Colombia: la paz necesita pronto resultados visibles
Jan D. Walter
20 de junio de 2017
Este 27 de junio las FARC concluirán su entrega de armas. Un acto público presidido por Juan Manuel Santos y la ONU sellará su desaparición como grupo armado. El histórico proceso de paz entrará en una fase decisiva.
Publicidad
El desarme de la guerrilla es apenas el comienzo de una serie de complejos procesos, como su reintegración a la sociedad y los miles de juicios jurídicos en busca de la verdad, el castigo, la reparación de las víctimas y la garantía de no repetición de los crímenes.
Unos 2.500 exguerrilleros deberán comparecer ante un tribunal especial, debido a la sospecha de que han estado directamente involucrados en crímenes de lesa humanidad. Quien confiese su culpa y aporte al esclarecimiento de los crímenes pagará una condena de varios años. A quien se le comprueben crímenes no confesos lo mandarán a la cárcel.
Estos son apenas algunos de los muchos aspectos del Acuerdo de Paz por implementar. "La pregunta clave es: ¿logrará Colombia llevar a cabo, efectivamente, todos estos procesos individuales?", pregunta Günther Maihold, del Instituto alemán de Asuntos Internacionales y de Seguridad (SWP), con sede en Berlín.
El tiempo apremia
Aún ni siquiera está claro cuándo comenzará a regir la jurisdicción especial ni cuánto tiempo durará. Mientras se parte de una duración de 10 años, Maihold cree que tomará el doble de tiempo.
La reintegración a la sociedad es otra de las mayores tareas por resolver, ya que "para que el proceso tenga éxito, los nuevos ciudadanos deberán recibir una perspectiva económica y educativa que nunca antes tuvieron”. Un proyecto que debe mostrar rápido éxito para evitar la frustración.
Desmovilización de paramilitares: un plan frustrado
La desmovilización, en 2005, de unos 30.000 paramilitares de ultraderecha les dejó a los colombianos una dura lección: unos 2.200 exparamilitares murieron en los años siguientes en dudosas circunstancias. De los 4.400 acusados casi la mitad abandonó los programas de reintegración para formar otras bandas criminales.
"Si bien es cierto que el escepticismo de algunos colombianos se debe a que ven a los exguerrilleros como un 'factor de inseguridad', sobre todo en las ciudades, también los desmovilizados pueden correr el riesgo de ser víctimas de venganzas u odio. Un aspecto crítico que puede poner a prueba la lealtad de las ex-FARC al proceso de paz”, dice Maihold.
Elecciones de 2018, decisivas para futuro de la paz
Cuán importante son los avances prontos y verificables del proceso de paz se ve en el hecho de que el Gobierno de Colombia y las FARC solicitaron a la ONU iniciar, cuanto antes, los programas de reintegración.
Es más, los avances de la paz en Colombia dependerán también de los resultados de las elecciones parlamentarias y presidenciales de marzo y julio de 2018. Una victoria de los detractores del Acuerdo de Paz sería un gran riesgo para todo el proceso. Günther Maihold, por su parte, es escéptico: "No veo además que la sociedad colombiana respalde plenamente la implementación de la paz en todo el país”.
Jan Walter (JOV/VT)
De la guerra al arte
En Colombia continúa el proceso de desarme de las FARC. Artistas como Federico Uribe, César López, Felipe Ruiz y León Osorno se han apropiado de elementos de la guerra para hacer arte y cultura en favor de la Paz.
Imagen: Federico Uribe
Balas de vida
Mientras se cumple el Acuerdo Paz y las FARC entregan las armas, artistas colombianos crean. Inspirándose en material de guerra, Federico Uribe construye una serie de esculturas de animales salvajes, robando a las balas el sabor a muerte. El artista nos cautiva con un juego de formas y colores que nos hacen olvidar la guerra.
Imagen: Federico Uribe
Amor peligroso
Las balas, símbolo de desolación, aquí construyen el pelaje, los dientes y las plumas de leones, zorros, conejos, aves y otros animales de la fauna nacional.
Imagen: Federico Uribe
Balas salvajes
La serie "Quedemos en paz" está hecha a base de balas de armas recicladas que Federico Uribe compra por peso. Se redefinen los objetos con la utilizacion de más objetos. "Ya una bala no representa lo mismo cuando es expuesta de una manera distinta", afirma en entrevista con el portal Vice Colombia.
Imagen: Federico Uribe
Tortugas Pacíficas
El artista, que también estudió en Estados Unidos, construye un mundo salvaje donde sus protagonistas son los animales que hacen parte de la fauna colombiana.
Imagen: Federico Uribe
Águila de los Andes
Su idea era despertar belleza a partir del símbolo de violencia, pues el reto es demostrar que la vida siempre se renueva y la belleza siempre está presente: aunque provenga de lo que normalmente no es bello.
Imagen: Federico Uribe
Zorro
A pesar de encontrarse en un país donde la violencia ha sido protagonista por muchos años, esta obra no trata de sumarse a aquellas que se usan como símbolo por sí mismo. Uribe, con sus paisajes del mundo salvaje, tiene un fin puramente estético en el que logra volver a definir las balas con un significado de belleza.
Imagen: Federico Uribe
Con las balas abiertas
Con su trabajo, Federico Uribe se ha propuesto entender el peso simbólico de cada material que utiliza en sus series. Lo importante, pues, es crear sus imágenes con coherencia: que el material de construcción aporte un nuevo elemento al objeto deseado.
Imagen: Federico Uribe
Leopardo
Sus esculturas, que evidencian animales majestuosos, son una forma de decirle a los colombianos que "(les) toca asumir la responsabilidad de ser una nación, pues ya todos estamos cansados de la guerra". Sin embargo, su obra no es una crítica a la violencia: es, más bien, un proceso de reconciliación.
Imagen: Federico Uribe
Sáltale a la vida
Estas obras, más que recalcar formas de violencia, se enfocan en demostrar que la vida siempre está presente, sea por medio de balas y armas de destrucción.
Imagen: Federico Uribe
¿Qué miras?
"Yo soy propositivo y los artistas estamos para reconciliar la belleza con la vida en los ojos del espectador. En esta guerra todos somos responsables de lo que hemos vivido, por eso acá no juzgo ni critico a nadie", dice Uribe.
Imagen: Federico Uribe
Armas transformadas por el respeto a la vida
Otro artista que ha transformado armas en arte es Felipe Ruiz. Metamorfosis del Arma Blanca, es la propuesta de convertir un arma mortal en un objeto artístico. Denomina su apuesta "Escultura - puesta en escena", la cual consta de una serie de construcciones escultóricas, basadas en insectos y aves, de varias dimensiones, que intervienen en un espacio determinado.
Imagen: Felipe Ruiz
Balita
"Cuando la paz nazca del corazón y no de la política, no habrá necesidad de firmar acuerdos", dice Balita, caricatura creada por León Octavio en 1976 y que invita a reflexionar sobre la tolerancia y el respeto. Un día se encontró una bala sin disparar y sintió que se había escapado porque no quería cumplir con su misión. Lo había escogido porque publicaba historietas en un diario de Cali.
Imagen: Leon Octavio Osorno
La Escopetarra
Este singular instrumento fue creado por el músico y compositor César López después de haber visto a un militar cargar un fusil como si fuera una guitarra. Un ejemplar se encuentra expuesto en la sede de las Naciones Unidas. El lema de César: Toda bala es perdida. Galería creada por Santiago Ospina García con material de los artistas y de Vice Colombia.