Colombia: detienen a seis por asesinatos de líderes sociales
16 de julio de 2020
Los detenidos –supuestamente del Clan del Golfo- son parte de las investigaciones por el asesinato del líder indígena Aquileo Mecheche.
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Las autoridades colombianas detuvieron a seis personas -entre ellas un concejal- acusadas de pertenecer a la banda criminal del Clan del Golfo, implicada en asesinatos de líderes sociales en el departamento del Chocó, fronterizo con Panamá, informó este miércoles (15.07.2020) el Ministerio Público.
En un comunicado, el ente acusador aseguró que uno de los capturados es Ever García Santos, concejal de la población de Riosucio, ubicado en el selvático Chocó. "De acuerdo con el material probatorio, esta persona es conocida con el alias de Mario y sería la responsable del cobro de extorsiones a comerciantes y contratistas, y de alertar a la organización criminal sobre los movimientos de la fuerza pública", detalla la información de la Fiscalía.
Por "servir de auxiliador" del Clan de Golfo -que nació tras la desmovilización de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en 2006 y se convirtió en la banda criminal más grande del país, dedicada principalmente al narcotráfico, al secuestro y la minería ilegal- García supuestamente recibía 2,5 millones de pesos (unos 690 dólares) al mes.
Los asesinatos contra quienes defienden los derechos humanos
Las acciones contra el Clan del Golfo también son parte de las investigaciones por el asesinato del líder indígena y defensor de derechos humanos Aquileo Mecheche, ocurrido en marzo de 2019, en Riosucio.
La directora de la Unidad Especial de Investigación (UEI) de la Fiscalía, Luisa Obando Guerrero, dijo -que en trabajo conjunto con el Ejército- fueron capturados seis integrantes del denominado frente Pablo José Montalvo Cuítiva del Clan del Golfo "cinco de ellos que conformaban la línea financiera y uno de ellos como nexo político de la organización".
Al menos 37 líderes sociales han sido asesinados en Colombia en lo que va de este año, según la alta consejera para los Derechos Humanos del Gobierno, Nancy Patricia Gutiérrez, en su informe sobre los crímenes contra los defensores de DD.HH. Las cifras oficiales contrastan con las de organizaciones sociales como Somos Defensores, según la cual al menos 47 líderes sociales o defensores de derechos humanos fueron asesinados en Colombia solo en el primer trimestre de 2020.
ama (efe, El Heraldo)
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Colombia: historias de defensoras perseguidas
Según la Oxfam Intermón, 55 mujeres activistas por los derechos humanos, territoriales y ambientales han sido asesinadas entre 2016 y 2019 en Colombia. Pero nada detiene a las defensoras. Éstas son sus historias.
Imagen: Oxfam Intermón/Pablo Tosco
“Defendamos su voz”
Con esta campaña, Oxfam Intermón quiere sensibilizar sobre la realidad de las mujeres defensoras y activistas por los derechos humanos en Colombia. “Tras 50 años de conflicto armado, la firma del acuerdo no ha llevado la paz a los territorios”, denuncian. Las mujeres, como Magalí, alzan a voz contra la violencia, la agresión sexual, el desplazamiento forzado, la deforestación y la contaminación.
Imagen: Oxfam Intermón/Pablo Tosco
El país más peligroso para los activistas
En 2019, Colombia tuvo el mayor número de líderes sociales muertos a nivel mundial. De los 304 asesinatos, 106 ocurrieron en el país sudamericano. Las mujeres que están en la línea del frente se exponen a las amenazas y la violencia permanente. Estos son algunos de los desafíos que preocupan a las representantes de organizaciones reunidas en un encuentro en Bogotá.
Imagen: Oxfam Intermón/Pablo Tosco
Menos derechos que una vaca
“Como no es posible parar la fuerza de las mujeres, hay que matarlas”, dice Magalí (centro). Ella es defensora de derechos humanos, territoriales y ambientales y participa en una plataforma para la paz y la incidencia de las mujeres del Caquetá. “Las vacas tienen más derechos que las mujeres. Una vaca tiene derecho a una hectárea de tierra y las mujeres no tienen tierra”, dice.
Imagen: Oxfam Intermón/Pablo Tosco
Fuente de vida en peligro
En este lugar solía correr el agua. Hoy, Janeth Pareja y Norka Ortiz se detienen sobre las piedras en el lecho de arroyo Aguas Blancas. Cuentan que ésta era la fuente de vida de su comunidad, hasta que el cauce fue contaminado y desviado hasta quedar seco. Junto al grupo Fuerza de Mujeres Wayuu luchan por los derechos de su pueblo.
Imagen: Oxfam Intermón/Pablo Tosco
Amenazada y desplazada
Janeth Pareja pertenece al clan Ipuana y participa en la organización Fuerza de Mujeres Wayuu. Tras denunciar los efectos del vertido de residuos de una empresa minera en la zona, comenzó a recibir amenazas de muerte y debió huir de su territorio. Hoy recorre las comunidades denunciando estas prácticas que atentan contra el medio ambiente, la seguridad y los derechos de las personas.
Imagen: Oxfam Intermón/Pablo Tosco
Con escolta
La lucha de las mujeres defensoras de los derechos de sus comunidades las expone a una serie de peligros. Son descalificadas, intimidadas, enfrentan amenazas de muerte, agresiones y violencia sexual. Un programa de la Unidad Nacional de Protección del Ministerio del Interior de Colombia les asigna escoltas armados que las acompañan. Pero tampoco es garantía. Los propios escoltas son asesinados.
Imagen: Oxfam Intermón/Pablo Tosco
Defendiendo la puerta de la Amazonía
Geraldina es defensora de derechos humanos, ambientales y territoriales en el departamento del Caquetá, el que es conocido como la puerta de oro de la Amazonía colombiana. Allí es testigo de los efectos de la mina de alquitrán en las afueras de la ciudad de Florencia, la tala de la selva para usar las tierras para la ganadería y el transporte maderero por el río Orteguaza.
Imagen: Oxfam Intermón/Pablo Tosco
Defensora y víctima
Maribel (nombre cambiado) es lideresa comunitaria y vive oculta. Cuando su pareja intentó violar a su hija, en octubre de 2018, ella salió a defenderla y recibió 18 machetazos. Mientras espera justicia por el ataque que casi le cuesta la vida, participa en la Plataforma social y política para La Paz y la incidencia de las mujeres del Caquetá.
Imagen: Oxfam Intermón/Pablo Tosco
Por los derechos de las mujeres Wayuu
“Si la gente no conoce sus derechos, no tiene cómo reclamar”, dice Jaquelin, de la Organización Fuerza de Mujeres Wayuu, en la región de la Guajira colombiana. Ha recibido amenazas por denunciar la contaminación de empresas mineras y hace varios años vive desplazada de su comunidad. “La primera amenaza no me la hicieron a mí directamente, sino a mi hija de 15 años, donde más me duele”.
Imagen: Oxfam Intermón/Pablo Tosco
Resistir para seguir luchando
La historia de Mónica, también de "Fuerza de Mujeres Wayuu", es similar. Debió huir por las amenazas, y hoy vive en La Gran Parada, junto a la vía del tren que transporta carbón desde la mina Cerrejón hasta el puerto en la Alta Guajira. Como otras defensoras, cuenta con escolta armado. Sólo en 2019, 55 defensoras fueron asesinadas en Colombia, según datos de Oxfam Intermón.