El Senado de Colombia aprobó una ley que establece hasta 50 años de cárcel para las personas que ataquen a otras con ácidos u otros agentes químicos.
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La nueva ley, a la que solo le falta la firma del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, establece que se debe adicionar al Código Penal un artículo que tipifique los ataques con ácido como delito autónomo y no como lesión personal.
De acuerdo con el texto aprobado, quien le cause daño a otro "usando para ello cualquier tipo de agente químico" pagará cárcel de entre 12 y 20 años.
Pena podría llegar hasta los 50 años de cárcel
Además, quien cause "deformidad o daño permanente, pérdida parcial o total, funcional o anatómica" al agredirla con ácido tendrá una pena de entre 20 y 30 años.
El coordinador de ponentes del proyecto, Roosevelt Rodríguez, dijo a periodistas que "con los agravantes" la pena podría llegar hasta los 50 años de cárcel. El coautor del proyecto Carlos Eduardo Guevara dijo en un comunicado de su despacho que la iniciativa modifica el Código Penal, aumenta las penas privativas de la libertad, prohíbe la suspensión condicional de la pena, la prisión domiciliaria, y cualquier otro beneficio judicial o administrativo a los victimarios.
Igualmente contempla la obligación del Estado de expedir, en seis meses, una política pública de atención integral a las víctimas de este delito. Recordó que pese al número de víctimas, unas 2.000 registradas, hasta el momento solo hay dos condenas por este delito.
Yasmín S. Portales: activista queer
Fundado en 2011, Proyecto Arcoiris es desde 2014 en la primera organización independiente cubana aceptada como miembro pleno por la Asociación Internacional de Gays, Lesbianas, Bisexuales, Trans e Intersexuales (ILGA).
Imagen: Neysa Jordán
Feminista y queer
Llena de cicatrices, preguntas y críticas a "la lógica de la belleza y de la feminidad", o a "las dinámicas de subordinación" de la mujer en "los modelos familiares al uso", Yasmín se identifica como feminista "queer": defiende la idea de una sexualidad fluida, cambiante a lo largo de la vida: "En estética, en política y en sexualidad, muy poca gente cree lo mismo a los 20 que a los 45".
Imagen: Proyecto Arcoiris
Contra "nuestra rigidez mental"
"Con su velo, su piel quemada [en un accidente en la infancia], su inteligencia, su espíritu crítico, su humor ácido, la foto de su boda con Rogelio (ella con velo blanco de novia como Dios manda) colgada en ese mismo blog en el que se declara bisexual", Yasmín desafía "nuestra rigidez mental", escribe June Fernández, directora de la revista feminista Píkara Magazine.
Imagen: Neysa Jordán
Madre
La maternidad le llegó "como accidente", con un hijo "deseado pero no planificado", cuenta Yasmín. Y le "echó encima" todos los temas sobre los que había reflexionado: la asunción de que abandonaría su carrera, los prejuicios sobre el género del bebé, "cosas con las que sigo luchando cada día en la educación de mi hijo”, defendiéndolo o enfrentándolo, según sea el caso.
Imagen: Yasmín Silvia Portales
Investigadora
Yasmín integra el Grupo de Trabajo "Anticapitalismo y Sociabilidades Emergentes" del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO): "seguimos a los movimientos sociales en América Latina, campesinos, mujeres, organizaciones obreras". Este 2015, en Puerto Rico, se reunió con sus colegas en el XXIII Congreso de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA).
Imagen: Proyecto Arcoiris
Observatorio Crítico, desde adentro
Como muchos cubanos, "he jugado con la idea de emigrar", reconoce. Quizás por eso, "creo en el derecho de los cubanos y cubanas que han migrado a opinar sobre el destino del país”. Aunque "he decidido "intentar cambiar a Cuba desde dentro de Cuba", desde espacios como el Proyecto Arcoiris o la Red Observatorio Crítico, reunida en la foto en su “Foro Social” de 2011.
Imagen: Red Observatorio Crítico
Proyecto Arcoiris, miembro pleno
Fundado en 2011, Proyecto Arcoiris se convirtió, en 2014, en la primera organización independiente cubana aceptada como miembro pleno por la Asociación Internacional de Gays, Lesbianas, Bisexuales, Trans e Intersexuales (ILGA). Tras pelear contra la exclusión de activistas independientes, Arcoiris asistió a la VI Conferencia Regional para América Latina y el Caribe (ILGA-LAC) en Varadero, Cuba.
Imagen: Proyecto Arcoiris
Con pañuelo
Para su hijab (que descubrió cubriéndose del sol intenso de cero latitud en Quito), Yasmín tiene dos razones. "La personal: no me gusta peinarme", ríe. "La política: soy feminista y me visto como me da la gana", zanja. Allí donde algunas mujeres son obligadas a usar o quitarse el pañuelo, "en nombre de la religión, el laicismo o la integración cultural", dice, "yo defiendo la elección".
Imagen: Proyecto Arcoiris
Besadas
Proyecto Arcoiris ha celebrado "Besadas por la Diversidad", en las que han reunido entre 20 y 50 personas, cerca de la Plaza de la Revolución, en 2012, en la Habana Vieja y en un parque de la central localidad de Sagua La Grande (foto), en 2014. "Un éxito en Cuba, sin acceso a los medios", apunta Yasmín, y "con un tema tabú como que los gays, lesbianas y trans vayan a tomarse el espacio público".
Imagen: Proyecto Arcoiris
Inclusión
Proyecto Arcoiris organiza también los "Motivitos LGBTQA", ideados por otra activista del grupo, explica Yasmín: Se trata de citas inclusivas en espacios públicos y privados, contra la exclusión clasista de mujeres lesbianas y trans afrodescendientes en los espacios de recreación LGBT, "que se han convertido en espacios muy caros".
Imagen: Proyecto Arcoiris
Visibilidad en espacios estatales
El primer curso de literatura LGBT cubana, organizado en 2014 por los poetas y críticos cubanos Victor Fowler y Norge Espinosa, miembro de Proyecto Arcoiris, concluyó con la publicación de materiales reflexivos sobre la presencia del homoerotismo en las artes cubanas en el número 38 de la revista de la Dirección Provincial de Cultura de La Habana, "Extramuros".
Imagen: Proyecto Arcoiris
Voluntariado internacional
En la Marcha del Orgullo Gay de Nueva York, en 2013, Yasmín controló el tráfico en la esquina de 14 y 5ta Ave: "el mejor trabajo voluntario de mi vida", dice. En el viaje de vuelta, "la Estación de Pennsilvania y el tren estaban llenos de gente con banderitas, pegatinas, pulovers, sombrillas. Nos hacíamos señas de complicidad, como si supiéramos de algo muy especial, y así era".
Imagen: Proyecto Arcoiris
Aprendizajes
Cerrando 2015, Yasmín asiste en Washington a un curso de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre el Sistema Interamericano de Protección de Derechos Humanos para la Sociedad Civil: está conociendo el funcionamiento de la CIDH, a funcionarios, relatores y activistas, asistiendo a audiencias y aprendiendo, "en primera fila, cómo se usa el mecanismo y cómo responden los Estados".