Colombia: explosión en cultivo enfrenta al Ejército y DD.HH.
9 de agosto de 2020
Una explosión que se dio mientras se destruía un cultivo de coca no solo dejó heridos sino versiones contradictorias entre el Gobierno y organizaciones sociales.
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Al menos un civil y tres soldados resultaron heridos este sábado (08.08.2020) tras una explosión en un cultivo de coca en el departamento colombiano del Meta (centro), hecho que mantiene enfrentadas a las fuerzas castrenses, organizaciones defensoras de los derechos humanos y a un grupo de habitantes con sendas versiones de lo ocurrido.
Según el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CPDH), los habitantes del municipio de Vista Hermosa (Meta) "tomaron la decisión de erradicar voluntariamente los cultivos de uso ilícito y tomar el registro fotográfico y audiovisual, para enviárselo a los organismos de control” y de esta forma "demostrar la absoluta voluntad de combatir el narcotráfico". La entidad asegura que "los campesinos solicitaron el acompañamiento del medio Voces del Guayabero, además de la presencia del CPDH”.
"Mientras los campesinos desarrollaban el proceso de erradicación voluntaria, estalló un artefacto explosivo”, agrega el comunicado del CPDH, lo que habría causado que el Ejército "atacara indiscriminadamente a la población civil con ráfagas de fusil”. El organismo asegura que "el Ejército también detuvo alrededor de 15 a 20 personas quienes fueron obligadas a estar bocabajo, mientras disparaban ráfagas de fusil por más de 4 minutos”.
Medios locales reportan declaraciones de Bladimir Sánchez, de Voces del Guayabero, cuyo relato se asemeja al del CPDH y quien asegura que –tras la explosión- se provocó la reacción de la tropa contra el grupo de campesinos y contra otro periodista de Voces del Guayabero que también fue lesionado. Esta versión afirma que al menos 20 campesinos estarían retenidos por integrantes de la Fuerza de Tarea Conjunta Omega del Ejército.
No obstante, el comandante de dicho grupo castrense, el general Raúl Orlando Flórez, dijo a periodistas que el ataque se dio luego que fueran utilizados "artefactos explosivos improvisados" por disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Según el general, los militares heridos estaban "desarrollando tareas de erradicación de cultivos" de coca cuando explotó el artefacto.
Al respecto, el Ejército sostuvo que con este tipo de acciones las disidencias de las FARC "pretenden evitar las operaciones que se adelantan contra el narcotráfico, su principal recurso de financiación". La Fuerza Armada detalla que "durante la acción terrorista, un ciudadano que se encontraba en el sector resultó herido en hechos que son materia de investigación". Quienes resultaron con lesiones fueron atendidos en el lugar y posteriormente trasladados a un hospital de Villavicencio, la capital departamental, expresó la fuente castrense.
ama (efe, Voces del Guayabero, El Espectador, El Tiempo)
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Guerrilleras de las FARC: del combate a la paz
Jóvenes mujeres que forman parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia fueron inmortalizadas vestidas con uniforme militar y con ropa de calle. Un antes-después que pronto podría ser realidad.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Vergara
Yeimi, Frente 48 de las FARC. 23 años
Cuando el próximo 26 de septiembre se firme la paz, no solo se habrá puesto término a más de medio siglo de conflagración en Colombia, sino que también cambiarán las vidas de miles de combatientes. En la imagen se ve a Yeimi, de 23 años y con 10 como miembro de las fuerzas rebeldes. Su sueño es estudiar computación una vez que se desmovilice.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Vergara
Yuri, Frente 32. 18 años.
Tras esa sonrisa infantil se encuentra Yuri Rentería, combatiente del Frente 32 de las FARC. Para ella, que lleva cuatro años combatiendo en la selva, el futuro se pinta de estudios de ingeniería. La imagen forma parte de una serie obtenida por la agencia AP, que fotografió a varias guerrilleras con uniforme y como civiles, como antesala del nuevo mañana.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Vergara
Mayerti, Frente 32. 18 años
Justo cuando empezaron los diálogos de paz en La Habana entre la guerrilla y el Gobierno de Colombia, hace cuatro años, Mayerli se sumó a las unidades del Frente 32 de las FARC. Entonces tenía 14 años. Hoy, con 18 y toda la vida por delante, espera estudiar enfermería tras la desmovilización.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Vergara
Derly. Frente 49. 24 años
Nueve años de su vida Derly los pasó combatiendo en la selva como miembro del Frente 49 de las FARC, que opera(ba) en el departamento de Caquetá. Si el 2 de octubre los colombianos votan por el sí al acuerdo de paz, Derly tendrá una oportunidad de probarse a sí misma y empezar a prepararse para estudiar medicina, que es la profesión que aspira tener una vez que las armas hayan sido calladas.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Vergara
Sofía, Frente 49. 19 años
Seguramente fue involuntario, pero Sofía posa con cara de tristeza en uniforme y con una amplia sonrisa como civil. Esta joven de 19 años, seis de ellos en la zona de Caquetá combatiendo como parte del Frente 49 de la guerrilla, quiere estudiar leyes. Desde que comenzó la guerra en Colombia, más de 250 mil personas han perdido la vida y millones han sido desplazadas.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Vergara
Johana, Frente 32. 19 años
Como muchas de sus compañeras, y quizás por lo que vio en los combates, Johana quiere ser enfermera. Ingresó con 13 años a la guerrilla, donde pasó seis años de su vida. Es miembro del Frente 32 asentado en Putumayo y que forma parte del Bloque Sur de las FARC. Toma el fusil con seguridad y prestancia, pero más segura y presta se ve de civil.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Vergara
Yiceth, 18 años
Yiceth pasó a engrosar las filas de las FARC cuando tenía 14 años, hace cuatro. Ella, como todas las otras jóvenes de esta galería, forma parte de los numerosos adolescentes que combatieron, contraviniendo acuerdos internacionales. Ahora desea cumplir dos anhelos: terminar la secundaria y estudiar enfermería. Si la guerra continuara, sus sueños y los de cientos de combatientes se verían truncados.