor y la piedra donde se posa.
En ese mismo lugar una cámara que disimularon los biólogos registra lo acontecido. Con ayuda de los nativos, pretenden contar los cóndores para ayudar a su conservación: "Necesitamos saber cuántos hay en el país y en qué estado se encuentran", explicó la bióloga Adriana Collazos.
Aunque los expertos estiman que alrededor de 130 cóndores viven en los Andes colombianos, esta población de aves monógamas nunca había sido censada. Los indígenas de Puracé aseguran que en su territorio vive al menos una pareja, pero algunos dicen haber avistado otro individuo, una hembra solitaria.
"Si él (el cóndor) se acerca es porque estamos bien espiritualmente, si no se acerca, es porque en algo estamos fallando", narró Quirá tras el encuentro con una de estas aves. Para su pueblo, esta ave es "el mensajero del sol": alerta sobre futuras amenazas, anticipa cambios en el clima y, en su caso particular, le ha indicado entre sueños recetas para sanar enfermos.
Una de las aves voladoras más grandes del mundo, el cóndor de los Andes está en peligro crítico de extinción en el país y casi amenazado a escala global, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
La especie, que solo pone un huevo cada dos o tres años, se distribuye desde Venezuela hasta el sur de Argentina y Chile. En promedio pesa entre 9 y 15 kilos. La expansión de la agricultura y la ganadería hacia los territorios de alta montaña donde vive el cóndor es la principal amenaza para su conservación.
JU (afp, elespectador.com, es.euronews.com, infobae.com, eltiempo.com)
Reserva Thomas van der Hammen: la lucha por el último relicto de naturaleza en Bogotá
Para unos está claro: la "Van der Hammen" es intocable. Otros apoyan la construcción de vías contra los atascos en el norte de la ciudad. Un paraíso con pronóstico reservado. ¿Sobrevivirá a los intereses encontrados?
Imagen: Alexandra M. Rodríguez Ráquira
Un paraíso en disputa
Este lugar paradisiaco en los Andes colombianos pertenece a la llamada “Reserva Thomas van der Hammen”, el último reducto de bosques y humedales situado en el norte de la capital de Colombia. No obstante, se encuentra en el centro de una disputa jurídica y política desde hace 18 años; unos a favor de su reforestación y conservación, mientras otros apuestan por la urbanización. ¿Quién se impondrá?
Imagen: Alexandra M. Rodríguez Ráquira
Bogotá, una ciudad que arrasa...
Bogotá es la 3ª capital más alta del mundo, pero a pesar de estar a 2.6301 metros de altura, sus 10 millones de habitantes respiran un aire cada vez más contaminado. Los bosques de los "Cerros Orientales" y la última reserva natural producen el oxígeno para su población, además de brindar espacios de recreo. Desde el Cerro Majuy se ve cómo el concreto acorrala la naturaleza, metro tras metro.
Imagen: Alexandra M. Rodríguez Ráquira
Un bosque convertido en colcha de retazos
A pesar de que la reserva Van der Hammen es un “área protegida”, las autoridades no han garantizado su total integridad. Este territorio ha sido violentado por constructores y, en parte, usado como vertedero. Su completa restauración implicaría el derribo de edificios y fábricas, con la consecuente indemnización de los propietarios. ¿Quién está dispuesto a pagar por aire puro?
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Naturaleza: un bien común
Fuertes intereses económicos colisionan aquí: los territorios de la Reserva Van der Hammen están en medio de una zona de gran interés de expansión urbana. Los bogotanos asfixiados por las emisiones del tráfico urbano y las fábricas piden conservar el último pulmón verde de su ciudad como una zona de beneficio común. Algunos niños ven aquí, por primera vez, aves silvestres, a menudo migratorias.
Imagen: Alexandra M. Rodríguez Ráquira
Árboles marginados en una selva de cemento
Los Cerros Orientales recorren la ciudad de sur a norte. “A la gente se le olvidó que hay robles y cedros, que eran sagrados para los indígenas, pero desaparecieron de nuestra historia cultural”, dice Wilson Ramírez, reforestador del Instituto Humboldt. Las montañas son para muchos en Bogotá como una película que ven todos los días desde la lejanía, pero cuyos escenarios les parecen inaccesibles.
Imagen: Alexandra M. Rodríguez Ráquira
El "Humboldt" colombo-holandés
Thomas van der Hammen (1924-2010) fue un geólogo, botánico, micólogo, paleontólogo y arqueólogo colombo-neerlandés que dedicó su vida a estudiar los ecosistemas de los páramos andinos que surten con agua a Bogotá. En su honor, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) declaró en 2011 dicha zona como Reserva Forestal y la llamó Thomas van der Hammen.
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Ecosistemas por ¿autopistas?
A pesar de que urge garantizar la conexión de los ecosistemas, el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, planea cruzar la reserva Thomas Van der Hammen con cuatro autopistas y construir 350.000 casas, al tiempo que promete “agrandar el área protegida”. Así lo presentó en la pasada Cumbre Global de Acciones para el Cambio Climático en San Francisco, dentro de la iniciativa "Cities4Forests".
Imagen: Alexandra M. Rodríguez Ráquira
La propuesta de la Alcaldía: "agrandar, y quitar"
La reserva se ha convertido en un "obstáculo" para la movilidad del tráfico, según la administración, y plantea “una reserva más grande y mejor conectada, que recupera humedales y bosques, donde todos puedan disfrutar de la naturaleza”. La idea es "incrementar el área ambiental de 634 hectáreas a 1.104 y el área total de 1.396 a 1.710." Pero también "sustraer" 104 hectáreas para unas 10 vías.
Imagen: Alexandra M. Rodríguez Ráquira
Ciudadanía vigilante
Los planes de la administración son rechazados por muchos, y alabados por otros. “La capital de Colombia se juega la pérdida del 70% del suelo protegido del norte de Bogotá”, advierte Patricia Bohórquez, de la ONG Red de Humedales. El Partido Verde, por su parte, cree que el gobierno de la ciudad “quiere hacer desaparecer casi la ruralidad del norte de Bogotá”. Otros exigen una consulta popular.
Imagen: Alexandra M. Rodríguez Ráquira
Propietarios: entre esperanza y temor
Algunos dueños de predios coinciden con el alcalde que ha dicho que la Van der Hammen "no existe”, que “está solo en el papel” o que es un “potrero” que impide la infraestructura. Otros apuntan a que “construir un gran parque natural es utópico, porque los predios son privados”. Pero el alcalde también asegura que su oficina ya tiene un buen monto de dinero para adquirir los terrenos.
Imagen: Alexandra M. Rodríguez Ráquira
Futuro incierto
Después de que un tribunal aprobara el plan urbanizador de la alcaldía, tras una interpelación, este revocó la decisión y entregó la última palabra sobre el destino de la Reserva Thomas Van der Hammen a la Corporación Autónoma de Cundinamarca (CAR), un ente gubernamental que decidirá, basada en estudios, a mediados de marzo de 2019. “La naturaleza está de fiesta”, apuntó entonces un ecologista.
Imagen: Alexandra M. Rodríguez Ráquira
"Reserva estratégica", ¿digna de restaurarse?
El pulso que libran los bogotanos entre naturaleza y tráfico obliga a una difícil armonización de derechos comunes e individuales, así lo pide la Constitución. El Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt de Colombia celebra que la Alcaldía haya abierto el debate sobre esta reserva “en estado de degradación”, y poder así “garantizar su viabilidad ambiental".
Imagen: Alexandra M. Rodríguez Ráquira
187 y más razones para proteger la Reserva Van der Hammen
Para las ONG Cerros de Bogotá y Humedales de Bogotá, hay razones de sobra para la preservación la Reserva Van der Hammen: 187 especies de aves y 514 de flora, así como 5 ríos, el Bosque de Las Mercedes, último relicto de la Sabana y mariposas por describir. Guías ofrecen caminatas en las que los visitantes no salen del asombro por la belleza de sus paisajes, pero también por el riesgo que corren.