Colombia: Gobierno y FARC discrepan por asesinatos
26 de noviembre de 2020
Mientras la exguerrilla insiste en que hay un "genocidio" contra sus militantes, el Gobierno de Iván Duque asegura que ha actuado "con diligencia" para proteger a desmovilizados de las FARC.
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El Gobierno colombiano aseguró este miércoles (25.11.2020) que ha actuado "con diligencia" para proteger a exguerrilleros de las FARC que dejaron las armas y se acogieron al acuerdo de paz, mientras ese partido insiste en que hay un "genocidio" contra sus militantes.
Las posiciones de unos y otros fueron expuestas en una audiencia en la que la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) escuchó al Gobierno y a las FARC sobre la violencia contra los desmovilizados que se acogieron al acuerdo de paz firmado hace cuatro años, el 24 de noviembre de 2016.
¿Qué dicen las FARC?
Según cifras de partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), ya son 243 las personas desmovilizadas asesinadas desde la firma de la paz. Por eso, la FARC acusó a la administración del presidente Iván Duque de tener un doble discurso para la paz y no detener "el desangre" que los afecta.
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La senadora por el partido FARC Victoria Sandino denunció en la audiencia que la desmovilizada Paola Andrea Osorio fue asesinada ayer, día en que se cumplían cuatro años de la firma de la paz. "Lo que viene sucediendo (...) es extremadamente grave, cada semana se registran entre uno o dos asesinatos en contra de nuestra colectividad, sin que el Estado reaccione de manera efectiva", dijo la senadora y agregó que "es imposible que un suceso aleatorio se repita más de 240 veces, 243 diría".
Por su parte, el delegado del partido FARC ante el Consejo Nacional de Reincorporación (CNR), Pastor Alape, también cargó contra el Gobierno: "se configura un genocidio contra hombres y mujeres firmantes de la paz, estamos enfrentados a un macabro plan sistemático de exterminio contra signatarios de paz y de destrozar las esperanzas de paz de la sociedad colombiana".
¿Qué dice el Gobierno?
El consejero presidencial para la Estabilización y la Consolidación, Emilio Archila, salió al paso de las críticas y aseguró: "actuamos con gran diligencia y compromiso y decisión ante quienes atacan a esta población (…) Ni el narcotráfico ni los criminales que los atacan frenarán el proceso de reincorporación de los excombatientes que le apostaron a la legalidad".
Igualmente, el funcionario aseguró que el Gobierno le ha pedido a la FARC que suministre información para "fortalecer así los mecanismos de protección" y que todas las instancias del Estado trabajan articuladamente en la prevención, protección y seguridad de los exguerrilleros dentro y fuera de los antiguos Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR).
Mientras tanto, la vicefiscal general, Martha Yaneth Mancera, calificó de "inadmisible" la violencia no sólo contra los desmovilizados sino contra las personas defensoras de derechos humanos y destacó que el 43,7 por ciento de los homicidios en contra de esta población son responsabilidad de las disidencias de las FARC, a las que el Gobierno llama Grupos Armados Organizados Residuales (GAOR).
Por su parte, la viceministra de Defensa, Diana Catherine Abaunza, sostuvo la tesis de que el narcotráfico está detrás de la violencia del país que incluye masacres como las que el pasado fin de semana dejaron 15 muertos en los departamentos de Antioquia y Valle del Cauca.
ama (efe, rcn, El Tiempo, El País)
Colombia: historias de defensoras perseguidas
Según la Oxfam Intermón, 55 mujeres activistas por los derechos humanos, territoriales y ambientales han sido asesinadas entre 2016 y 2019 en Colombia. Pero nada detiene a las defensoras. Éstas son sus historias.
Imagen: Oxfam Intermón/Pablo Tosco
“Defendamos su voz”
Con esta campaña, Oxfam Intermón quiere sensibilizar sobre la realidad de las mujeres defensoras y activistas por los derechos humanos en Colombia. “Tras 50 años de conflicto armado, la firma del acuerdo no ha llevado la paz a los territorios”, denuncian. Las mujeres, como Magalí, alzan a voz contra la violencia, la agresión sexual, el desplazamiento forzado, la deforestación y la contaminación.
Imagen: Oxfam Intermón/Pablo Tosco
El país más peligroso para los activistas
En 2019, Colombia tuvo el mayor número de líderes sociales muertos a nivel mundial. De los 304 asesinatos, 106 ocurrieron en el país sudamericano. Las mujeres que están en la línea del frente se exponen a las amenazas y la violencia permanente. Estos son algunos de los desafíos que preocupan a las representantes de organizaciones reunidas en un encuentro en Bogotá.
Imagen: Oxfam Intermón/Pablo Tosco
Menos derechos que una vaca
“Como no es posible parar la fuerza de las mujeres, hay que matarlas”, dice Magalí (centro). Ella es defensora de derechos humanos, territoriales y ambientales y participa en una plataforma para la paz y la incidencia de las mujeres del Caquetá. “Las vacas tienen más derechos que las mujeres. Una vaca tiene derecho a una hectárea de tierra y las mujeres no tienen tierra”, dice.
Imagen: Oxfam Intermón/Pablo Tosco
Fuente de vida en peligro
En este lugar solía correr el agua. Hoy, Janeth Pareja y Norka Ortiz se detienen sobre las piedras en el lecho de arroyo Aguas Blancas. Cuentan que ésta era la fuente de vida de su comunidad, hasta que el cauce fue contaminado y desviado hasta quedar seco. Junto al grupo Fuerza de Mujeres Wayuu luchan por los derechos de su pueblo.
Imagen: Oxfam Intermón/Pablo Tosco
Amenazada y desplazada
Janeth Pareja pertenece al clan Ipuana y participa en la organización Fuerza de Mujeres Wayuu. Tras denunciar los efectos del vertido de residuos de una empresa minera en la zona, comenzó a recibir amenazas de muerte y debió huir de su territorio. Hoy recorre las comunidades denunciando estas prácticas que atentan contra el medio ambiente, la seguridad y los derechos de las personas.
Imagen: Oxfam Intermón/Pablo Tosco
Con escolta
La lucha de las mujeres defensoras de los derechos de sus comunidades las expone a una serie de peligros. Son descalificadas, intimidadas, enfrentan amenazas de muerte, agresiones y violencia sexual. Un programa de la Unidad Nacional de Protección del Ministerio del Interior de Colombia les asigna escoltas armados que las acompañan. Pero tampoco es garantía. Los propios escoltas son asesinados.
Imagen: Oxfam Intermón/Pablo Tosco
Defendiendo la puerta de la Amazonía
Geraldina es defensora de derechos humanos, ambientales y territoriales en el departamento del Caquetá, el que es conocido como la puerta de oro de la Amazonía colombiana. Allí es testigo de los efectos de la mina de alquitrán en las afueras de la ciudad de Florencia, la tala de la selva para usar las tierras para la ganadería y el transporte maderero por el río Orteguaza.
Imagen: Oxfam Intermón/Pablo Tosco
Defensora y víctima
Maribel (nombre cambiado) es lideresa comunitaria y vive oculta. Cuando su pareja intentó violar a su hija, en octubre de 2018, ella salió a defenderla y recibió 18 machetazos. Mientras espera justicia por el ataque que casi le cuesta la vida, participa en la Plataforma social y política para La Paz y la incidencia de las mujeres del Caquetá.
Imagen: Oxfam Intermón/Pablo Tosco
Por los derechos de las mujeres Wayuu
“Si la gente no conoce sus derechos, no tiene cómo reclamar”, dice Jaquelin, de la Organización Fuerza de Mujeres Wayuu, en la región de la Guajira colombiana. Ha recibido amenazas por denunciar la contaminación de empresas mineras y hace varios años vive desplazada de su comunidad. “La primera amenaza no me la hicieron a mí directamente, sino a mi hija de 15 años, donde más me duele”.
Imagen: Oxfam Intermón/Pablo Tosco
Resistir para seguir luchando
La historia de Mónica, también de "Fuerza de Mujeres Wayuu", es similar. Debió huir por las amenazas, y hoy vive en La Gran Parada, junto a la vía del tren que transporta carbón desde la mina Cerrejón hasta el puerto en la Alta Guajira. Como otras defensoras, cuenta con escolta armado. Sólo en 2019, 55 defensoras fueron asesinadas en Colombia, según datos de Oxfam Intermón.