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Colombia: Mocoa y el futuro de las FARC

5 de abril de 2017

De las ruinas de la devastada Mocoa surge la pesada herencia de la guerra civil. Colombia debate la relación entre la catástrofe ecológica y el conflicto armado.

Kolumbien Überschwemmung
Imagen: Reuters/J. Saldarriaga

En tiempos recientes, Colombia ha sido fuente de buenas noticias. El año pasado se dio fin a más de medio siglo de guerra civil en ese país. Y desde comienzos de este año los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) entregan sus armas en un proceso abierto.

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Pero la catástrofe de Mocoa ha sacado a la luz otra realidad: la pesada herencia del conflicto va más allá de las cerca de 220.000 víctimas mortales y los millones de desplazados internos. Bajo los aludes y las ruinas de la destruida ciudad, que está ubicada muy lejos de Bogotá y muy cerca de la frontera con Ecuador, y que fue parte del territorio controlado por las FARC, se abre un auténtico drama que es causante de muchos de los problemas del país: la ausencia del Estado.

La guerra civil entre los grupos rebeldes y el gobierno provocó que el Estado se retirara completamente de grandes áreas del país. La construcción de una infraestructura pública funcional en las regiones más distantes de Colombia se mantiene como un sueño que ahora encuentra un nuevo impulso con el proceso de paz en el país.

Conmoción entre familiares de las víctimas en MocoaImagen: Reuters/J. Saldarriaga

Distantes y excluidos

"Durante décadas, Putumayo me pareció un estado totalmente olvidado a lo largo de décadas, lo mismo que los demás departamentos fronterizos de Colombia”, dice a DW Thomas Jung, de la Acción Episcopal para América Latina, Adveniat. El trabajador educativo vivió 27 años en la región que fue devastada por los aludes de lodo y agua. Para él, la guerra civil causó indirectamente que la catástrofe natural golpeara con fuerza a la empobrecida población de Mocoa.

Los combates entre grupos rebeldes como las FARC y el ELN, las milicias paramilitares y las tropas del gobierno expulsaron a la población del campo hacia la ciudad. "Mocoa logró crecer gracias a los refugiados que ahí llegaron, pues buscaban lugares donde pudieran apropiarse de suelo barato o incluso gratuito. Lugares a menudo peligrosos, como las orillas de los ríos”, dice Jung.

Guerra lucrativa

La ausencia de inversiones estatales en el suministro básico a la población tuvo consecuencias graves para los colombianos, no solo en las regiones afectadas por la guerra civil, sino también en las regiones más alejadas. Colombia, país ubicado entre el Caribe, el Pacífico y los Andes, sufre frecuentemente inundaciones y deslaves a causa de su clima tropical. Las regiones del conflicto resultaron especialmente perjudicadas.

"Naturalmente, el dinero que se gastó masivamente en la guerra civil pudo haber sido utilizado en la educación y la salud”, opina Angelika Rettberg, politóloga e investigadora de conflictos en la Universidad de Los Andes, con sede en Bogotá. Para la académica alemana-colombiana, Mocoa es una llamada de atención en cuanto a que sin una política ecológica y sin un manejo adecuad de los recursos, la tragedia puede repetirse en cualquier parte del país.

La politóloga germano-colombiana Angelika RettbergImagen: privat

Las FARC y la reconstrucción

Mientras en Mocoa aún son sepultadas las víctimas, en Bogotá se enciende el debate sobre las dimensiones políticas de la catástrofe. El presidente, Juan Manuel Santos, viaja casi todos los días a la zona en crisis, mientras los simpatizantes de su rival político, el expresidente Álvaro Uribe, responsabilizan a las FARC por la tragedia. Afirman que hicieron explotar dinamita en las orillas de los ríos, con lo cual habrían contribuido a los deslaves.

Por su parte, las FARC han ofrecido en repetidas ocasiones retirarse de la zona de la desmovilización, para colaborar con la reconstrucción en las regiones en crisis. Para la politóloga Rettberg, se trata de un gesto importante de reconciliación. Después de todo, las FARC decidieron participar en el proceso de paz con la perspectiva de hacer labor política sin las armas.

"Putumayo era una zona de influencia de las FARC”, dice la politóloga. "Aún cuando no participaran e la reconstrucción, el solo hecho de mencionar su posible participación es políticamente importante. Significa que las FARC tienen interés en involucrarse en la administración municipal y participar en la política regional.”

Thomas Jung también espera que la catástrofe de Mocoa no implique un retroceso en el proceso de paz, cuidadosamente negociado con las FARC. "Pienso que es adecuado que las FARC contribuyan positivamente a la reconstrucción, en vez de vivir retirados en campamentos para desmovilizados. Veremos aún si eso no es solo propaganda.”

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